Paracetamol 〔Yoonmin〕

holding us

— ¿Listo, Jimin?

— ¡Ya voy! — gritó desde el baño.

Jay rió y Taehyung negó con la cabeza.

— Se durmió tarde por los estragos de la bicicleta.

El abogado se sonrojó un poco. Imágenes empezaron a llenar su cabeza. No quería saber nada más. Cambió la platica.

— ¿Ustedes regresan pasado mañana?

— Sí, ustedes vayanse tranquilos. Jaewon dijo que vendría con Dean.

— Estarás en buenas manos entonces.

Jimin salió del baño. Portaba un vestido rojo, casual y bonito. De tirantes finos, en el pecho había cuatro botones pequeños en vertical, ahí había una separación y seguía la caída de la falda del vestido, hasta un poco arriba de sus rodillas. Lucía inocente, bello.

En la mano portaba sombrero pequeño, adornado con un listón rojo. Pequeño y coqueto como todo él en ese momento.

Ambos chicos en la habitación se quedaron boquiabiertos.

— ¿Vamos?

Llevaban diez minutos sin poder hacer check out en el hotel.

— Van a tardar un poco más. El sistema se cayó.

Jimin hizo un puchero. Esperaba poder pasear un poco con el abogado antes de que el vuelo partiera.

— Vayan a tomarse unas fotos o algo. Esperaré para poder irnos cuanto antes.

Jimin salió con Taehyung a la playa, se tomaron unas cuantas selfies. Jimin se sentía incómodo con los golpes en su rostro.

Jugaban un poco mojando los pies en el agua que llegaba por las olas. Se veían tan unidos y en su mundo, que nadie se atrevería a molestar.

Y menos esperaban que fuese él.

— Park.

Jimin volteó enseguida, sus ojitos estaban abiertos exageradamente por la sorpresa. Caminó unos pasos hacia atrás por el miedo de ser golpeado.

Yoongi no sintió remordimiento.

Todos esperaban a que el pálido dijese algo, pero ni Yoongi sabía qué estaba haciendo ahí. Jimin le causaba incomodidad.

— Yoongi...

××××

— ¿Listos chicos?

Jay ya tenía todo listo para partir. Jimin asintió y le dio un abrazo fuerte a Taehyung. Este acomodó el sombrero de Jimin y le dio un beso con cuidado en la frente.

— Ve por él — susurró refiriéndose al abogado.

Jimin lo miró mal antes de subir al auto que Jay había rentado cuando llegó a Jeju.

— El vuelo no tardará mucho en salir. A penas y llegáremos a tiempo...

— ¿Había algún lugar al que quisieras ir?

Jimin lo pensó un poco pero al final negó.

Jay vio su celular. No había mensaje alguno de su secretaria, un rato más no afectaría. Tomó el camino erróneo para el aeropuerto. Jimin lo volteó a ver con la duda en su rostro.

No era ni medio día y quería que Jimin volviese feliz.

— Tomemos el vuelo de la noche y vamos a pasear, ¿quieres?