Adrian
Ella se ve tan linda distraida.
Me encanta como sus ojos brillan mientras piensa en quien sabe que, creanme que sino fuera mi mejor amiga ya hubiera intentado algo mas, es perfecta.-Tierra llamando a Layla- le digo intentando llamar su atención.
-¿Perdón?- pregunta volviendo al presente
-Solo queria que me hicieras caso, llevas como media hora observando a la nada.- digo fingiendo molestia. Con ella nadie se puede enojar.
-Disculpame, estaba pensando.- dice revolviendo su almuerzo.
-Estaba empezando a dudar en si tu cerebro funcionaba.- le respondo.
Me mira con cara de enojada y no puedo evitar pensar que es una ternura.
-¿Que haras saliendo de este infierno?- dice retomando la plática.
-Talvez tarea, jugar videojuegos, ver una película, no se, lo que salga.
-¿Puedo pasar la tarde contigo? No quiero soportar a mi prima.
-Claro, solo avisale.
-Perfecto, ¿Podemos ir a comprar un helado?- pregunta poniendo carita de niña buena.
-Esta bien, lo que quieras mocosa.- le respondo.
-No me digas asi, solo eres mayor que yo por unos meses.
-Te comportas como eso, no lo niegues.
Antes de que pueda responderme suena el timbre para ingresar de nuevo a clases, ambos nos despedimos dejando las bandejas en su lugar. Acordamos esperar al otro si salía mas tarde aunque por lo regular estamos listos a la misma hora.
Veo como se aleja con el celular en la mano. Esta chica tiene muchos problemas como para estar asi de distraida, pero no se lo preguntare, ella me dira cuando lo decida.
Layla
Este es un infierno. Mi siguiente y última clase es Historia, la odio y mas si la da ese viejito que lo único que hace es hablar. No podía tocarme, nose ¿Biología? O ¿Química?. Veamosle el lado bueno, es viernes.
Llego a mi asiento y hago lo mismo que los demás, esperar que llegue el profesor.
En eso entra un muchacho no muy guapo, tiene cabello castaño y parece que me lleva como media cabeza, se ve desde lejos que es nuevo y lo confirmo en el momento que pregunta cual es esta clase.
Dejo de prestarle atención hasta que se sienta a mi lado, intento ignorarlo.
- Hola, soy Aron. Soy nuevo.- me dice y en ese instante sé que no podre lograrlo.
-Me llamo Layla.- le respondo algo seca.
Antes de que pueda preguntarme algo mas entra el viejito que nos toca por profesor. Pasamos la clase es silencio, pero es mas porque el señor no permite ruidos que por otra cosa.
Doy gracias cuando vuelve a sonar el timbre, guardo mis cosas y me propongo salir, pero una voz me detiene.
-Layla se te olvida esto.- Aron sostiene una pluma. La cual tomo y le agradezco, toma ventaja de eso para acompañarme hasta la puerta.-¿Haras algo hoy en la tarde? No lo tomes a mal, solo que soy nuevo y no conozco a casi nadie.
-Saldré con un amigo, seguro conseguiras a alguien que te haga compañia- le respondo.
-¿Puedo acompañarlos?- pregunta. Este chico no entiende las indirectas.
Antes de que responda una tonteria como "prefiero comer verdura" o "viviría en el desierto antes que estar contigo" aparece Adrian, a quien le doy una mirada de "por favor sacame de aqui", sé que me entiende perfectamente.
-¿Estas lista, cariño?- pregunta sonriendome y tomandome la mano.
-Si, vamonos- le contesto.- Adios Aron, nos vemos pronto.
Nos damos la vuelta hacia la salida, talvez me comporte como una idiota pero soy malísima haciendo amigos, doy gracias a Dios por tener a Adrian sin él estaria encerrada en mi habitación hundiendome en depresión.
Mientras nos alejamos decido mirar atrás, se que nos esta observando y cuando lo veo sonreír presiento que me traerá mas problemas a mi vida.
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Depresiva.
Teen Fiction"Me sentia sola. Mas sola de lo que jamas habia estado. Me sente en el suelo sintiendo como las lagrimas rodaban por mis mejillas. Nunca habia sentido un dolor tan insoportable como aquel, ¿Lo peor? Era que la unica persona que podia sostenerme en e...