Paracetamol 〔Yoonmin〕

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Una orden de restricción después, Jimin ya estaba listo para ir a vivir con sus tíos al fantástico Daegu. 

Pudo recuperar algunas cosas de su guardarropa femenino. Visitó muchas rebajas de la época y algunas tiendas de segunda mano, en donde por cierto encontró cosas más hermosas que las que pudiera encontrar en una tienda de marca con precios más allá de sus posibilidades.

Era su primer día en la universidad y ansiaba por usar las prendas que tenía elegidas desde hace mucho tiempo: una falda en tono violeta con un suéter lindo y un broche a juego.

Usaba sus airpods, en estos sonaba "chocolate" de Day6.

Un poco de brillo en los labios, se sonríe al espejo y busca su bolso con maquillaje para esparcir una capa delgada de rímel en sus pestañas.

Hermoso, así se siente.

Luego de un beso en la mejilla a su tía, sale casi saltando de felicidad por esta nueva etapa en su vida: vivía en un hogar donde no era mal visto por sus gustos, la universidad con gente nueva, gente que no le juzgaría.

Y lo mejor es que Taehyung estaría con él.

La puerta se alzaba frente a él. El nombre de la universidad estaba en lo alto y las personas entraba y salían. La facultad de Tae se encontraba un poco lejos, pero habían quedado de verse en el almuerzo.

Hasta ahora había pasado desapercibido, nadie le miraba mal, ¡al contrario! Jura haber recibido una que otra mirada coqueta de un par de chicos.

Su móvil sonando le sacó de la burbuja en la que se había metido imaginando su nueva vida y los nuevos amigos y amigas que conocería.

Era un mensaje de texto, del abogado Jay, como le gustaba que le dijeran.

"¡Suerte en tu primer día, Jimin! No olvides que nada es mejor que ser tú mismo"

Las mejillas de Jimin se tiñeron de un color rojizo, no era un secreto que el abogado era un chico caliente, varonil y sobretodo: caballeroso. Nunca hizo a un lado a Jimin, descartado como un caso resuelto, no.

Siempre le mandaba textos preguntando como es que se encuentra, si ha comido bien y si es feliz en su nuevo hogar.

De nuevo se había metido en su burbuja y no se dio cuenta cuando sus pies se encontraron con un cuerpo sobre el pasto, provocando que Jimin cayera hacia adelante, por instinto sus manos trataron de amortiguar el golpe, pero eso no amortiguo de ninguna manera la vergüenza que sentía.

Se levanta de manera rápida, recordando que usa falda y que si alguien ve lo que hay abajo podría llevarse una gran sorpresa.

Sus rodillas estaban mojadas, por el agua que tenía el pasto tan temprano por la mañana, maldijo un poco por lo bajo y giró para ver la cosa que le había hecho caer.

Pero... Definitivamente no era una cosa.

Tirado en el pasto, descansando como si estuviera en plena playa tomando el sol, había un chico –al que definitivamente le faltaba un baño de sol por lo pálido que lucía– mirándole con el ceño fruncido.

Mierda, era demasiado guapo para la salud mental de Jimin.