Layla
Estupida. ¿Enserio pensabas que se quedaria contigo?
Se habían besado justo enfrente de mi y él se habia quedado callado como aceptando la situación.
Si no quería algo conmigo ¿Por que me beso?¿Por que dice que me quiere si esta con otra? Claro, porque soy su mejor amiga y solo eso, pero no le da derecho a besarme o a mostrar interes de otra forma hacia a mi.
Me siento idiota por sentirme atraida hacia él, nunca seriamos algo mas y yo lo sabia, apesar de saberlo me ilusione pensando que llegariamos a algo pero no.
Ahora como me lo iba a sacar de la cabeza y peor aun, del corazón. Habia perdido a mi mejor amigo, mi compañero de casi toda mi vida, por eso mismo no me atrevia a pensar en él como algo mas.
Sin darme cuenta me dirigo a nuestro lugar, que al parecer es mas mio porque él muy rara vez se aparece por aqui. Al llegar me subo al arbol sentandome en una de sus gruesas ramas y dejando que mis piernas queden colgando.
Solo aqui puedo pensar con algo de libertad, aqui puedo hablar conmigo misma sin ser observada por otras personas o ser señalada como loca.
Pasan talvez minutos u horas, pero el sentimiento de abandono se hace presente. Todos prometiendo quedarse y jamas hacerte daño y era lo primero que hacían. ¿Por que la mayoría de personas no pueden cumplir sus promesas?
Adrian ni siquiera ha intentado contactarme para arreglar, quiza hable sin saber pero que no me busque hace que mis dudas crezcan. Esta aceptando su culpabilidad.
Bajo de la rama y me siento en el pasto que hay alrededor. Es un hermoso lugar, todo tranquilo y pacífico. Perfecto para pensar.
Cierro los ojos intentando imaginar cosas buenas que me han pasado, las cuales deberían ser mayores a las malas, pero no es asi.
Mi celular vibra captando mi atención. Lo reviso y es un mensaje lleno de fotos, mias, de Adrian, Bianca incluso del pequeño Felipe, en todas ellas estamos distraidos, caminando solos o juntos. Todo esto es muy extraño, talvez es una mala broma pero el número es desconocido y dudo mucho que sea de esta ciudad.
De pronto una llamada aparece en la pantalla, es el mismo número que del mensaje. Dudo en contestar, pero al final deslizo aceptando la llamada.
-Pequeña.
-¿Quien habla?- es lo primero que pregunto.
-¿No reconoces la voz de papá?
-¿Que quieres? No estoy de humor, vaya al punto señor.
-No volverás hablarme asi después de lo siguiente. -Silencio de mi parte.- Buena chica. Creo que ya has visto las fotos que te envie.
-Si.
-Bueno, pues necesito que empieces a conseguirme dinero.
-¿Por que haria eso?- pregunto.
-Porque ahora te tengo en mi poder. Deberas cumplir cualquier capricho que se me antoje o le puede pasar un accidente a alguna de esas personas.
No contesto de nuevo. ¿Que mierda he hecho para que vengas los problemas detras de mi?
-Cada semana nos encontraremos en algun lugar que escoja y tu estaras ahi para entregarme dinero.- sigue hablando.- No importa cuanto consigas o como, pero sera mio. ¿Entendiste?
-¿Que te hice?- pregunto con lágrimas apunto de salir.
-Nada, pero como mi hija debes pagar lo que hice por ti.
-¿Debo pagarte el daño que me hiciste por 5 años? ¿El daño que le causaste a mi mamá? ¿Pagarte por abandonarme?
-Sigue hablandome asi, que el primero en recibir el daño sera tu amiguito.
-No te atrevas.- no quiero ni pensar en que pasaria.
-O, ya se, a ese pequeño mocoso. ¿Como se llama? Si, Felipe.
-Te vas a arrepentir. Lo juro.- estoy temblando de pura furia.
-Si cariño lo que tu digas. Mientras estas en mis manos, asi que ve comportandote como deberías. Te llamare pronto, hasta luego Princesa.
Cuelga. Mierda ¿que hare ahora? Conseguir dinero solo para que no me haga daño o a alguno de ellos. Sin duda, los problemas me persiguen.
Me siento recargando mi espalda en el tronco del árbol, lagrimas salen de mis ojos sin parar.
¿Por que la vida se empeña en joderme?
ESTÁS LEYENDO
Depresiva.
Teen Fiction"Me sentia sola. Mas sola de lo que jamas habia estado. Me sente en el suelo sintiendo como las lagrimas rodaban por mis mejillas. Nunca habia sentido un dolor tan insoportable como aquel, ¿Lo peor? Era que la unica persona que podia sostenerme en e...