Abrí dicha ventana dejando pasar a Hunter, agarré su casco dejándolo con delicadeza sobre la mesa al lado de mis libros y volví a cerrar la ventana después de que entrase.
—Hola de nuevo enano.—susurró acercándose a mi oído.
—Hola.—de hecho ya no me molestaba que me llamase enano.
Se acercó más a mi para besarme pero yo le hice la cobra dejándolo con cara de póker y a pesar de que quería reírme, me aguanté. Le hice una señal para que se sentase en la cama a lo que obedeció dudoso.
Al sentarse, rápidamente para no comenzar a reconcomerme la cabeza sobre si hacerlo o no, me senté a ahorcajas encima suyo. En su mirada se veía la sorpresa y la lujuria, sabía que le ponía que me hiciese el activo, que le diese guerra.
No nos besamos, porque no le dejé, hasta que yo no junté nuestros labios. Mordió mi labio inferior levemente haciendo que abriese la boca y ahí comenzamos a mover nuestras lenguas al compás.
Con la mano derecha le agarraba el cuello mientras con la izquierda cogía con fuerza su brazo. Él dirigió una de sus manos a mi trasero y lo apretó considerablemente, haciendo que soltase un pequeño gemido sin separar nuestros labios.
Noté mi cara arder de vergüenza pero no dejamos de besarnos, se separó de mi haciendo que notase un vacío enorme y empezó a chupar y lamer mi cuello.
—Ah...—susurraba al notar como succionaba y mordía con considerable fuerza, además de como empezó a apretar mi culo y a tocarme la cintura.
Llevé su boca de nuevo a la mía y empezó a mover las caderas, pude notar un bulto rozando tanto mis partes como mi trasero, hecho que me comenzó a poner duro a mi también.
Involuntariamente, yo también comencé a mover las caderas muy suavemente mientras él iba dejando marcas en mi cuello y en mis clavículas. Ambos gemíamos débilmente por el cálido ambiente sexual que había.
Se levanto conmigo encima y me tumbó en la cama, quedando el sobre mi. Su mano se metió por debajo de mi camiseta al igual que la mía. Toqué cada músculo su torso deleitándome con su perfecto cuerpo.
Estábamos en un perfecto estado, uno muy erótico y sentía dolor en mis partes por el roce del calzoncillo contra mi erección.
Oí un leve gemido por parte de Wolfgang cuando llevé mi mano a su paquete, comenzando a tocarlo por encima y notando como mordía aún más fuerte mi cuello por la excitación que llevaba.
—Mierda Liam... me pones demasiado.—susurró en mi oído calentándome considerablemente pero no me sobre salté hasta que me imitó tocándome por sobre el pantalón.
No pude evitar alzar la cadera buscando más de él, queriendo que me tocase aún más. Sin duda alguna quería sentirlo dentro de mi.
Me incorporé por órdenes suyas y le besé el cuello lenta y tortuosamente, escuchando los suspiros de placer que yo le estaba proporcionando.
En un rápido movimiento me tumbo de nuevo esta vez bocabajo, me asustó al principio pero cuando se hecho sobre mi sin dejar peso me calenté aún más. Sentía su erección rozar mi culo mientras me tocaba y me lamía el lóbulo.
La tensión sexual era clara y ambos queríamos dar el siguiente paso.
Sin que se lo esperase levanté mi cadera notando aún más su pene sobre mi, deseaba que se quitara los pantalones, estaba esperando para quitármelos yo también.
—¡Liam Merino voy a entrar a la habitación así que si hay algún apuesto chico ahí contigo... pues no sé pero no quiero ver nada de lo que arrepentirme!—el grito de mi madre a través de la puerta hizo que me separara de Hunter inmediatamente.
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Enano [Gay +18]
RomanceSi eres nuevo en un instituto lo único que quieres es pasar desapercibido y con suerte hacer algún amigo. Eso era lo que Liam pretendía pero... ¿qué pasa cuando el chico más temido te habla? ¿O peor aún cuando se convierte en tu mayor soporte? "-Ere...