Si en estos momentos tuviese que definirme con una palabra sería TON-TA. ¡Soy tonta! En serio, tengo a mi ídolo solo para mí durante un par de minutos y no soy capaz de aparentar ser una persona con dos neuronas activas. No quiero ni pensar qué idea se habrá llevado de mí. Una chica que no es capaz ni de articular un hola correctamente... Que no puede mirarlo sin hiperventilar... ¿En serio soy tan patética? Lo soy. ¡Lo soy!
Amanda está dentro ahora. Espero que le vaya mejor que a mí. Dios mío, ¡qué vergüenza! Si pudiera, ahora mismo compraba un billete a una isla desierta donde escapar de mis pensamientos. Lo peor de todo es que tengo recuerdos de por vida. La foto. Ese maldito recordatorio en el que salgo con cara de lagarto atropellado mientras un bellísimo Raúl luce la mejor de sus sonrisas.
Esta foto no la puede ver nadie. Es la evidencia de mi torpeza, de mi incapacidad para ser una persona normal en situaciones poco comunes. Ay, quiero llorar. Pero ni eso puedo. Aquí hay demasiadas personas y bastante he hecho ya el ridículo. No pienso superar mi nivel de patetismo hoy.
Menos mal que queda el concierto. Y yo tengo primera fila... Espero que Raúl no me recuerde, no quiero sumar más vergüenza de la que ya tengo encima. Si es que soy tonta. Tonta.