6. Una vuelta en la fortuna.

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-¿Por qué no vuelan? Es mucho más fácil perseguir una pelota en escoba que corriendo- Aura se cruzó de brazos viendo el televisor y un partido del equipo de futbol americano de Reino Unido.

-Ellos no saben nada del mundo mágico, Aura. Si conocieran las escobas voladoras no las usarían especialmente para jugar- le contestó Lily.

Era el segundo día en la casa de los Evans, y exceptuando el comportamiento de Petunia, eran todos muy amables. El Sr. Evans hacía muchas preguntas acerca de la vida de un mago y sus diferencias con la vida normal. Después del partido irían a una feria, para que Aura conozca los juegos mecánicos y la famosa Noria. Aura estaba más que contenta con como la trataron los padres de Lily, y les hizo prometer que en las próximas vacaciones ellos irían a su casa, inclusive Petunia estaba invitada.

-¿Por qué no pueden salir y decir que son magos?- Aura iba con los Evans en su auto camino a la feria, nunca antes se había subido a uno y le pareció muy divertido cómo funcionaban los vidrios, que con una palanca se pudieran bajar y subir.

-Se le llama Estatuto Internacional del Secreto Mágico, empezó hace muchos siglos, pero principalmente por la caza de brujas en los siglos XV y XVI. Para protección de ambas comunidades se firmó este estatuto en el año 1692. Si bien, sus mandatarios, como lo son el presidente o alcalde, saben de nuestra existencia pero todo es meramente profesional- eso era lo único de historia que le interesaba a Aura, no entendía el porqué de dicha ley, pero Albus Dumbledore estaba de acuerdo, y nadie le refutaba nada a Albus. Y menos Aura que lo veía como un ejemplo a seguir, desde pequeña siempre quiso ser como él.

Algo que avergonzó mucho a James, es que en su primer día en Hogwarts, Aura fue corriendo a abrazar al profesor Dumbledore mientras daba su discurso, claro que él lo tomo con mucha alegría.

Un rato después llegaron a la feria. Y Aura jura que fue la primera vez que vio sonreír a Petunia. Lily les pidió a sus padres algodones de azúcar para las tres y ellos aceptaron gustosos, incluso compraron para ellos.

-Este es el tipo de magia que nosotros tenemos, pon un pedazo en tu boca-

Aura imitó los movimientos de Lily, con tres dedos tomó una bola del morado algodón, lo puso en su boca y sintió como se deshacía dejando un sabor muy dulce en su lengua. Abrió los ojos en grande y metiendo otro pedazo en su boca se emocionó aún más. Los padres de Lily la miraron divertidos.

-¡Por Merlín! ¿Cómo sucede esto?- Lily comentó que era magia, y sus padre estuvieron de acuerdo, por lo que Aura fascinada siguió comiendo.

Pasaron por varios juegos, montañas rusas, unas tazas giratorias y un juego con pistolas laser. El juego que menos disfrutó Aura fue uno de carritos mecánicos, supuestamente tenía que manejarlos y chocar con la gente que andaba en otros carritos, pero sólo chocaba contra la pared porque no podía controlar su carro. Lily se burló de ella el resto del día.

Cuando el sol empezaba a ponerse, la familia Evans subió a la Noria, yendo el Sr. Y la Sra. Evans con su hija Petunia en un espacio. Y Lily y Aura en otro. Cuando estuvieron en lo más alto, Aura juró que era la vista más hermosa que nunca antes había visto, quería ir a casa y decirles a sus padres lo hermoso que era desde arriba, los colores en el cielo y como éstos se reflejaban en el lago.

Lily sonrío satisfecha mirando la emoción en los ojos de su amiga. Con cuidado, de su bolsa rosada sacó una cámara instantánea, le explicó rápidamente a Aura cómo funcionaba.

Se posicionaron de forma que le daban la espalda al maravilloso paisaje, Lily tomó en alto la cámara, abrazó a su amiga y sacó dos fotos. Una para ella, y la otra para su amiga. Y aunque no se moviera, era una foto especial para Aura.

James, amo a tu hermana. •Sirius Black•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora