Un amor entre rosas y espinas [TERMINADA]

5.

Nuevo cap que espero que disfruten, comenten y voten n.n

–¿Te encuentras mejor? –le preguntó el alfa mientras conducía a uno de los hospitales más cercanos, o por lo menos aquello era lo que creía, y lo miraba de reojo.

Oliver solo se limitó a asentir con la cabeza. Había quedado embelesado por la belleza de aquel coche deportivo que en su vida creyó que podría montarse en uno.

Ezra, sin que el pequeño Oliver lo viera formó en su rostro una sincera y tierna sonrisa al ver lo pasmado que se encontraba y sintió como su alfa dentro de él se regocijaba con tan solo haber sido capaz de ver aquella expresión hermosa que se pintaba en su rostro. Y sin poder evitarlo quería saber más del pequeño omega que estaba llevando a que lo revisaran.

–Dime, ¿Cuál es tu nombre? Claramente sabes el mío, pero aún no me has dicho el tuyo.

Oliver entonces volvió su mirada a él y pareció pensarse el decirle su nombre.

–Oliver.

–¿Oliver?

–Oliver –asintió formando en sus rosados labios una sonrisa que derritió cada célula de su ser y su alfa pareció desfallecer dentro de él.

Parecía tan tierno, inocente y dulce que Ezra se vio ciertamente en una lucha por evitar saltar sobre aquel pequeño cuerpo y querer protegerlo de todo peligro y de todos. Acunarlo entre sus brazos hasta que los años y la muerte lo reclamaran.

–¿Solo Oliver? –preguntó entonces formando en su rostro una leve sonrisa y Oliver rio también.

–Oliver Christopher Smith. Pero todos me conocen por Oliver.

–¿Smith?

–Si, muy común, ¿no?

–Para nada –rebatió el alfa siendo plenamente consciente que Smith era, como había dicho Oliver, un apellido muy común.

Escuchó una vez más la risa melodiosa, que parecía cantos de sirenas para su cuerpo y alma.

–Y dime Oliver, ¿Cuántos años tienes?

Lo vio entonces ciertamente incómodo y Oliver desvió la mirada de él, enfocándola en sus manos unidas sobre su regazo.

–Veintitrés.

Ezra ciertamente se sorprendió por su edad y no ver marca ya de dientes en la unión de su cuello y hombros; un lazo, pues ciertamente para él era algo inconcebible que tan bello omega aun estuviera libre.

–Creí que eras más joven –comentó entonces sin siquiera pensarlo y Oliver lo miró ciertamente alarmado, lo que provocó que de los labios de Ezra se escapara una risa –Porque aun no llevas marca y los omegas suelen, mayoritariamente, ser marcados jóvenes –se defendió, comprendiendo luego de haberlo dicho que no había mejorado la situación, pues vio a Oliver ciertamente herido por sus palabras –Tampoco quise...

–Lo sé –le cortó Oliver sin mirarlo y borrando por completo su leve sonrisa de su rostro –Siendo omega mi trabajo es solo satisfacer a algún alfa y darle ciertamente algo que no puedo.

Ezra lo miró sin comprender las ultimas palabras que el omega dijo, pero, se vio con la necesidad de volver a defenderse.

–No estoy de acuerdo con eso. Nadie tiene la obligación de satisfacer a nadie que no quiere, aun si hay un lazo de por medio. Solo lo he dicho porque me ha llamado la atención de que, sin ofender, tan hermoso omega estuviera libre de algún alfa, o por lo menos, de un lazo que lo una. Aunque tranquilamente podrías tener una pareja beta. El beta que te ha ayudado a terminar de cambiarte ciertamente parecía preocupado por ti.

–Colin es solo un amigo –le contestó llevando su mirada a la ventana, por donde veía la ciudad iluminada con luces artificiales y la soledad de un noche ciertamente fresca y oscura.

Ezra liberó el aire que sin siquiera notarlo había estado reteniendo en sus pulmones, pues ciertamente a pesar de que lo había comentado, su alfa hubiese entrado en cólera si hubiera escuchado que aquel beta que se había acercado una vez había salido de donde había dejado a Oliver para preguntarle cómo se encontraba el omega, fuera su pareja.

Oliver por otro lado, vio claramente cómo pasaban por delante del hospital más cercano, por lo que se giró y señaló hacia fuera.

–Te has pasado –le informó y Ezra miró en aquella dirección.

–No iremos a ese. Es demasiado precario.

–¡Pero...! –intentó quejarse.

–Iremos a uno en que te atiendan de inmediato –le interrumpió y el silencio volvió a reinar, sintiendo la preocupación de Oliver por todo el ambiente –No te preocupes –le dijo entonces, pues sentía aquel sentimiento como si fuera incluso suyo –Te llevaré donde te atenderán de primera.

–Pero, no tengo tanto dinero como para...

–Yo me haré cargo de las cuentas.

–Pero ¡No es justo! –exclamó con cierta desesperación, pues no esperaba deberle nada a aquel alfa.

Ezra lo miró de reojo, viendo claramente que el omega no se encontraba de acuerdo con su decisión y supuso que también había sido porque había decidido por sobre él.

–Siento no haberte consultado –comenzó –Pero en el hospital de mi madre te atenderán rápidamente y sin problemas. También te dirán a ti qué es lo que puedes llegar a tener a diferencia de muchos otros hospitales que hacen como si el omega no existiera si se presenta con un alfa o con quien fuera –intentó defenderse.

Oliver por su parte lo miró a los ojos y sin necesidad de haberlo hecho, sabía que Ezra no lo había hecho por maldad o por considerarse superior al ser alfa, sino porque había considerado que era lo mejor, así que sin más, dejó que este se dirigiera al hospital de su madre, sin saber siquiera cual era y asombrándose al ver que se trataba del más lujoso que había en la ciudad. Devolviéndole a su mente unos recuerdos que había preferido mantenerlos en lo más profundo de su mente, sin recordarlos. Aun así, no dijo nada y acompañó unos pasos por detrás al alfa, que bajó del coche una vez estacionó en la cochera subterránea y subieron por el elevador. 

¿Qué creen que sucederá con estos dos?