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Jimin

No tenía nada de malo que el abogado me acompañara a elegir un par de prendas íntimas, al final, todos usamos, ¿no?

No tardé demasiado, sólo lo suficiente. Quizá un poco más.

Ahora mi estomago sonaba desesperado por comer algo, quizá la hamburguesa más grande que encontremos.

¿Mi dinero? Mi dinero se estaba yendo al caño, pero estaba feliz.

— ¿Tienes hambre, Jimin?

Preguntó Jay como si hubiese leído mi mente.

¿Y si él sí podía leerla?

"Si me escuchas, di que quieres pene"

Me reí bastante alto por mi pensamiento, provocando una mirada confundida de mi abogado.

Dios.

¿Y si me había escuchado?

"Lo siento, lo siento"

Negué sacudiendo mi cabeza, era imposible y yo tonto.

Seguramente hice gestos tontos, ahora parecería raro, ¡estoy hablando en mi cabeza!

— ¡Jimin!

Unas manos sostuvieron mis hombros y volví a la realidad, estaba a punto de chocar contra un aparador.

— De pronto pensé que estabas siendo poseído, hacías caras feas.

Hice un puchero, Jay me dijo feo...

— ¿Vas a querer comer o no?

— ¡Sí! Muero de hambre...

×××

Yoongi

Quiero una hamburguesa, Yoongi.

Hoseok había cambiado de idea al rededor de cuatro veces.

— Bien, vamos por tu hamburguesa, pero si al llegar al local cambias de opinión, te doy de comer tus propias bolas.

Su amigo asintió con cuidado y se dirigieron al lugar, Burger King, delicioso.

Había un paquete perfecto para cuatro personas, Hoseok no tenía fondo.

Nuestra orden estuvo lista en cuestión de unos minutos, al terminar volveríamos por nuestro helado. Con la mirada hicimos un rápido escaneo del lugar para encontrar una mesa perfecta: sin niños, sin parejas cerca, sin señoras gordas.

Y ahí estaba, una mesa perfecta situada entre una mesa con un trabajador solito, en la mesa del otro lado, un par de estudiantes con sus libros fuera y la mesa trasera y delantera estaban vacías.

Hoseok se sentó a mi lado para poder ver la televisión.

— Come.

Le di un codazo cuando se quedó embobado por la película, al parecer de un perrito jugando con su dueño en una granja.

×××

Jimin

¿Puede sólo ponerle la carne y queso? Sin todo lo que lleva de más.

— Claro que sí. ¿Papas y bebidas grandes por mil doscientos wones más?

— Por favor.

Pagué y esperamos nuestra orden, realmente quería devorar todas las hamburguesas del lugar.

— Luego de esto ya terminamos, ¿verdad Jimin?

— Síp, ya no tengo ni un peso, señor Park.

— Jay, Jimin.

— Jay.

Se dedicaron una sonrisa, de esas en las que parecen ser las dos únicas personas en el mundo, hasta que la empleada decide interrumpir con la orden.

Nos sentamos en cualquier lugar que estuviese vacío, Jay puso las bolsas sobre la mesa y comenzamos a comer.

En la televisión había una película de perritos, la ignoré, las películas con perritos siempre hacen llorar.

Abrí mi hamburguesa en busca de pepinillos intrusos o cualquier cosa desagradable...

¡Te tengo! Quité la cebolla con ayuda de la servilleta.

— ¿Quieres que vaya a cambiarla?

De algún modo, Jay ya llevaba la mitad de la suya.

— No, siempre pasa, no me cuesta quitarla, gracias.

Limpié con mi dedito lo que la servilleta no quitó y lo limpié. Puse un par de papas dentro de mi hamburguesa y le di una enorme mordida.


Paracetamol 〔Yoonmin〕Donde viven las historias. Descúbrelo ahora