Capítulo 22

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Adrian

Ningun mensaje de ella, ninguna señal desde ayer. Ella deberia ser quien dijera algo, ella fue la que mal entendio todo y se fue sin dejar que yo le explicara.

La voz de mi cabeza me recuerda que yo me quede sin hacer nada, aunque se hubiera quedado no sabría que decir.

Intentare hablar con ella en la tercera clase, la tenemos juntos, no podra evitarme.

Me baño, arreglo, tomo mis cosas y salgo directo al Instituto. Al llegar esta todo normal, todos van a sus salones, algunos solos y otros acompañados. Yo voy directo a mi casillero, no es necesario que cargue todos los libros que no son necesarios.

No he visto a Layla por ningún lado, por lo regular anda por los pasillos observando sin algo mas que hacer, pero esta vez no la he visto ni una sola vez. Las primeras dos horas transcurren normal, pregunto a algun compañero si la han visto y nadie me da una respuesta, dudo que la conozcas o sepan minimo quien es.

Da la tercera clase, me dirigo a mi asiento y espero a que aparezca. Llega la maestra, ninguna señal de ella, quizas no entro para no verme porque sigue molesta, pero ella no haria eso, algo le paso.

Tomo nota como con cualquier otra clase y permanezco pensando en que habria pasado con ella, ¿tanto daño le hice para que no me quiera ver la cara?

La hora siguiente es de descanso, la llamo y ninguna de las veces responde, me rindo en la quinta. Esta claro que no quiere saber nada de mi, cuando la vea arreglare todo este enredo.

Camino por los pasillos buscandola pero ni un rastro de ella. En eso veo al chico que hablaba con ella en la salida hace como dos semanas, tomaba una clase con él pero no le presto atención. Camina en la dirección contraria a la mia, me le acerco quedando en frente de mi.

-Tu...-intento recordar su nombre.- lo siento ¿como te llamas?.

-Aron.

-Claro,lo olvide. Disculpa ¿has visto a Layla?

-No.- responde simple.

-Podrias decirle que la estoy buscando. Soy su mejor amigo.

-Claro. Si la veo le dire.- intenta pasar al lado mio.

-Veo que no eres muy hablador.- vuelvo a hablar.

-Lo soy con personas de mi agrado.

-¿Yo no lo soy?- pregunto con curiosidad.

-No. Talvez no conozco a Layla tanto como tu pero se nota que es una persona que necesita mucho apoyo.

-¿Crees que no se lo doy?- pregunto con algo de enojo.

-Sabes que la molestan en clase? La he visto llorar por los pasillos unas cuantas veces.- ignora mi pregunta y sigue hablando.- Cuidala porque cualquiera puede darle el cariño, que al parecer, no les das.

Sus palabras me toman por sorpresa.

-Lo que hay entre nosotros no es de tu incumbencia.

-Ustedes solo son amigos por lo que acabas de decir. Solo digo que le pongas mas atención.

Y sin mas, se va, esta vez no intento detenerlo. No quiero admitirlo pero tiene razon, Layla necesita todo el amor que alguien pueda darle y se que ella me quiere a mi.

¿Como puedo ser tan tonto para no darme cuenta? La quiero mas de lo que puedo imaginar. Siempre me dice que me quiere y me lo demuestra, ¿podriamos ser algo mas que amigos? Claro, pero todo podria cambiar entre nosotros.

Tengo miedo de que esto no funcione. Tengo miedo de perderla.

Layla

Ni siquiera tuve las ganas para ir a la escuela. Me levanto a eso de las 9, busco ropa decente, tendre que conseguir trabajo sino quiero que alguien salga dañado.

Dentro del baño me derrumbo, si no cumplo con los caprichos de mi "papá" no solo yo terminare mal, mi vida debería ser mas fácil.

Tomo un baño tranquilo intentando no pensar en lo pesima que es mi vida. Ni siquiera desayuno, solo salgo de mi casa sin rumbo alguno, no se por donde podria empezar. Dudo mucho que en algun lugar puedan contratar a alguien de 16 años, pero nada pierdo con intentarlo.

Son alrededor de las 10 cuando llego a  una plaza, comienzo con tiendas pequeñas preguntando si solicitan algun ayudante o algo, pero nadie acepta, entro en una cafetería y me atrevo a preguntar.

-Buenos dias. Disculpe, ¿no solicita una empleada que ayude en la cocina?- pregunto a la chica detrás de la barra.

-Señorita por ahora no hay vacante en nada, lo siento.

-¿No conoce algun lugar donde si lo haya?

-No creo que la acepten ¿cuantos años tiene?- pregunta.

-16, pero de verdad necesito un trabajo, no importa de que sea o cuanto pueden pagarme.- contesto sincera.

-Me agrada tu sinceridad, asi que también lo sere. Por tu edad es muy difícil que te contraten, asi que puedo ponerte de mesera aqui, no te pagaran mucho pero veo que necesitas dinero.

- Lo aceptaria. ¿Cual seria mi horario?

-Me imagino que estudias.- asiento-¿Que te parece de 3 a 11 de la noche?

-Por mi esta perfecto. ¿Cuando podria empezar a trabajar?- pregunto entusiasmada.

-Hoy mismo si tu quieres.- responde.

-Por supuesto. Muchas gracias.

-Me caes bien. Me llamo Ingrid.- se presenta.

-Layla.- digo mi nombre con una sonrisa.

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