Lena.
Tres horas antes
A veces me quedaba paralizada viendo desde mi ventana como los autos pasaban con rapidez sobre la carretera.
La imagen de sus siluetas distorsionadas por la velocidad en la que iban, formaba líneas de distintos colores.Me gustaba mirarlas e intentar distinguir qué clase de auto venía. Pero siempre me era imposible.
Habían días en los que me quedaba horas jugando ese pequeño desafío mental que me puse a mí misma.
Pillar un Cadillac amarillo.
Ese era mi cometido.
Una vez que lo hiciera, sería el fin del juego.Pero siempre había jugado a eso.
Tenía años haciéndolo.
Desde que cumplí cuatro, para ser exacta.El auto favorito de mi padre siempre fue el Cadillac de los sesentas. Pero en color amarillo, ya que ese era el más alegre.
Me hizo prometerle que cada que viera uno, me acordaría de él y nada más de él.
Y yo, desde ese día, me juré a mí misma que sería tan exitosa en la vida que sería capaz de comprarle, no sólo un modelo mil novecientos sesenta amarillo, sino de todos los colores existentes.
Claro que, al tener cuatro años, fantaseas mucho sin considerar muchas cosas.
En mi cabeza todavía tenía mucho tiempo para lograrlo.
Claro, creí que mi padre sería eterno.Qué equivocada estaba.
Realmente nunca había visto uno en persona.
Antes me frustraba. No había pensamiento en mi cabeza que no fuera concentrarme para poder toparme con tan dichoso auto.
Hasta que cumplí once años y mi papá hizo lo que hizo.No fue hasta ese momento, en el que deseé con todas las fuerzas de mi cuerpo que si existía un solo Cadillac de los sesenta de color amarillo, desapareciera de la tierra para poder así dejar de pensar todo el tiempo en mi padre.
Pero este día se sentía diferente.
Me postré frente a mi ventana y miré el tráfico por horas, deseando con todas mis fuerzas poder pillar uno.
Casi no parpadeaba. No tenía hambre ni sed. Sorprendentemente no tenía sueño.
Estaba empeñada en encontrar ese estúpido auto de una buena vez.
—Lena.
Espetaron detrás de mí haciéndome perder la concentración.
Me enfadé por un segundo, nada podía asegurarme que en ese momento de distracción no había pasado un Cadillac.
Me resigné dejando salir un suspiro largo y muy pesado, antes de girar mi cabeza para encarar a Kat, quien me veía penetrantemente sin mucha expresión en el rostro.
—Dime -Dije con desdén.
—¿Tienes hambre? -Preguntó en lo que se ponía de rodillas para quedar a mi altura -No has comido nada en horas.
Negué con la cabeza.
No me había dado cuenta de lo tarde que se había hecho.
¿En qué momento se ocultó el sol?—No tengo hambre, Kat -Dije sinceramente.
—No hay nada en tu refrigerador más que sobras de pizza..., Voy a ir al mercado a comprar comida para que comas de una vez ¿vale?
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In love with the fuckboy
FanficLena VanderWaal, una retraída social, invisible a los ojos de casi cualquier persona. Enfocada en sus estudios, en su familia, y en salvar al mundo de la contaminación. Grayson Dolan, todo un galán. Dedicado a llevarse a la cama a toda aquella que s...