Capítulo 26

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Layla

Los dos dias que faltaban para el sabado pasaron volando, Adrian se disculpo por su comportamiento.

Ahora estamos en mi habitacion buscando entre mi desastre de ropa que puedo ponerme. El por ya esta listo y tumbado en mi cama como si nada, mientras yo busco en mis cajones una blusa decente.

-Ponte cualquier cosa.- habla Adrian mientras usa su teléfono para mensajear con alguien.

-Para ti es facil decirlo.

-¿Por que te importa tanto como te ves?- pregunta sentandose en la orilla de la cama.

-Porque es la primera fiesta a la que voy en mucho tiempo.

Bufa. Se levanta de la cama y camina hacia a mi, al llegar toma un pantalon negro ajustado y una blusa roja de tirantes que se encontraban en el suelo.

-Ponte esto.- ordena teniendome la ropa.

-¿Seguro?

-Confía en mi, te veras bien. Ahora muevete o me voy yo solo.

-Te recuerdo que la fiesta es de Aron y me invito a mi, no a ti. Tu vas porque lo pedi.

-Gracias por recordarme en otras palabras que le gustas.

-¿Vamos a empezar de nuevo?

Guarda silencio y tomo eso como un "no hablare sobre eso". Me quito la camisa que llevo puesta para colocarme en su lugar la blusa roja. Empiezo a deshacerme del short que estaba usando sin antes dirigirle una mirada a Adrian para comprobar que no me presta mucha atención. Al caer este siento su mirada, esta observando como me coloco el pantalon sobre mis piernas. No tengo el mejor cuerpo del mundo, pero al terminar de abrocharlos me volteo quedando de frente a él, su vista viaja desde mis pies descalzos hasta mis ojos.

-Te ves bien, te lo dije.- habla y su voz se escucha ronca

-Gracias.-digo colocandome unos Converse.- Ya nos vamos.

-Claro, caminaremos a lo que me contaste no esta muy lejos

Bajamos y le grito a Bianca que regresaré tarde, salimos de la casa despidiendonos de Felipe. Caminamos unos 20 minutos y al llegar la música ya se escucha demasiado alta para mi gusto, pero para suerte de todos esta zona tiene las casas muy separadas por lo que ningún vecino podria quejarse.

La casa era de dos pisos, un gran patio y se veia que habia mas de dos habitaciones en ella. Ya habia personas hablando tanto fuera como dentro de ella, varios con vasos en las manos llenos de bebidas alcohólicas.

Entramos sin importarnos mucho las personas a nuestro alrededor, no conocia a nadie de todas maneras.

-Que bueno que vinieron.- escuche la voz de Aron y me di la vuelta.

-Gracias por invitarnos.- respondi con una sonrisa.

-Hay bebidas en el comedor y unos cuantos bocados también.

-Gracias de nuevo.

-Estare controlando a los que estan ya demasiado borrachos.- dijo y se fue.

Al llegar a la barra de la cocina tomo un vaso y me sirvo de lo primero que encuentro, no me importa si tiene alcohol.

-Por favor no tomes de mas. Evitame la pena de llevarte cargando.-me dijo Adrian.

-Me controlare, lo prometo.- respondi, recordando la primera vez que tome de mas.

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