Capítulo 7

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Layla

Suena la alarma a las 6:30 como siempre, no dormi nada despues de ese recuerdo, aun asi tomo mis cosas y me dirigo al baño.

30 minutos después de estar vestida correctamente, bajo a prepararme algo de desayunar.

Paso por la habitación de Bianca y la cama aun esta arreglada. No ha llegado a dormir, espero que lo haga pronto por que sino no se que hare con Felipe.

Dan 7:30 ya estoy decente para la escuela. Bianca aun no llega y no puedo dejar al niño aqui. Llamarla es inútil, le envio unos mensajes pero no le llegan, esperare 10 minutos mas no creo que se haya olvidado de nosotros.

Son 7:45 y ella no aparece, no me queda otra opción, tomo mi mochila, voy por el niño a mi habitación y corro directamente con la vecina.

Toco, tarda en abrir y a mi se me hara aun mas tarde.

-¿Si?.- pregunta la señora de unos 40 años.

-Señora Karina, ¿Podria dejarle a Felipe en lo que llega su mamá?.

-No hay nadie mas en tu casa.

-No, si lo habria no estaria aqui, debo irme al Instituto y no puedo dejar al pequeño solo, por favor, solo sera un rato en lo que Bianca llega.

-Esta bien, dejamelo en la sala.- acepta al escuchar mi desesperación.

Me despido del pequeño.

Le grito un gracias antes de salir corriendo al infierno.

Adrian

La maestra ya entro y Layla aun no llega. Es mas que obvio que no la dejara pasar ya.

-Bien alumnos es hora de comenzar.- dice la maestra con voz chillona.

Ahí esta ella. Parece como si la hubiera perseguido un mapache, aun que ella ya parezca uno.

-Buenos dias, ¿Me permite pasar? mi...

-No puedes entrar ya, conoces mis reglas. Vete.- la interrimpe la maestra.

No le queda otra opción, se va por donde vino.

-Comencemos.- vuelve a llamar la antencion de todos.

Apunto todo lo que la maestra dice para después pasarselo a Layla. ¿Que le habra ocurrido?, ella nunca llega tarde. Ha de tener una buena excusa.

Layla

Voy al baño. Necesito un respiro, jamas me había pasado esto, soy muy callada pero responsable en todo. Tendre problemas después.

-Hey, miren quien esta aqui.- dice una de las chicas populares, siempre haciendo menos a las demás y al parecer me toca a mi.

Debo irme.

-No iras a ninguna parte, he decidido que quiero molestarte.

-¿Por que? No te he hecho nada.

-¿No te has visto?, eres un horrendo desastre, gorda, ojerosa, mira tu cabello es horrible ¿Lo lavas?

Escucho todas sus palabras hirientes. Intento que no se note que me duelen, pero mi vista se nubla con las lágrimas que aparecen. Soy debil.

-No se que tienes pero toda tu me molestas. Eres todo lo que odio en una persona, deberias estas muy lejos bicho raro.

-Awww, mira, quiere llorar la pobrecita.- dice otra chica.

Salgo corriendo sin importarme nada, quiero huir junto a mis inseguridades.

Choco contra algo o alguien mejor dicho.

Aron esta enfrente de mi con cara de preocupación y mis brazos se abren sin que lo piense. Ahora lo estoy abrazando mientras lágrimas salen de mis ojos.

-¿Que ha pasado? ¿Quien te ha hecho llorar?.- me pregunta.

Yo solo puedo seguir abrazandolo sin para de llorar y él no pone ninguna resistencia.

-Dime que paso Layla.

-Nada.

-Nadie llora por nada.

-Yo si.- y antes de que pueda preguntar algo mas salgo corriendo de nuevo. Doy las gracias cuando volteo y nadie me sigue.

Llego al campo donde no hay nadie. Ahi me quedo hasta que toque el timbre para la siguiente clase.

Tomo las clases normal, no pongo demasiada atención a ninguna mas tarde me preocupare por los apuntes.

Hoy salimos temprano, pero en la salida Adrian me ha dicho que no podia acompañarme por algún compromiso.

Llego a mi casa tranquilamente y lo primero que veo es a mi prima enojada.

-¿Por que has dejado a Felipe con la vecina?

-Porque tu no llegabas.

-¿No podias dejarlo aqui?.- pregunta levantando la voz.

-¿Como podria dejar a un niño de 2 años solo en casa por quien sabe cuanto tiempo?.

-No tarde mucho.-dice mi prima.

-Yo como iba a saber, ya era tarde no sabia que hacer.

-Para la proxima llamame.

-¿Crees que no lo hice? Pero tu nunca contestas y los mensajes que te mande, ninguno respondiste.- ahora soy yo la que grita.

-Ahora resulta que yo soy la mala.

-Pues es lo que parece, la madre de ese niño parece que fuera yo. Yo estoy con él casi todo el dia, mientras tu trabajas, yo me encargo de darle de comer, vestirlo, bañarlo.

-Pero no lo eres y no tienes ningun derecho sobre él.

-No se que haria Felipe sin mi, contigo ausente todo el tiempo.

-Felipe nose, ¿Pero yo? Seria feliz.- responde

Esto último hace que mi corazón duela, sabia que no le importaba pero nunca lo habia dicho.

Subo a mi habitación de la cual no vuelvo a salir ni para comer, talvez dijo eso porque estaba enojada o quizas de verdad lo sentia, no lo se y no quiero averiguar.

Me acuesto en la cama, viendo como oscurece por la ventana. Se que estoy llorando, pero me quedo dormida sin darme cuenta unas horas después.

Mi vida no podria ser peor o quizas si.

Depresiva.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora