Capítulo 19

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Layla

Me despierto con un horrible dolor de cabeza. Recuerdo lanzarme enfrente de un coche pero hasta ahi.

Empiezo a tocar a mi alrededor intentando averiguar donde estoy. Es suave y huele a mi, abro mis ojos de poco en poco y me doy cuenta que estoy en mi habitación.

¿Donde esta Adrian? Ha de pensar que estoy loca y me dejo. Estupida. Me recargo con mis codos en la cama y veo su mochila aun en el suelo, sigue aqui. Salgo de la cama y me dirigo al baño.

Apenas entro me siento en suelo frio, pienso en las millones de cosas que pudo haber pasado. Escucho que alguien toca mi puerta pero no le hago caso. Termino acostada en el suelo llorando.

Alguien grita mi nombre, siguen tocando la puerta aun mas fuerte y decido abrirla, fuera esta Adrian con mirada de enojo y preocupación a la vez.

-No vuelvas a hacerme eso.

Entra y me abraza. Nose a que se refiere, si al hecho de encerrarme en el baño o lanzarme frente al coche.

-Por favor nunca me dejes. No se que seria de mi si te pasara algo.

Me abraza aun mas fuerte y yo le correspondo.

-Eres mi mejor...-se interrumpe y se corrige.- Eres lo mas valioso que tengo, si te pierdo mi vida no seria la misma.

Me suelto a llorar en su hombro. Odio ser tan debil, odio llorar aunque todos debemos hacerlo en algun momento. Odio la vida que me toco vivir.

-Bonita, necesitas una baño, te ayudara a relajarte.

Se levanta del suelo y se acerca a la bañera. La llena y rocia un frasco para hacer espuma en ella.

-Ahora entra. Me quedaré aqui, no pienso dejarte sola de nuevo.

-Pero...

-No vere nada, te lo prometo.- interrumpe.

Se da la vuelta dandome algo de privacidad. Comienzo a quitarme la ropa sin ninguna prisa y la coloco en una rincon para que no vea nada indebido. Entro al agua fria y llena de espuma.

Ya.

La espuma cubre todo lo necesario, pero eso no quita la incomodidad que siento. Ser vista desnuda en muy diferente a ser vista en ropa interior.

Se sienta en el suelo de frente a mi y me mira fijamente.

-¿Como llegamos aqui?- pregunto.

-La conductora del coche al que te atravesaste se ofrecio a traernos.

-Oh...

-Es psicóloga, me dio su número para cuando despertaras. Quiere ayudarte.

-No necesito ayuda.- respondo simple.

-Si la necesitas, pero no te obligare a tomarla. Espero ser suficiente para que no lo intentes de nuevo.

-No prometo nada.

Quedamos en silencio. Cada quien hundidos en sus pensamientos. Tras un buen rato en el baño, le pido a Adrian que salga a buscarme ropa y el obedece. Me seco, me visto y salgo a tumbarme de nuevo en la cama.

-¿Cuanto tiempo estuve dormida?

-Unas dos horas.

-¿Te quedaras a dormir?

-No tengo mis libros, ni ropa limpia aqui- se interrumpe al ver mi rostro- pero si.

-Gracias.- susurro.

-Solo que debo lavar la ropa ahorita y esperar a que seque en toda la noche.

Me levanto a abrazarlo, hundiendo mi rostro en su pecho.

-También debemos levantarnos mas temprano para recoger los demas libros que hay en mi casa. Y... sé que esto no te va a gustar, pero debemos hacer tarea ahorita.

-No quiero. Me niego a hacerla.

-Debes...

-Mañana durante las clases lo hago.- interrumpo- Por favor no me obligues.

-No te puedo negar nada.

-Te quiero

-Yo también.- besa mi cabeza- Ahora descansa un rato mas. Ire a lavar mi uniforme ¿tienes uno limpio?

-Si, solo debo plancharlo.

-Lo hacemos alrato, ve a la cama.

Obedezco. Me acuesto en la cama, cierro los ojos esperando dormir aunque sé que no lo conseguire. Besan mi cabello y se que fue Adrian, después escucho como se aleja y cierra la puerta tras él.

¿Que le habra dicho mi prima cuando llegue? Esa y otras mil preguntas llegan a mi cabeza, asi que en lugar de dormir o descansar, intento responder todas mis dudas.

Pero eso causa mas problemas en mi cabeza y en lugar de mejor, empeoro. Las inseguridades, secretos, miedos, dudas llegan a mi, haciendo que me hunda mas en mi miseria.

Pasan las horas y escucho como Adrian entra y salr varias veces, incluso pregunta si comere algo pero me limito a hacerme la dormida. No tengo ganas de nada, ni siquiera tengo la fuerza para darme la vuelta.

No se que horas son cuando siento un cuerpo al lado de mi, abrazandome.

-Todo estara bien. Estare aqui para ti.- escucho que me dice Adrián, pero me niego a moverme- Yo no te voy a dejar nunca.

Depresiva.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora