Reacciona

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Reacciona. Vas a parecer tonta. Te ha hecho una pregunta. La educación es responder. ¿Hola?

- De acuerdo, seré tu guía - respondo diez siglos después de que él formularse la pregunta.

- ¡Genial! Por lo pronto, déjame ayudarte a llegar hasta tu casa. No puedes ir así por Barcelona - me dice mientras alarga su mano para ayudar a levantarme.

- No te preocupes. Mi amiga Amanda está aquí. Hablaré con ella ahora e iremos a mi casa a cambiarme de zapatos.

- ¿Estás segura que no necesitas ayuda?

- En serio, estoy bien.

- De acuerdo, pues te veo esta noche en el concierto. Por favor, no te vayas cuando termine. Busca a Jack, mi guardaespaldas, y dile que me busque.

- Ok, eso haré.

Como si de un sueño se tratase, Raúl se evapora en cuestión de segundos. Sola, aún con la razón nublada por lo que ha pasado, cojo el teléfono y marco el número de Amanda.

Pasan varios minutos hasta que la veo llegar. Le explico todo y ella se queda con cara de poker. Le repito que todo es verdad, que no me lo estoy inventando. Ella piensa que miento. Le juro por mi familia que es cierto. Ella sigue creyendo que me pasa algo. Finalmente, accede a creerse la historia cuando le digo que tenemos que esperar al final del concierto.

- Cómo sea una broma tuya y haga el ridículo por tu culpa, te mato - me amenaza mientras volvemos a casa en bus.

Ya tengo zapatos nuevos, en realidad aquellas botas marrones que no encontraba esta mañana y que ahora, por arte de magia, he visto al segundo detrás de la puerta.

Listas para disfrutar del concierto, Amanda y yo volvemos a tomar el bus. En tan solo 20 minutos estaremos en el estadio. Los nervios vuelven al estómago en forma de mariposas molestas.

Cincuenta sombras de Mendes Donde viven las historias. Descúbrelo ahora