15.

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Aquí nuevo capitulo!!!! Espero que lo disfruten n.n 




–Así que en verdad eres tú –comentó con cierto desagrado su compañero omega, despreciándolo con la mirada.

Oliver lo miró sin saber a qué se refería.

–¿Disculpa? –preguntó, lo que hizo que el omega frente a él rodara los ojos con expresión altanera.

–Había tenido mis dudas –siseó como una serpiente mientras que paseaba su dedo índice por la mesa –El suertudo que fue defendido por Ezra Parrish eres tú ¿no es así? Todos sabemos que Evelyn Roth es la pareja de él y yo, como muchos en sus seguidores deseamos que se quede así ¿lo has entendido? –terminó mirándolo con cara de pocos amigos, dejando en claro que no eran simplemente palabras –Te sorprendería saber lo que pueden hacer sus seguidores si se llegan a enterar que un perdedor como tu sale o siquiera se siente atraído hacia él.

Oliver tragó grueso, sabiendo que lo que decía no era ningún juego. Sabía que las palabras de su compañero eran más que una simple amenaza y no deseaba probar lo que podía hacer un omega como él completamente desquiciado. Ya había tenido suficiente en su vida como para agregar más sal al asunto y la verdad que no quería perder su tiempo con un omega o con varios completamente salidos de sus orbitas.

Oliver siempre había odiado los omegas sumisos como él, pero a los que más detestaba eran a esos otros que se creían dueños de todo lo que veían o tocaban, aunque aquello luego significara perder.

Helmer, su compañero era uno de esos altaneros que le gustaba gritarle a los cuatro vientos que era un omega y no se sentía cohibido por ello y mucho menos afectado. Él sinceramente en un tiempo había sido así, o había querido ser, hasta que todo se vio manchado por sangre y oscuridad.

–No tienes de qué preocuparse –habló entonces y miró por encima de su hombro, a su compañero beta –Yo... No he tenido... nada que ver con...

–Que Evelyn Roth se acercara a hablarte nos dice lo contrario –le cortó, viendo claramente cómo apretaba una de sus manos y las hacía un puño sobre la mesa –¿Sabes los meses que hemos pasado aquí y deseamos con todo nuestro ser que alguno de ellos dos nos registre? Y tú –lo denigró con la mirada –Un omega que ni siquiera desprende las feromonas necesarias, no estuvo ni un mes aquí y habla sin problema alguno con la actriz del momento, ¿sabes cómo nos hace sentir?

No le iba a contestar celosos, porque de seguro le terminarían encestando un golpe allí mismo y una vez más se quedaría sin trabajo, pero era claro que aquello era lo que sentían ellos dos en aquel mismo momento. Lo sentía incluso en las feromonas que el omega había comenzado a desprender.

No contestó y el omega golpeó con fuerza la mesa, consciente de que nadie se encontraba allí. Oliver agradeció aquello.

–¡Dime! –le gritó y su compañero se acercó tomándolo de la muñeca.

–¡Hel! ¡Cálmate! Tampoco es para tanto.

El omega entonces se giró mirándolo con los ojos bien abierto y se zafó del agarre del beta.

–¿Qué no es para tanto? –le escupió –Esta mierda –continuó gritando y señalándolo –Tiene la vendita suerte de cruzarse por "casualidad" con ellos y no hace más que restregárnoslo en la cara –gruñó, lo que provocó que el beta rodara los ojos con cierto cansancio.

–Tampoco es para tanto Helmer, no creo que lo haya planeado siquiera, como has comentado antes, él –lo miró –No tiene pinta siquiera de tener las luces suficientes –no iba a comentar que se sintió ofendido ante aquel comentario, pero apretó las manos, sintiéndose impotente en aquel momento, como muchas otras veces.

El omega rio seco, creyéndose poco las palabras de su amigo y se volvió a girar.

–Te lo advierto –lo rebajó con la mirada –Vuelve a ver otra noticia de tu con alguno de ellos y juro que no tendré piedad.

Oliver tragó grueso, aún con las manos apretadas a cada lado de su cuerpo.

¡No tenía derecho alguno de decirle que hacer o no con su vida, ni mucho menos con quien o no se juntaba, aun si quería al alfa lejos de su vida por lo que le provocaba!

–Me niego –dijo entonces y enfrentó al omega con la mirada –Tengo tanto derecho como tú de cruzarme y hablar con quien se me venga en gana –se defendió, creyéndose incapaz de que aquellas hubiesen salido de sus labios.

Su compañero entonces formó en su rostro una sonrisa algo desfigurada que le dio pavor.

–¿Qué has dicho? –preguntó casi nasalmente, pues parecía contener el aliento.

Su otro compañero, detrás de Helmer, pareció ciertamente sorprendido ante su cambio de actitud y también cansado, pues por lo que Oliver había oído, Helmer había tenido ciertos problemas con otros que habían trabajado allí y por ello, cada dos por tres, su puesto había estado vacante. Lo que no había entendido aun era porqué se iban los otros y no hacía echar a Helmer, que ciertamente parecía que no tenía su mente sana, en lo absoluto.

–Lo has oído perfectamente –le contestó con el miedo recorriéndole cada parte de su cuerpo, pero sintiendo cierta ira hacia aquel omega que lo único que provocaba en él era que quisiera golpearlo, como sabía que Helmer también quería hacer.

–¡Maldito engreído de porquería! –exclamó con enojo y lo vio levantar una de sus manos, dispuesto a encestarse un golpe, pero el mismo nunca llegó.

David lo había detenido, aun si llevaba entre sus brazos a Evelyn, quien parecía sufrir un fuerte dolor abdominal, pues lo cubría con ambos brazos y lloraba.

Oliver abrió los ojos de par en par, al igual que sus compañeros.

–No dejaré pasar esta escena una vez más –gruñó David soltando la mano de Helmer –Cuando vuelva tú y yo –continuó sin dejar de mirar al omega –Tendremos una seria charla –miró entonces a su compañero beta –Encárgate de cerrar el lugar en seguida Mendel –le ordenó, quien asintió sin rechistar, acatando la orden del alfa que ciertamente destilaba molestia por cada poco de su piel.

Luego lo miró a él

–Tú me acompañarás al hospital –dijo sin más comenzando a caminar hacia la puerta para salir del lugar.

Oliver se quedó parado, sin saber qué hacer.

–¡Para hoy Oliver! –le gritó David, quien luchaba por abrir la puerta y él pareció reaccionar ante aquel grito, por lo que rápidamente fue a ayudarlo y pedir un taxi que los llevara directo al hospital. 

Un amor entre rosas y espinas [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora