11.

5.4K 687 73
                                    

Dependiendo los votos y comentarios que tenga este cap subiré el siguiente hoy mismo por la noche tarde ;)



Cuando despertó a su lado agradeció que él aun continuara durmiendo.

Fue entonces que lo observó con una sonrisa dolida en los labios, pues al final había terminado lastimada, pero consciente de que nunca le diría, aun si a ella misma le costaba su corazón roto.

Ezra no lo merecía.

No luego de haber vivido frente a dos personas que a pesar de que se amaban, no habían sido destinadas a estar juntas. Lo había visto en el rostro de la madre de Ezra, cada que salía la conversación de su hermano, o cuando veía a su esposo irse a dejar flores a la tumba del amor que le correspondía al hombre que le había dado una vida feliz y agradable.

Ezra no lo merecía.

No porque sabía que, aun así, Ezra hubiese sido capaz de dejar a su destinado por ella. Lo sabía. Pero no lo quería. No se conformaba con media versión de él como su madre. No se conformaba sabiendo que algo dentro de él estaría muerto por siempre. Y aquello era lo mejor.

Deslizó delicadamente un mechón del cabello del alfa hacia un costado, observando sus facciones relajadas y sin poder evitarlo, depositó un casto beso en la mejilla que tenía expuesta, pues se encontraba de costado, mirando hacia ella.

–No puedo pedirte que renuncies a un amor destinado –le susurró al recordar la noche anterior luego de que se habían unido por última vez –No me convertiré en tu madre.

Lo observó por última vez antes de tomar valor y levantarse.

Quizás era egoísta de su parte, quizás Ezra nunca la perdonaría por haber, en cierto punto, roto también su corazón. Pero ella siempre había sido consciente y más que realista frente al hecho de que tarde o temprano podría suceder y en cierto punto, agradecía que se hubiese dado antes de que su relación se hiciera más complicada de lo que ya era.

Si, salía con el corazón roto, pero por lo menos estaba más que segura que con el tiempo lograría recomponerlo.

Sabía por otro lado, que si hubiese actuado como la madre de Ezra, que a pesar de que tenía afecto por la misma, no compartía los mismos pensamientos, nunca se perdonaría a ella misma. No se veía capaz de atar a Ezra a ella solo por su egoísmo y sus caprichos. Por su "amor".

Ella siempre había sido consciente de que amar no significaba atar, algo que la madre de Ezra ciertamente nunca había creído. Lo seguía viendo en la mirada del padre de Ezra cada vez que los veía o visitaba la casa junto con Ezra. El vacío, la desesperación de haber perdido a quien todo su cuerpo y alma reclamaban, aun luego de tantos años de haber partido se reflejaban en el hombre que, a pesar de todo, ponía todo su empeño en que sus hijos y su mujer fueran felices. Y la verdad era que ella no se sentiría siquiera capaz de soportar algo así a la larga. Viendo cómo se destruía el alfa por no poder estar junto a la persona que se le había predestinado.

Quizás si en un momento de la noche se vio más que tentada a decirle que se quedara a su lado, que no la abandonara y sabía que Ezra accedería. Aceptaría quedarse con ella si se lo hubiese pedido. No le haría aquello.

Se dio una ducha rápida, percatándose recién en aquel momento que, por lo borrachos y ensimismados en sus propios sentimientos, no se habían cuidado. Maldijo por lo bajo, pero aun así se mantuvo más que firme a su decisión, por lo que una vez que terminó de ducharse, se vistió con la misma ropa y depositó otro casto beso en su mejilla y acarició delicadamente su cabello antes de irse sin saber que Ezra se había despertado con el sonido de la ducha de la habitación del hotel en el que habían terminado.


***


Cuando escuchó finalmente la puerta de la habitación fue que abrió los ojos y suspiró, sintiendo un nudo en su garganta, aun si sabía que lo mejor había sido lo que había decidido hacer. Sabía que Evelyn se merecía a alguien que estuviera con ella por completo y él, en aquel momento, era imposible ya que lo estuviera, aun si lo deseaba con todo su corazón.

Había encontrado a su destinado y aunque en cierto punto le había dado la sensación de que Oliver no se había percatado de ello, sabía que su alfa no estaría conforme con nadie más que con aquel pequeño omega que encontró y defendió por casualidad.

Fue entonces que se acostó boca arriba en la cama y cruzó uno de sus brazos por delante de los ojos, sintiendo cómo las últimas lágrimas caían de su rostro. Era frustrante.

Y con un gruñido ahogado se sentó en la cama, observando el desastre que habían dejado, pues luego de llegar a aquel hotel, habían ordenado más comida aun y bebidas, las cuales en aquel momento se encontraban desperdigadas por todo el lugar, consciente que tendría que pagar por los daños ocasionados.

Se sacudió los cabellos con algo de fuerza y bostezó antes de levantarse y decidirse a tomar una ducha rápida al igual que Evelyn lo había hecho minutos atrás y cuando salió del mismo ya cambiado con la misma ropa que había llevado el día anterior, se sorprendió de ver un carrito con el desayuno hecho y una pequeña nota en él.

Se acercó y tomó el pequeño cartelito, descubriendo la inconfundible letra de Evelyn.


Gracias por todo Ez.

Espero que disfrutes del desayuno. No debes de preocuparte por la cuenta del hotel, ya me he encargado de dejar todo pago, inclusive todo lo que hemos causado en la habitación. 

Te ama. 

Evelyn.


Ezra tragó grueso y no hizo más que abollar entre una de sus manos aquella pequeña nota. ¿Por qué? ¿Por qué era tan injusta de decirle aquella palabra justamente en aquella pequeña nota? ¿Por qué nunca se la había dicho más que para despedirse?

Sintió una ira y una impotencia que sabía lo acompañarían por algunos días, quizás meses, quizás años. No lo sabía, pero dejarla ir era doloroso, frustrante, y lo hacían sentir ciertamente un vacío nuevo y para nada agradable.

La amaba y nunca podría negarlo, aun si había encontrado a su omega destinado. Aun si debía renunciar a ella por su propio bien. 

Un amor entre rosas y espinas [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora