16. Una pareja.

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Las vacaciones de verano ya habían comenzado. Todos dejaron atrás sus uniformes para usar su ropa casual, dos meses sin trabajos ni exámenes. Un tiempo soñado para los merodeadores, que tanto odiaban los estudios. Algunos más que otros.

Sus planes no se hicieron esperar, tuvieron varias salidas apenas unos días después de haber regresado a Londres. Sin embargo, James cambió algunos de sus planes por salir con Lily, cosa que rápidamente entendieron sus amigos, dado que su amigo llevaba mucho tiempo cortejando a la chica.

Lo cual dio paso a que Sirius y Aura convivieran más de lo normal. Después de lo ocurrido en el despacho de Argus, dejaron de evadirse, aunque no se sentían con la confianza de tocar el tema. Pero en lo que iba de vacaciones, se dieron la oportunidad de salir.

Juntos iban a muchos lados, en su mayoría muggles. Nadie sabía de esto, querían mantenerlo oculto de James, pues no querían descubrir su reacción. Y en cuanto a los padres de Aura, les informaban que irían a tal lugar, pero nada más allá. Aunque ellos ya empezaban a sacar sus propias conclusiones.

-Si quieres ver el atardecer debemos irnos ya- Aura apresuraba a Sirius, quien no terminaba de cepillar su cabello. Y es que habían acordado ir a un parque de atracciones, especialmente al que fueron Aura y Lily hace año y medio.

Principalmente querían ir a la noria, Sirius por querer conocer dicho paisaje que posaba sobre la cómoda de Aura, y Aura porque las ganas de apreciar los colores en el cielo era lo que más esperaba.

-Estaré listo en un minuto- Aura pensó que estaría mintiendo, pero poco después de oírlo decir aquello, escuchó la puerta abrirse y pudo ver a Sirius.

Ambos seguían sonriendo tierna y apenadamente cada que se veían, no necesitaban las palabras para saber lo que pensaban. Y eso era su tesoro y su maldición al mismo tiempo.

Salieron de la casa de los Potter. Se montaron en la moto de Sirius, transporte que solían usar a diario. Y ambos lo disfrutaban. Aura disfrutaba abrazarlo tanto como fuera posible, y Sirius se deleitaba de sentir sus brazos alrededor de su torso.

Unos minutos después, ya se encontraban en la entrada de dicho parque. Los ojos de Sirius iban de un lugar a otro, admirando los juegos mecánicos y los de destreza.

Aura adoptó el papel de guía, dando unos pasos por delante del chico. El cual rápidamente la alcanzó, tomándose la libertad de tomar su mano, entrelazando sus dedos. Era un gesto que tenía constantemente con Aura, pero seguía acelerándole el corazón como si fuera la primera vez que sus manos se tocaban.

Fueron primero a los algodones, puesto que Aura quería ver la reacción de Sirius al probarlo, esperando que fuera la misma que ella tuvo al hacerlo. Pero fue un poco diferente, Sirius escupió el algodón, pues se asustó por la forma en que se disolvió. La risa de Aura no se hizo esperar. Mostrándole que era algo totalmente normal.

Su siguiente parada fue una montaña rusa, Sirius lo catalogó como una de sus actividades favoritas, estando por debajo del Quidditch. Fue tal su emoción que le imploró a Aura volver a subirse, repitiendo esa acción tres veces más. Viéndose detenido por un mareo, no quería pasar la vergüenza de vomitar frente a Aura.

Continuaron por los juegos de destreza, donde se vieron realmente humillados al no poder ganar ni en un solo lugar. Aunque la justificación de Sirius es que estaban manipulados. Cosa creíble, dado que la puntería de Sirius era casi perfecta. Pero no dejaron que eso les arruinara el día.

El lugar estaba vaciándose, las familias sobre todo eran las primeras en irse. Solamente quedaban personas de su edad, y en compañía. El atractivo de la noria es lo que los hizo quedarse, dado que estaba llegando el momento justo en el que se ocultaría el sol.

James, amo a tu hermana. •Sirius Black•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora