Depresiva.

Capítulo 17

Layla

Me desperte sobresaltada y empapada de sudor. Lo primero que vi fue a Adrian preocupado de mi estado.

-¿Que te estaba pasando?- pregunto.

Pero yo no podia contestar, me sentia tan indefensa ante aquel recuerdo. Me sentia sucia mas que nada.

Y comence a llorar, las lagrimas salían de mis ojos de manera incontrolable.

-Todo va a estar bien, yo estoy contigo. Solo fue una pesadilla, no volvera a pasar.- susurraba en mi oido.

¿Pero que sabia él? Era mi mejor amigo, si pero nunca le había contado mi verdadera historia. Nadie sabia en realidad por todo lo que había pasado.

-Vamos al baño para que te laves la cara, bonita.

Sin molestarme en contestar, tomo mi mano y me dirigio al baño. Incluso se quedo en la puerta para verme. Hice un cuenco con las manos y me moje la cara.

Regresamos a la cama y ambos nos acostamos, agradecí que Adrian no preguntara nada.

-Intenta volver a dormir. Recuerda que estoy aqui para ti.

Y asi, minutos después quede dormida.

Eran las 11:30 de la mañana cuando volvi a despetar. Me levante sin hacer ningun ruido y me fui al baño.

Hice lo que debia y baje a preparar algo. Como siempre no habia nada decidi hacer un sándwich.

-Buenos dias, bonita. ¿Como amaneciste?- aparecio Adrian en la cocina.

-Al parecer mejor. Perdon por interrumpir tu sueño.

-No importa. Me contaras que soñabas

Al no responder y quedarme como estatua agrego:

-Si no quieres esta bien, lo entiendo.

-Gracias.

Comimos en silencio y al terminar lave los trastes.

-Tu prima no esta.- dijo Adrian, cosa que ya sabia

-No es novedad, no me sorprende que haga esto.

-Bueno. Subamos ya son 12:15 y en lo que decides la ropa daran las 2.

Saque ropa que podria usar y yo le mostraba que quería pero se limitaba a responder "paraces niña", "ahora te ves demasiado madura", "eso esta muy corto","demasiado largo".

Ya estaba harta. Una hora y media después escogimos una falda negra suelta de las piernas que me llegaba casi a la rodilla y una blusa rosa palo de tirantes algo gruesos. Vi en mi celular que eran casi las dos.

-Bien, ahora largate a bañar. Eres el que mas se tarda.- ordene.

-Tu siempre tan linda.

Me limite a sonreir. 30 minutos después salio y yo entre empujandolo.

-Para no tener ganas de ir, estas muy apurada.- grito.