Adrian
Eran alrededor de las 5 de la tarde, el cielo estaba completamente nublado indicando que iba a llover, habia quedado con Samanta a las 5:30 para explicarle sobre su proximo examen de Química, Layla no se habia comunicado conmigo para hacer una salida juntos.
Tome mis libros y bajo a la cocina, donde mi madre pepara una pequeña merienda y galletas para tener en el comedor donde pasaria unas cuantas horas con Samanta.
-Huele delicioso.
-Gracias, cariño.- responde mi madre con una sioonrisa.
Intento tomar una galleta pero solo consigo un golpe en la mano.
-Deja las galletas, son para mas tarde.- me reprende.
-Solo una.
-No. ¿Layla vendra?, no la he visto desde hace mucho.
-Creo que esta ocupada, pero en cualquier momento la invito a comer.
-Me agrada ella, son amigos desde que tenían 5 años. Me encantaria verlos como pareja.
-Dudo que ella piensa igual.
-¿Por que?¿Ella lo ha dicho?- pregunta curiosa.
-No del todo, es complicado.- suspiro.
-Entiendo, pero veo como se miran, como brillan sus ojos cuando cada quien observa al otro.-toma mi rostro entre sus manos y me mira directo a los ojos.- Han estado en los peores momentos del otro, se conocen mejor que nadie. Saben lo peor de cada uno , sus secretos y ninguno se aleja. Puede que las circunstancias no sean las mejores, pero ustedes las sobrepasan. Eso es amor, cariño.
El timbre de la casa suena en ese momento salvandome de contestar. Me dirigo a la puerta y veo a Samanta observando con asombro la entrada.
Mi casa no es la mejor, pero es lo suficientemente grande para una familia de almenos 6 personas. No contamos con gran dinero pero lo necesario para vivir cómodamente.
-Pasa.
-Asi que ¿aqui vives?- era mas una afirmación que una pregunta.
-¿No es obvio?
-Pense que como eras tan amigo de Layla, vivirias en un lugar similiar al de ella.
-¿Que tiene de malo vivir en un pequeño apartamento?- pregunte.
-Nada, solo decia.
-Bien.-cerre la puerta.- Sígueme.
Me dirigí por el pasillo hasta el comedor. Al llegar me sente en la cabecera de la mesa y ella a un lado, dando la espalda al pasillo principal.
Pasamos un buen rato, aproximadamente una hora y media repasando un poco de todas las clases que ya habiamos tenido, pero de un momento a otro el estudio se esfumo y Samanta cambio el rumbo de la conversación.
-¿Crees que soy bonita?
-¿Perdon?- dudaba haber escuchado bien.
-Pregunte si crees que soy bonita.
La observe. No podia negar que es atractiva, con su cabello negro y ojos casi del mismo tono. Labios gruesos y un lunar cerca de ellos.
-Si.
-¿Entonces porque no me prestas la misma atención que otros chicos?- pregunto cruzándose de brazos.
-La respuesta es fácil. No te veo como todos lo demas chicos.- dije encogiendome de hombros.
-Pero a layla si.
-¿Y a ti que te importa eso?
-Sere directa.- se acerco invadiendo mi espacio.- Me gustas y esta estupida excusa de que soy mala en Química solo era para pasar tiempo contigo.
-Lamento decepcionarte, pero a la unica que veria con ojos de amor y como pareja es a Layla.
-Ella solo es una niña, nada en comparación a mi. Dejame demostrarte que soy mucho mejor que ella.
Comenzo a acercarse y yo no podia quitar mi vista de esos ojos tan obscuros. De alguna manera esto se sentia tan mal, no eran unos ojos obscuros los que queria ver. Queria observar asi de cerca esos tonos cafe verdoso que solo ella tenia.
Desvie mi mirada un segundo y alcance a verla. No parecia Layla aquella joven que me observaba, sus ojos tan rojos e hinchados por llorar, su cabellos suelto totalmente enmarañado alrededor de su cara, su cuerpo temblando y su ropa mojada por la lluvia que hace poco habia comenzado.
La vista de ella asi hizo que mi corazón se estrujara en mi pecho, también hizo que reaccionara ante la escena que ella estaba viendo. Aparte de mi lo mas rapido que pude a Samanta, pero Layla ya se encontraba huyendo de mi.
-Quiero que tomes tus cosas y te largues de mi casa.- grite sin importarme si alguien mas llegaba a escucharme.-Olvidate de las clases, de mi y de lo que supuestamente sientes por mi. No quiero volver a saber de ti.
Y sin esperar respuesta corri tras Layla. Por ser mas pequeña, yo tenia ventaja para alcanzarla y asi lo hice una cuadra mas adelante.
-Detente por favor.- pedi.- Hablemos.
-¿De que? ¿De como estuviste a punto de besarla?
-No es lo que parece.
-¿No es lo que parece? Estaban separados por unos cuantos centímetros, sino me ves en este momento estarias besandola.
-La unica a la que quiero besar es a ti.
-No lo parece. Entendería perfectamente que la eligieras a ella en lugar a mi. Ella esa tan linda, tan inteligente, tan...
-Tu eres mucho mejor que ella.- interrumpi.
-Eres un maldito mentiroso. Yo soy nada en comparación a ella.
-Eres mi todo.- susurre.
-Lo dices por lastima, por hacerme sentir mejor, por...
-¡Callate!- grite.
Silencio, solo lograba escuchar el sonido de las gotas, la respiración de ambos y pequeños sollozos que emitia Layla.
-Estoy harto de escucharte decir todo eso de ti. Date cuenta que eres mejor que muchas personas.
-No lo soy.- dijo con voz rota.
-Lo eres. Eres hermosa, tienes habilidades que otras personas no. Deja de sentirte insuficiente.
-No es fácil.- levanto la cara y pude ver que si estaba llorando, pero sus lágrimas se confundian con las gotas de agua.- Puedes decirme eso, pero no es fácil olvidar el sentimiento que todos han hecho que crezca dentro de mi.
-¿Todos? ¿Hasta yo?
-Dejame en paz. No quiero hablar contigo ya. Largate al igual que todos.
-No, también estoy harto de que intentes alejarte de todo. Deja de ser tan cobarde.
-¡Callate!- me grito.
-Responde solo una cosa. Te dejare en paz después de eso. Dije que esperaria pero no puedo soportar mas la espera ¿Quieres ser mi novia?
Silencio de nuevo, el incómodo silencio que nos mantenia juntos. Un maldito silencio que explica de mas lo que ella con palabras no decia.
-Tu silencio lo dice todo. Hare lo que pueda para que no sepas nada de mi. Hasta luego, Layla.
Me había rendido por completo, puede que mas adelante me arrepentiria, pero en este momento me habia cansado. Estaba harto de esta situación.
Asi que solo me largue, regrese a mi casa, dejandola sola entre la lluvia.
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Depresiva.
Teen Fiction"Me sentia sola. Mas sola de lo que jamas habia estado. Me sente en el suelo sintiendo como las lagrimas rodaban por mis mejillas. Nunca habia sentido un dolor tan insoportable como aquel, ¿Lo peor? Era que la unica persona que podia sostenerme en e...