Paracetamol 〔Yoonmin〕

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Y es que Jimin estaba frente a un chico. Pero no cualquier chico.

El hermoso abogado Park. Luciendo tan varonil como siempre, con ropa fina y perfume caro. Como si fuera una película de adolescentes, a la escena le hacía compañía un lujoso carro negro.

Yoongi aprieta su mandíbula, mejillitas estaba sonrojada y acomoda un mechón de su corto cabello detrás de su oreja.

-Con que tú eres TaeTae.

Susurra para si mismo mientras decide ignorar la estúpida escena.

ੈ✩‧₊

Jimin sale corriendo directo a la entrada principal, ansiaba poder ver al abogado Park. Justo antes de llegar, pasa sus manos por el cabello, alisa la falda y camina más relajado, para no verse desesperado.

Se enoja un poco cuando se da cuenta de que su abogado ha llamado la atención de más de una chica, pues ellas tenían la delantera. Jimin solamente algo entre las piernas que seguramente no le gustaría al señor Park.

- ¡Hey! Mírate, me alegra verte así.

Jimin siente sus piernas derretirse. No puede evitar fisgonear hasta el más mínimo detalle.

- Jimin, ¿pasó algo?

No reacciona hasta que la mano del mayor se posa sobre su hombro. No sabe que ha dicho ni cuanto tiempo estuvo en su nube, por lo que se limita a asentir para no hacer el ridículo.

- Puedes contarme camino a casa de tu tía, vamos.

¿Contarle qué exactamente? Joder.

Observa al abogado subir al auto, da un vistazo hacia atrás buscando alguna señal de Taehyung, pero no es así. Sube a la parte del copiloto y cierra la puerta con cuidado. El auto no tarda mucho en ponerse en marcha.

-Y bien, ¿qué pasó?

- ¿De qué?

Jimin lo mira de reojo con una mueca confundida, no entendía nada.

-Dijiste que ocurrió algo, ¿qué?

Mierda, Jimin, inventa algo rápido.

- ¡Oh! Sí, sí... Mi móvil se ha perdido...

- ¿Es lo que pasó?

-Sí, sólo eso, no importa.

ੈ✩‧₊

Durante todo el viaje, Jimin se la pasó en las nubes. Observando la manera en que el abogado se concentra para manejar correctamente. Sus gestos, las cosas que traía en su auto, incluso la estación de radio que estaba puesta, y que, sin embargo, el volumen estaba abajo.

De pronto el auto se detuvo, Jimin frunce el ceño y mira hacia afuera, patalea al ver la casa de su tía frente a ellos. Luego se da cuenta de su acción infantil y voltea poco a poco a ver a Jay.

- ¿todo bien?

. . .

- Li sienti, indi in lis nibis. Eres estúpido, Jimin.

Se daba un regaño a si mismo por su extraño comportamiento el día de hoy. Entra y avienta los zapatos a donde caigan, junto a su mochila y se deja caer en el sofá.

-Jimin, querido, ¿cómo te fue?

-He perdido mi móvil, tía. Casi no pude estar con Tae.

-Seguro no es todo. ¿No hubo nada bueno durante el día?

Jimin sonríe recordando que sí, efectivamente fue más que eso.

ੈ♡‧

 -No es un iPhone, pero te servirá para que hables con tus nuevos amigos, ¡además las llamadas son mejores!

La tía de Jimin había encontrado una solución, momentánea, al problema de Jimin y su incomunicación. Jimin insistió que podía usar el portátil para chatear, pero al final del día, su tía entró con un teléfono fijo, de esos que salen en las series de los 80's.

Pasó alrededor de cuarto horas haciendo que funcionara y lo dejó solo para que pudiera contar sus chismes.

Como seguramente ella lo hacía.

El chico se tira en la cama mirando el techo. No tenía ganas de mucho. Andaba en las nubes desde que vio a Jay Park, su ardiente aboga...

El nuevo teléfono en su habitación sonaba como loco, ¿quién podría ser? Levanta la bocina desconfiado.

- ¿Hola?

- ¡Jimin! Tu tía me mandó tu nuevo número.

- ¡No es mi nuevo número! Es el numero de la casa.

- ¿Tu casa tiene celular?

- ¡Taehyung! Sabes a lo que me refiero...

-Deja ese humor de lado, Jimin. Al menos puedes pasar toda la noche llamando a tu móvil y reclamarlo.

- ¿Jimin? Jimin, ¿sigues ahí?

Pero Jimin había colgado desde que Tae le encendió el pequeño foco de las ideas.