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Las luces del departamento están apagadas, lo único que alumbra es la luz de la ciudad que se cuela por el ventanal enorme de aquel piso lujoso.

Y tirado en el piso, con la espalda contra un costado del sofá, está el abogado Park. Su única compañía son un par de latas vacías de cerveza y una botella de Vodka a medias.

Y las lágrimas que humedecen su rostro.

No hace ruido alguno, las lágrimas caen por sí solas. De vez en cuando bebe directamente de la botella y de nuevo su vista se pierde en un punto cualquiera.

Lo extraña.

Lo extraña como nunca antes lo había extrañado. Antes había podido bloquear el recuerdo, no pensar en él, pero desde la llegada de Jimin fue imposible no pensar en su hermoso chico.

Por primera vez en mucho tiempo deja salir un sollozo y luego otro, hasta que se suelta a llorar con dolor, desesperación; incluso parece que las luces de la ciudad de apagaron y ahora Jay se hunde en la obscuridad.

En su viaje a New York, esperó verlo, esperó toparlo por casualidad.

Pero no fue así, y ni siquiera lo buscó.

Tal vez nunca volvería a verlo, quizá su pequeño lo odiaba.

Toma de la botella, esta vez no le importa el ardor en la garganta, está mal, está triste, está roto. Lo necesita, piensa que nunca podrá encontrar una calidez como al que sentía en sus brazos, en sus labios, y llora más fuerte, y bebe con ganas. Pero el dolor no se adormece, el dolor sigue, y tal vez nunca desaparezca. Sólo se hace más grande, más presente.

Lo había perdido y era su culpa. No luchó, no intentó.

No tenía derecho alguno con el amor.

Estar con Jimin sólo había sacado todos los sentimientos del cajón.

"Jimin no es él" se decía.

"Pero se siente como si lo fuera" se respondía a si mismo.

Más llanto, más alcohol.

Más dolor.

Ni siquiera puede ponerse de pie, está muy ebrio, sus sentidos están nublados y ni siquiera puede controlar las ganas de llorar y de desaparecer de una vez por todas, de poder volver el tiempo atrás y elegir amar antes que traicionar, de ambicionar.

Lo necesita, y el lugar se vuelve más oscuro, más profundo y se siente a hundir, siente como es jalado hacia el fondo. Ni siquiera lucha, entonces llora más fuerte hasta que su no está consciente de cuanto tiempo lleva ahí tirado en el piso, pero tiene sueño. Y duerme.

Pero no deja de llorar. 


Paracetamol 〔Yoonmin〕Donde viven las historias. Descúbrelo ahora