Una rosa roja. Ese era el regalo que Zareck le había dado a Uriah en su décimo quinto cumpleaños. Aquello no era normal en un chico de esa edad y menos tomando en cuenta que Zareck era el hermano mayor de Uriah.
Se sacó las gafas y masajeó sus sienes con los dedos. Sus ojos se dirigieron hacia el reloj de color platedo que estaba sobre la pared. Las 9:18 de la mañana. Había estado desde la tarde del día anterior viendo algunos de los videos que se hallaban en la portátil de su paciente.
Había podido descifrar la personalidad de los amigos de Zareck y todos ellos aparentaban normalidad y Zareck lucía realmente normal cuando estaba en compañía de ellos. Sin embargo... Uriah llegaba a actuar, en muchas ocasiones como un niño, tal vez esa era la razón por la cual el castaño lo sobreprotegía en ciertas ocasiones.
—Zareck no era un adolescente normal, — se dijo a sí misma, mientras se recostaba en el sillón de su sala. — No podía serlo.
Tal vez, cuando miró las fotografías en la sala de aquel hombre no lo notó, pero ahora que podía ver como era Zareck en distintos momentos de la vida cotidiana, se había percatado de que él no pudo haber sido una persona normal.
Zareck cambiaba de actitud cuando estaba con Uriah. Se había dado cuenta que sus sonrisas se volvían forzadas en presencia del menor e incluso su semblante se ensombrecía. Ahora estaba claro que el comportamiento extraño de su paciente sólo iba dirigido a Uriah.
¿Por qué, si eran hermanos?
En los vídeos que había visto, el chico se mostraba realmente calmado y casi feliz cuando gozaba de la compañía de los gemelos y otros muchachos. Pero, dicha actitud cambiaba cuando Uriah entraba en su campo de visión.
—Zareck era realmente normal cuando Uriah no estaba.
Eso, le hacía pensar que el hermano de Zareck era la causa principal de los asesinatos ocurridos aquel día en el Tamesis. La pregunta ahora era por qué. Si Zareck se preocuapaba tanto por el chico de cabellos rubios, ¿Por qué querría asesinarlo?
—Tal vez, la muerte de sus padres si juegue un papel importante en el comportamiento de Zareck, — se dijo en voz baja.
Sus ojos volaron brevemente sobre la pantalla del ordenador del chico. La mayoria de los archivos contenían un nombre. Zareck, al parecer, era un chico muy ordenado. Sin embargo, mientras leía, se dio cuenta de que había un archivo en word.
Sin Título.
Hizo doble clic sobre el ícono y en la pantalla se desplego una hoja llena de palabras que se repetían una y otra vez. Siguió bajando y encontrando las mismas palabras. Una plana macabra que describía lo que el chico había sentido aquel día.
"DETESTO A ESA PERRA. DETESTO A ESA PERRA. DETESTO A ESA PERRA."
Aquello realmente la había paralizado. Habían ocho páginas llenas de la misma plana macabra. Sin embargo, ahora tenía material para avanzar en el caso de Zareck. Sin querer, se había sacado la loteria. Ese escrito e decía mucho sobre el castaño.
Deslizó el cursor hasta el final, sólamente para encontrar unas letras en mínuscula, casi ilegible, como una promesa silenciosa.
"Quiero matarla."
Tal vez, aquellas palabras eran un deseo que jamás se cumplió... ¿O era una confesión de la retorcida mente del chico? Y esas palabras la confundieron un poco más, puesto que no iban dirigidas al hermano de Zareck, sino a una mujer.
¿Era una mujer la causa de los asesinatos?
Ariadne dejó que su cabeza descansara sobre el respaldar del sillón sobre el cual estaba sentada. Las pastillas que había tomado no habían surtido efecto en ningún momento. Estaba realmente arta de aquel dolor.
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Sonatilla De Muerte(Libro N°1)
Mistero / ThrillerCuatro cadáveres, uno de ellos era femenino. Sin embargo, aún no se explicaba como Zareck Gallagher había asesinado a su propio hermano a sangre fría. No obstante, a sangre fría se que quedaba realmente corto para lo que sus ojos habían visto en aq...