Capítulo 5

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Layla

A las 10 ya tenia todo listo. Toda la ropa que necesitariamos esta en una pequeña mochila, el pequeño Felipe no para de correr de un lado a otro, yo solo lo veo desde las escaleras.

Hay que esperar que vengan por nosotros, mientras me hare un sándwich, igual que a Felipe.

Veo una nota amarilla en el comedor:
"Fui yo quien arreglo un poco la sala, te acoste y me di cuenta que pesas muy poco ¿Has comido bien?
Te quiere.
Atte:
Adrian."

10:30 escucho que alguien toca la pierta. Abro y Adrian me saluda con una sonrisa.

-¿Ya estas lista?.

-Lo estoy desde hace media hora.

-No seas gruñona, me hubieras avisado.

-Vamonos Felipe.- le digo al pequeño.

Agarro la mochila y cargo al niño, llegamos al coche, mete mi mochila a la cajuela y entramos al auto.

Va su papá manejando, su mamá esta de copiloto, atras él, Felipe y yo. Me recargo un poco de la puerta con el niño en brazos, el camino no sera largo pero intentare descansar; no dormi nada esa noche.

.....

-Layla despierta.-escucho que alguien me llama.- Ya llegamos, suelta al niño parece que lo quieres afixiar.

Me incorporo, no recuerdo en que momento me dormi.

-Mira Felipe, el agua.- digo levantando al pequeño. Este empieza a patalear emocionado.

Mas adelante nos estacionamos. Salimos, recogemos mochilas y demás; y nos acercamos a la orilla.

Me quito los zapatos y me mojo los pies, hago lo mismo con Felipe. Siempre me ha encantado el mar.

Adrian me ve emocionada por lo que me ayuda quitandole la ropa a Felipe, me cambio el short y la blusa por unos mas sueltos; enseguida me meto al agua, me llega a la cintura y supiro cuando veo que viene una ola.

Vuelvo a la orilla, ahi me siento junto a mi encargo y lo mojo, se ve tan lindo y emocionado. Luego llega Adrian a jugar con el pequeño.

Nada me gustaría mas que esta fuera mi familia. Es perfecta, salen, se divierten y lo mejor es que son totalmente felices.

-Vayan a meterse, yo me quedo con tu sobrino Layla.- me dice Doña Teresa.

-Gracias señora.

-Vamos hasta el fondo.- me reta Adrian.- O tienes miedo.

-Para nada, vamos.

Primero nos quedamos en un lugar donde el agua nos llega a la cintura. Jugamos, nos mojamos y sumergimos. Luego vamos mas al fondo, el agua ya me llega al hombro y a Adrian al pecho.

-Hagamos una carrera, el primero que llegue a la orilla tendra al otro como esclavo por un dia.- me dice.

-Perfecto.

-A la 1,- comienza a contar.- a las 2 y a las 3.- al terminar me moja la cara haciendo que me distraiga y tomar ventaja.

Enseguida me sumergo, comienzo a nada lo mas rapido que puedo. Creo que porque soy pequeña puedo nadar mas rápido o él me esta dejando ganar, no lo se, pero sigo, tomando aire cada cierto tiempo.

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