13.05.19
Abrí los ojos notándolos pesados e hinchados, me dolía la cabeza y me sentía mal... muy mal.
Al levantarme observé como mi cuerpo no quería moverse, quería permanecer en la cama arropado y tapado para siempre. Pero no debía hacer aquello, no podía esconderme solo por el hecho de que me habían roto el corazón sin explicación alguna...Si pude soportar lo de mi antiguo instituto podía aguantar aquello, solamente ya no estaba acostumbrado al disgusto de tener que ir cada mañana sabiendo que iba a ser un infierno.
Quizás estaba siendo exagerado, quizás no era para tanto, pero yo lo veía así. Yo creía que el mundo se me acababa junto a Hunter, había significado muchísimo para mi tanto en mi vida social como la personal ya que Wolfgang fue quien me hizo aceptarme como homosexual, o como mínimo a aceptar que también me gustan los hombres.
Desayuné, no por que quisiera sino por obligación de mi madre, debido a que el anterior día no había comido ni cenado nada. Me preparé, lo justo y necesario para no parecer un muerto viviente y comencé mi camino hacia el recinto escolar.
Al llegar al aula, me paré en seco, no me esperaba lo que estaba viendo. Agarré tan fuerte las correas de la mochila que me empezaron a doler los dedos pero no era nada comparado con como comenzaba a sentirme.
Después de pasar la puerta, decidido a sentarme al lado de mi exnovio para pedirle explicaciones, lo vi... besándose furtivamente con la animadora de la cual aún no recordaba el nombre. Abrí los ojos, sin saber bien que hacer, solo me quedé allí quieto, inmóvil hasta que pude observar como dirigió su mirada hacia mi y se separó de inmediato. En aquel momento decidí que si iba a ser un cabrón, porque lo estaba siendo, no dejaría que me notase afectado.
Solté la mochila en mi lugar, que era al lado de Hunter provocando un estruendo que hizo que la chica me mirara mal, muy mal.
—Apártate, este es mi sitio.—dije como nunca le había hablado antes a nadie, con cierto desprecio y rencor.
—Resulta que ahora me siento yo aquí.—su sonrisa perfecta me puso nervioso, provocándome una rabia interna que nunca había sentido, di un golpe en la mesa.
—Aparta.—susurré amenazante, en ese momento me sentía empoderado pero me duró poco ya que cuando cedió y me encontré a solas con el de pelo azabache me sentí como una hormiga.
Sus casi dos metros no ayudaban, me sacaba más de una cabeza y medio cuerpo ya que él estaba considerablemente más musculado que yo. Agaché la cabeza fingiendo buscar algo en la mochila, a decir verdad la rabia no se había esfumado, entonces supe que no era hacia ella sino hacia él y me odié por ello. Me odié por sentir rabia hacia la persona que amaba.
—Dime una cosa...—solté de repente, intentando con todas mis fuerzas que mi débil voz no se quebrase.—¿Porqué? ¿Que te he hecho yo para que me dejes así?—le pregunté, cerrando el puño intentando concentrar el dolor en una parte del cuerpo para evitar llorar delante suyo.
—Me he cansado de ti.—susurró después de demorarse unos segundos en contestar, una respuesta simple y sencilla.
—Vale.—fue la última palabra que le dirigí, la última palabra que pensaba dirigirle.
Respiré hondo varias veces, disimuladamente, porque notaba mis ojos arder y un nudo formarse en mi garganta.
Las siguientes tres horas no pude pensar en otra cosa que no fuera Hunter, y sus palabras diciendo "me he cansado de ti". Y efectivamente, comencé a echarme la culpa de la ruptura. Pensaba que había hecho algo, que la había cagado y que por eso ya no me quería.
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Enano [Gay +18]
RomanceSi eres nuevo en un instituto lo único que quieres es pasar desapercibido y con suerte hacer algún amigo. Eso era lo que Liam pretendía pero... ¿qué pasa cuando el chico más temido te habla? ¿O peor aún cuando se convierte en tu mayor soporte? "-Ere...