—¡James, Liam! ¡Mañana empieza semana santa! ¡Una semana sin venir a esta cárcel infernal!—gritó Lisbeth nada más vernos entrar por la puerta de la cafetería.
—¡Cállate rarita!—alzó la voz un tío hiper musculado de la mesa de los "populares".
—Sí.—comenté riendo al ver la alegría de esta.—¿Qué vais a hacer?
—Nosotros iremos con nuestros padres a una casa en la montaña que tenemos, lo de cada año vaya.—informó Mike señalando a su hermana.
—Yo la pasaré en un viaje junto a mis hermanos y mis padres en Jamaica, siempre hemos querido ir.—James sonrió pensando en aquel viaje, asentí interesando.
—Yo estaré con la familia del novio de mi madre en Sevilla.—la cara de aburrimiento de Ariel me provocó una pequeña risa.—¿Y tú?
—¿Eh? Bueno... yo me quedaré aquí con mi madre.—encogí mis hombros pero en seguida cambiaron de tema lo cuál me alivió, no me gustaba comentar el poco dinero de mi familia y las escasas vacaciones que nos podíamos permitir.
Habían pasado unos días y ya era 13 de Abril. Durante este período de tiempo nuestra relación, entre los cinco en general, se había hecho más cercana y ya los consideraba amigos.
Hunter y yo decidimos no hacerlo público, por mi, por mis malas... experiencias se suponía que tenía un pequeño trauma y me daba miedo contarlo y que comenzaran a meterse conmigo como en el antiguo instituto a pesar de que sabía que mi novio no iba a dejar que pasase eso...
Mi novio.
Sonreí tontamente al recordar que podía llamarlo así, llamando la atención de cierto chico mulato que me miraba con las cejas alzadas.
—Tú estás saliendo con alguien.—susurró Ariel pero claro, a Lisbeth no se le escapa ni una y abrió los ojos con una mezcla de sorpresa y emoción, esta chica se emocionaba por todo.
—¡¿Tienes novia!?—gritó llamando la atención de un par de cotillas desubicados, además de la de Hunter y quise darme de hostias ahí mismo al ver que me miraba divertido por saber qué iba a contestar.
—S...sí, algo así... más o menos.—tartamudeé sin saber bien que decir mientras notaba como el de pelo azabache se reía, claramente me había escuchado... ya que estaba literalmente en la mesa del al lado.
—¡Madre mía! Pensaba que serías de los que no tienen novia hasta los cuarenta.—auch.—¿Como es? ¿Guapa? ¿Cuerpo? ¿Te trata bien? ¿Es buena persona? ¡Oh! ¿Es feminista? Dime que no es homófoba.—la pelirroja comenzó a bombardearme con preguntas bajo la atenta mirada de los tres chicos.
—Sí... es guapo¡A! Es guapa...—quise pegarme por decir guapo y corregir con una a al final.—bueno... en realidad es guapísima, es perfecta, me trata como si fuera un rey, es la mejor persona que jamás podáis encontrar, es imposible que sea homófoba y no se si es feminista...—me quedé dubitativo ¿Hunter era feminista?
—Oye... ¿tiene hermanas?—le di una colleja a James por ese comentario.—Perdón, perdón.
—¿Y porqué es imposible que sea homófoba?—Ariel alzó una ceja, este chico sabe algo seguro.
Hunter no puede ser homófobo, está saliendo conmigo y yo... pues eso... supongo que soy homosexual. Pero no podía darles ese motivo así que tuve que utilizar otro.
—Es bisexual.—me encogí de hombros.
—¿Quiere un trío?—volvió a hablar James llevándose un golpe por parte de la pelirroja.
—¡James! Que sea bisexual no significa que quiera hacer tríos a punta pala.—exclamó Lisbeth, lo que le agradecí.—¡Yo quiero hacer un trío y no soy bisexual!—no pude evitar escupir el agua de la risa que me había entrado.
—¿Quieres hacer un trío?—le preguntó, otra vez el adicto al sexo de James.
—Sí.—afirmó ella.—Ah pero no contigo, prefiero los chicos más... escuchimizados... ¡Como Liam!—auch de nuevo.
—¿Qué mierdas es escuchimizados?—habló Ariel con cara de confusión extrema.
—Escuchimizados, ya sabes.—Ariel negó obvio.—Como delgados, no muy altos, tímidos... ¡ya sabes!
Vi como Hunter se levantó de la silla y comenzó a caminar hacia nosotros, interrumpió la conversación entre Lisbeth, Ariel y el entrometido de James antes de pasar de largo.
Me miró.
—¿Te vienes? Ya casi es la hora.—sonrió de medio lado, asentí y me levanté.
Al comenzar a caminar pasó su mano por mi cintura pero la aparté de inmediato, asustado porque alguien pudiera vernos.
—¿Te puedes relajar? Esto también lo hacen los heteritos.—noté cierto tono de molestia en su voz y me sentí mal conmigo mismo.
Sabía que no debía importarme el qué dirán, pero sí me importaba y no quería cagarla nada más entrar en un instituto, el primer año y ser el centro de atención por ser maricón y encima enrollarme con Hunter Wolfgang, no gracias.
Quizás sí que estaba siendo demasiado egoísta, realmente no le había preguntado a Hunter en ningún momento qué le parecía eso de ocultarlo, simplemente lo dejé claro.
Suspiré pesadamente, con ese sentimiento de culpabilidad, y me senté junto a mi novio cuando llegamos a clase, lo miraba de reojo y podía notar que no apartaba su vista de el exterior.
Me sentía mal, sí, pero no podía contarlo además... él no me había dicho nada, no se había quejado. Quizás él también quería ocultarlo.
Bufé y hundí mi cabeza entre mis brazos apoyados en la mesa, quedándome profundamente dormido escuchando la voz del profesor hacerse cada vez más lejana.
El tacto de una mano sobre mi pelo, acariciándolo suavemente hizo que abriese los ojos débilmente viendo a Hunter con una medio sonrisa.
Fruncí el ceño y aparté su mano de mi pelo ¿y si nos veía alguien? Llevábamos desde que comenzamos a salir así, el me mostraba cariño en el insti y yo lo apartaba.
No podía arriesgarme a que nos vieran.
Se sonrisa se borró a pesar de que lo intentó disimular y en sus ojos se veía la decepción pero no me decía nada, así que pensé que eran imaginaciones mías.
Me levanté y nos dirigimos a la siguiente clase, después de un par de horas se acabaron y Hunter me llevó a mi casa.
•••
Capítulo corto, estoy teniendo problemas con el móvil que tengo ahora (uno antiguo ya que me robaron mi móvil) peeeero os prometo que en una semana y media publico otro capitulo.
Love you guys<3.
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Enano [Gay +18]
RomanceSi eres nuevo en un instituto lo único que quieres es pasar desapercibido y con suerte hacer algún amigo. Eso era lo que Liam pretendía pero... ¿qué pasa cuando el chico más temido te habla? ¿O peor aún cuando se convierte en tu mayor soporte? "-Ere...