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- Siempre, una pequeña parte de las papas deben ir dentro de la hamburguesa, Yoongi. Incluso creo que eso viene en la biblia.

- ¿Eres loco? Las papas se disfrutan por separado o los sabores se van a perder.

- ¿Quién eres para decir aquello? Tú no sabes nada.

Yoongi alzó su dedo medio frente a Hoseok mientras comía el resto de su hamburguesa. Tomó un poco de soda y eructó lo más fuerte que pudo, haciendo reír bastante alto a Hoseok.

Oh... como desearía no haberlo hecho.

Escuchó un "qué desagradable" y cuando se dio la vuelta listo para defender sus derechos, se encontró con la imagen de mejillitas en la mesa detrás de ellos, pero no iba sola. Ella volteó y sus miradas se conectaron, la mirada de Yoongi viajó hacia su acompañante y luego hacia las bolsas sobre la mesa, luego volvió a ella, pero ahora una espalda tapaba su campo de visión. Al parecer el chico se movió un poco para tapar a Jimin,

¿Quién mierda era ese?

Cuando volteó, Hoseok lloraba un poco, al parecer el perro había muerto, pero reencarno en otro perro. Yoongi se quedó un poco distraído con la película y cuando recordó que debía irrumpir en la posible cita de Jimin, ya no estaban.

- Vámonos, Hoseok. Debemos investigar algo.

- ¡Pero nuestro helado!

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Por otra parte, el abogado Park estaba confundido por la forma tan desesperada en que salieron del comedor, Jimin caminaba rápido entre los pasillos del centro comercial con dirección al estacionamiento.

- Jimin, Jimin, espera.

El chico detuvo su paso y bajó la mirada, seguro el abogado pensaría que era inmaduro huir así de un problema tan pequeño, porque, ¿qué de grande tenía no decirle a Yoongi que es hombre?

Suspiró y se disculpó con una sonrisa.

- Si quieres contarme, puedes hacerlo, si no, está bien, pero camina más lento.

Jimin asintió y caminaron juntos hacia el auto, de pronto la felicidad de tanta ropa nueva volvió y casi se pone a saltar por ahí. En cuanto llegaron al auto, el abogado puso las bolsas en la cajuela y subió, Jimin ya se encontraba con el cinturón listo para partir.

- ¿Recuerda que le conté de Yoongi? Bueno, él estaba allí...

- Si tan difícil te es decirle, ¿por qué no se lo das a entender? Con acciones, ya sabes.

Jimin río entre dientes.

- ¿Ir con una erección por ahí?

- Demasiado directo, Park.

Rieron y dejaron el tema de lado, iban charlando sobre lo rica que estuvo la comida, sobre que ya no tenía ni un peso y que esperaría paciente a la época de rebajas. Hubo unos segundos de silencio, ya habían charlado de todo, hasta que la curiosidad de Jimin fue grande.

- Abogad... digo, Jay, ¿tienes pareja? Di-digo, es guapo y eso...

Park río y negó con la cabeza.

- No tengo mucho tiempo para eso, Jimin. Quizá te parezca que a mis veintiséis años ya debería tener algo serio por ahí, pero realmente no quiero... problemas.

- ¿Problemas?

- Llegamos, vamos, te ayudo con las bolsas.

El abogado le dedicó una sonrisa antes de bajar e ir por las bolsas, al menos las que podía cargar, y Jimin llevó lo que faltaba. Con trabajos abrieron la puerta y dejaron todo sobre el suelo, Jimin se quitó los zapatos para entrar mientras el abogado iba a cerrar el auto. Colocó todas las bolsas en la sala y comenzó a sacar todo, feliz.

- Veo que te urge estrenar todo eso.

Jay entró a la sala y tomo asiento en el sillón individual.

- Sí, todo es muy bonito. Siempre me tenía que ir con la ropa en rebaja y desear que la de los aparadores estuviera pronto en bajo precio.

- Pienso que aunque te pongas algo de hace cuarenta años, te verás muy bien, tienes ese porte de todo me queda excelente.

Jimin se sonrojó y alzó los hombros sin una respuesta a aquello.

- ¿Quiere que le modele un poco?

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Hoseok y Yoongi estaban frente a la casa de Jimin, porque sí, habían conseguido seguirlos.

Esperó a que nadie saliera de nuevo de la casa para poder acercarse un poco, esperaba que las cortinas le dejasen ver, aunque sea algo, pero no fue así; sin embargo, algo parecido a un gemido se escuchó dentro y las ganas de llamar a la puerta y arruinar el momento que seguramente estaban disfrutando las dos personas dentro.

Ahora deseaba a mejillitas más que nunca, se sentía inalcanzable, y eso era un reto para Min Yoongi.

Hoseok palmeó su hombro para ya poder irse. 

Paracetamol 〔Yoonmin〕Donde viven las historias. Descúbrelo ahora