Paracetamol 〔Yoonmin〕

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*Nota: la historia está pasando por una revisión, en este capítulo hay una palabra mal escrita que he decidido dejar así por los comentarios que generó. Me dio mucha risa. 

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Yoongi voltea enseguida escucha aquella voz tan dulce, la sonrisa sale, sola, la bonita, la cálida, la natural. Jimin ante esto, no puede evitar sonreír de la misma forma y se sienta a su lado en la banqueta, están unos momentos en silencio, nadie sabe cómo empezar a charlar.

En realidad, Jimin no sabe como decirle la verdad a Yoongi y Yoongi no sabe como expresar sus sentimientos sin asustarle y de nuevo lo evite.

Ambos suspiran al mismo tiempo, cosa que los hace reír.

- Jimin... - Yoongi gira un poco su cuerpo para poder mirarla de frente – me gustas, ¿bien? Me gustas mucho.

Jimin siente sus mejillas teñirse de color rojizo, baja la mira, pues su pecho se siente cálido y al mismo tiempo culpable. Yoongi sigue hablando.

- Deja de evitarme, por favor o acaso el chico con que el que estabas... ¿sales con él?

- ¡No! No, es una persona que me ayudó en un mal momento, es todo. Nos hicimos cercanos.

Un brillo de esperanza se vio en los ojos de Yoongi, entonces se levantó, ya con el buen humor de vuelta y extendió su mano a Jimin.

- Vamos, déjame invitarte algo de cenar.

Jimin sonrió y aceptó la mano del pálido mas no la quitó, se sentía fría y su manita cálida quería que no fuese así.

- No puedo, tengo invitados en casa...

- ¿Mañana?

Jimin lo pensó un poco. Debía decirle en este momento, era ahora o sufrir más en un futuro, pero no podía, no ahora que su mano se sentía tan bien envolviendo la suya.

Un día más no haría diferencia, ¿cierto?

- El lunes.

Yoongi asintió, no muy conforme con la respuesta, pero feliz de que mejillitas parecía no querer huir más.

- El lunes, Jimin.

Y se despidió con un suave beso en la mejilla rechoncha de su amada mejillitas.

Jimin entró a su casa queriendo fritar, pero seguro Yoongi podría escucharlo, corrió a la sala y hundió su rostro contra un cojín y sacó toda la emoción que su pequeño cuerpo contenía.

- ¿Qué ocurrió? ¿le dijiste?

Jimin sale de su escondite.

- El lunes me va a invitar algo de cenar, creo, o de comer... no sé. Pero va a comprar algo para mí.

- ¿Le dijiste?

Jaewon se mete a la charla.

- Nos tomamos la mano, fue poco tiempo, pero fue hermoso, ya saben, esos pequeños choques eléctricos...

- Dios, no le dijiste.

Taehyung se da la vuelta y le avienta un cojín. Jaewon vuelve a su lugar en un ricón del sofá grande y pone play al episodio primer episodio de la tercera temporada de Beverly Hills 90210.

- ¡No se pongan así! ¡Les estoy hablando emocionado por que tomó mi manita y a ustedes sólo les importa eso!

- Si con "eso" te refieres a tu pene, Jimin, creo que si es importante dado que no creo que Yoongi quiera tomarlo, así como tomó tu mano.

- ¡Eres un idiota! – Jimin lanza el control de la televisión hacia Jaewon – Yo sé cómo hacer esto, ¿bien? Tengo todo el día de mañana para pensar cómo se lo voy a decir. Y si no se lo digo, voy a aceptar las consecuencias que vengan. Así que les pido su apoyo en esto y no cuestionen mis decisiones.

- Oye, no escucho -se dirigió Taehyung a Jaewon- ¿puedes subirle más a la tele?

Subió todo el jodido volumen, pero Jimin supoque sus amigos habían aceptado su decisión en silencio.