36.

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Y he aquí un nuevo capitulo que espero disfruten, comenten y voten n.n




El celular comenzó a sonar y fue aquello lo que lo sacó del trance y de lo que estaba a punto de hacer.

Observó la figura ya casi desnuda de Oliver debajo de él y pesar de que el olor aún era intenso y asfixiante, con lo poco de cordura que logró reunir, mordió con fuerza su antebrazo, lo que provocó un gran dolor en él y ayudó a mantenerse lúcido.

-¿Quién está siendo condescendiente ahora? -susurró con una sonrisa triste en sus labios y se levantó, viendo que Oliver dirigía su mirada hacia él, clavando sus ojos esmeralda algo acuosos, pues había comenzado a llorar en silencio.

Se acomodó los pantalones, sintiendo su miembro completamente despierto, pero sabiendo que aquello no podía suceder y entonces alcanzó su celular, el cual había terminado a unos metros de ellos, junto con el abrigo que le había prestado a Oliver, con su brazo sano.

Vio claramente el número de su padre y sin más atendió.

-¿Qué sucede? -gruñó y se apoyó contra la pared intentando aun calmar su respiración.

Llevó su brazo herido hacia su pecho, intentando que saliera la menor sangre posible, mientras intentaba calmarse e irse para el hospital a que le atendieran la herida.

-¡Hijo! -exclamó su padre del otro lado y lo único que provocó en Ezra fue que rodara los ojos -Necesito que te acerques a la casa. Hay algo que quiero mostrarte.

Ezra levantó una de sus cejas, sabiendo que, si su padre decía aquello, nada bueno podía salir de ahí.

-¿Para qué?

-Solo ven, ¿vale? -fue lo único que le dijo y le cortó, lo que hizo que Ezra mirara el teléfono, sintiéndose incapaz de aceptar que su propio padre le había cortado y gruñó incoherencias por lo bajo, antes de suspirar con resignación y mirar entonces a Oliver, que se había incorporado y vestido.

-Tengo que irme -le dijo entonces y guardó el celular en el bolsillo de su pantalón, para luego agacharse y tomar su saco con el brazo sano -Freya me ha dicho que lo mejor es que pases unos días en tu departamento, porque aún tendrás algunos efectos de tu celo, como ha sucedido -comentó sin dejar de mirarlo y viendo claramente cómo Oliver evitaba a toda costa mirarlo -Si necesitas algo tienes mi número -terminó dispuesto a irse, pero Oliver lo tomó de saco cuando pasó a un lado de él.

-¿Por qué? -preguntó entonces sin levantar la mirada y Ezra lo miró de reojo.

-¿Por qué, qué? -cuestionó y se giró lo suficiente para quedar enfrentado a Oliver.

-¿Por qué eres así? -cuestionó mientras las lágrimas comenzaban a caer por sus mejillas -Eres amable, caballeroso, bueno y... Y aun así no eres... mi destinado... -hipó y como pudo se limpió las lágrimas que caían aun y levantó la mirada, viéndolo.

Ezra entonces sonrió débil.

-Quizás no seamos ese tipo de "destinados" -dijo con énfasis en las comillas -Pero eres mi destinado Oliver. Lo sentí en cuanto te vi, sentí que mi mundo no seguiría girando si no estaba a tu lado, sino te protegía, si no te amaba. Fue como una sensación de alivio y placer. De unión, más allá de sentir es atracción por un supuesto destinado. Quizás si, no estamos destinado a estar juntos por esas tontas leyendas que nos cuentan de niños. Quizás si, en algún momento, tú o yo, encontraremos a ese "destinado", pero eso no dejará de provocar en mí lo que siento por ti. Eres la calma de la tempestad de mi vida y nada, ni siquiera esa fantasía del destinado será capaz de apagar ese sentimiento en mí. Eres lo que he estado esperando toda mi vida -llevó sus manos a las mejillas del menor y limpió el resto de las lágrimas que quedaban en su sonrosado rostro y le sonrió levemente -Y no quiero que ese sentimiento que tengo por ti te obligue a unirte a mí. No quiero a alguien unido a mi porque es mi "destinado" o porque el otro lo sienta como una obligación. Te quiero y como he dicho, esperaré y lucharé incluso conmigo mismo si es necesario, pero no quiero lastimarte y sé que, si sigo aquí en el estado en que te encuentras, podría lastimarte -dejó caer sus manos -Llámame en cuanto necesites algo, vendré lo más rápido que pueda -terminó y antes de marcharse acarició dulcemente su cabeza.

Un amor entre rosas y espinas [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora