¿Malinterpretar?

186 21 4
                                    

-Señorita Kohler, no debe malinterpretar...

Ariadne quiso ser sarcástica en esos momentos, pero se lo guardó. Necesitaba ser completamente profesional para lidiar con la situación. Además, estaban en un lugar público.

-¿Malinterpretar? ¿Me está diciendo que esto se puede malinterpretar? - profirió mostrándole las fotografías.

-Puedo explicar...

-¿Explicar qué? ¿Qué ocultó información valiosa sobre mi paciente? ¿Qué tuvo el descaro para mentirme y hacerme quedar como una estúpida ingenua? - sus gritos inundaron el lugar. Cualquiera, juraría, que Ariadne era una esposa celosa reclamándole a su marido el hecho de revolcarse con otra.

La respiración de Ariadne era errática. Necesitaba utilizar toda su fuerza de voluntad para no golpear a ese hombre hasta la muerte. ¿A caso no tenía idea de lo importante que era esa información? Cualquier cosa, por más mínima que fuera, podría afectar la salud mental de Zareck. En especial, algo tan cruel como lo que había visto.

-Ari, no vale la pena que peleemos por esto...

-Claro. De por sí, mi paciente ya está desquiciado, ¿cierto? - preguntó con sarcasmo, a la vez que su enojo iba en aumento.

-No hago referencia a ello.

-¿A qué se refiere entonces? - su voz sonó más amenazante en esos momentos.

La gente que iba pasando se los quedaban viendo, tal vez, curiosas al escuchar sus gritos. Ahora, parecían mirarla como si ella fuera una perra celosa. Lo que le faltaba.

-Deme una buena razón para no llamar a mi padre en este preciso momento e informarle la manera en la cual usted administra el hospital, - estaba segura de que sus ojos estaban brillando. - Porque si hizo esto con mi paciente, no dudo que existan casos similares.

Ariadne descubrió razgos de terror en el semblante del hombre.

-Ari, eso sería innecesario...

-Deme una razón, - volvió a pedirle con voz firme.

El hombre se mantuvo en silencio durante algunos momentos. Sus ojos se enfocaban únicamente en el suelo de la pequeña cafetería, como si las baldosas fuera un rompecabeza que tuviera que armar.

Llevaba las de perder en aquella situación. Por supuesto que casos de abuso a los pacientes se habían reportado. Y en cada uno de ellos, el silencio era algo imperativo. Era algo común. Cualquier persona podía perder los estribos al tratar con un loco, incluso el mejor psiquiatra. Sin embargo, el caso de Zareck Gallagher era realmente atroz y brutal.

Ella estaba segura que el oji azul no habría podido moverse, mínimo, en una semana debido a los golpes recibidos. Y por más que lo interrogó, éste nunca dio señales de querer aportar la verdad. Pero, eso la llevaba a una nueva pregunta. ¿Quién era ese hombre? ¿Quién era el antiguo psiquiatra de Zareck?

El hombre suspiró derrotado. Esta vez, tendría que ceder a lo que la chica deseara.

-¿Una buena razón? - preguntó en voz baja, y su mirada se trabó con los ojos de Ariadne. - Imagino que cualquier información acerca de Zareck Gallagher le parecerá importante, -pausó. -Puedo conseguirle el video del juicio.

-¿Usted tiene acceso completo a él? - le preguntó Ariadne, curiosa.

El mayor asintió suavemente.

-Puedo entregárselo mañana mismo si desea, - afirmó.

Ariadne pareció meditarlo unos cuantos segundos. Aunque realmente, la propuesta de por sí era buena y tentadora. Pero, con Zareck todo era tentador y cada cosa sobre él siempre era de vital importancia. Ver el juicio podría decirle algo que ella hubiese pasado por alto durante el tiempo que estaba con el chico. O, podría escuchar algo que Zareck hubiese afirmado y que ahora negaba rotundamente.

Era importante ver ese video.

-Me parece bien, - dijo y levantó las fotografías. - Pero, yo me quedaré con estas.

-Como usted guste, señorita, - le dijo el hombre sin vacilar. No deseaba, y no iba a iniciar una nueva discusión.

Ariadne terminó de ver como el hombre recogía los documentos y no se inmutó. Tampoco, era como si el hombre se mereciera su ayuda.

+ + +

Los ojos azules, que lamayoría de las veces estaban completamente vacíos, se encontraban rebosantes de un brillo maniático. Se mecía de adelante hacia atrás con insistencia, mientras dejaba ver una espectral sonrisa sobre sus labios.

Estaba realmente fascinado con lo que escuchaba. Realmente, embelesado.

-Acábalos, acábalos, acábalos.

Era una orden. Una firme voz que le ordenaba que hacer y a la cual, él jamás se atrevió a desobedecer.

-Los maté, sí... los acabé como pediste. Lo hice... - murmuró con humor, casí en forma de un regocijante cántico. - Te dije que haría cualquier cosa. Cualquier cosa... ¡Lo hice! - exclamó emocionado.

Una sonrisa escapó violentamente de sus labios. Al principio, cualquiera diría que el chico lloraba. Sin embargo, las carcajadas de regocijo fueron más que obvias. Una risa que parecía salida de una pelicula Gore, donde el destripador se reía de sus actos.

Continuó haciendo lo mismo durantes algunos minutos, hasta que sus pulmones le exigieron aire y los llenó por completo de aire. Una respiración tranquilizadora. Finalmente, se acostó sobre el suelo del cuarto acolchado.

-Lo hice ¿verdad? - preguntó a la nada en un susurro. - Duele... duele bastante, - pausó unos cuantos momentos y su mirada se tornó completamente triste. - Tuve que enterrarlas... ¿Para que quiero las memorias si tengo que repasarlas en soledad? - volvió a preguntar en un susurro. - Además, se suponía que nadie debía saberlo. Pero, ¿sabes? - sus ojos se cristalizaron. - Es mejor estar loco y encerrado, que estar libre y olvidado. Al menos, aquí no estoy solo. El demonio es un problema pero...

Sonrió ampliamente, mientras de nuevo, rastros de demencia esculpían sus facciones.

-Tengo una psiquiatra sumamente sexy que acabará contigo tarde o temprano. Ella me escuchará, yo lo sé.

Después de esas palabras comenzó a reír por segunda vez. Sin embargo, algo había cambiado en su forma de reír. Algo...

____________________________________________________

Mis más sinceras disculpas por subir un capítulo tan corto, pero esa es la razón por la cual decidí subir dos de ellos esta semana. Espero que les guste :) lamento haberme perdido.

Sonatilla De Muerte(Libro N°1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora