Capítulo 32

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Layla

Me desperte con un fuerte dolor en el pecho, trate de incorporarme pero el dolor me lo impidio. Comence a toser intentando que mis pulmones se llenarán de aire, pero solo provocaba aun mas dolor.

Unas manos intentaron que volviera a acostarme, mientras que me pedian que me tranquilizara. Yo termine parandome sin aviso, callendome al suelo al hacerlo.

Mi vista volvía a ser borrosa y mientras estaba en el punto donde iba a perder la consiencia, distingui el rostro de Adrian. Después de esto volvi a desmayarme.

Adrian

Esta vez Layla se veia sumida en un sueño profundo del que no iba a despertar pronto.

Mientras ella seguia acostada, baje a buscar de comer y llevarle. Debia tener demasiada hambre puesto que habia pasado 5 dias sin comer bien, y apestaba, obviamente no tenia lugar donde hacerlo, asi que decidi también prepararle un baño.

Al tener todo ya hecho, decidi sentarme en el suelo y comence a acariciar su rostro. Al cabo de unos minutos sus parpados comenzaron a abrirse y de a poco se sento.

-¿Que hago aqui?- pregunto con voz ronca.

-Te desmayaste y no podia dejarte ahí. Tuve que traerte.

-Hubiera preferido quedarme.

Guarde silencio porque no tenia que responder. No sabia que hacer para que ella viera que solo queria su bien.

-Quiero irme.- dijo intentando levantarse.

-De ninguna manera.

-¿Porque?

-Porque no te voy a volver a dejar sola...

-Habias prometido eso antes.-interrupio.- y mira lo que paso.

-Fui un idiota. Disculpame por mi actitud, juro que no volvera a pasar.

-Hare como que te creo.

-Que lo intentes es suficiente.

Me quede en el suelo observandola. Parecia que ella queria decirme algo, incluso abrio la boca para hacerlo pero la cerro, guardandose sus secretos

-Ahora que quieres hacer primero, ¿comer o bañarte?- pregunte rompiendo el silencio.

-Muero de hambre.

-Bien, te prepare algo. Después de eso, hay un baño preparado especialmente para ti.

-Gracias.- sonrio.

-No hay de que.

-¿Que haras tu?

-Lavar tus cosas, estan todas sucias. Te dare algo que te pongas mientras lo demas se seca.

-Gracias de nuevo. Te quiero.

-Yo también.- dije antes de salir por la  puerta.

Baje directo a buscar su mochila, comence a sacar toda su ropa, la cual como habia imaginado, estaba sucia.
Coloque la ropa en la lavadora y esta comenzo a girar, media hora después la ropa estaba tendida, la unica que me faltaba era la que se quitaria ahorita. Asi que subi por ella.

Al llegar a mi habitación no habia nadie, entre al baño y me tope a Layla cubierta de agua.

Se veia tan tranquila rodeada por aromas deliciosos, su rostro era una belleza. Su piel era hermosa tanto que no quería dejar de verla.

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