El barco zarpa. Nos acompaña aquel señor entrado en canas que antes conversaba con Raúl. Ni siquiera hubiese notado su presencia de no ser por sus gritos preguntando si queremos algo de comer. Raúl le contesta que no necesitamos nada.
Me acerco lentamente hasta la proa. Ya empiezo a notar un poco los vaivenes. Me quedo mirando fíjamente como esta parte delantera del barco en forma de cuña corta las aguas en su marcha. De pronto, noto como Raúl se acerca por la espalda y rodea mi cintura con sus musculados brazos. Olfateo su perfume. Dios, ¿por qué es tan irresistible este hombre?
- ¿En qué piensas? - me interroga.
- En Titanic. Siempre ha sido mi película favorita. He soñado durante años estar en la proa de algún barco y repetir la escena de Leonardo DiCaprio.
- ¿Cuál?
- Aquella en la que Jack, el protagonista, está subido en la proa y empieza a gritar "soy el rey del mundo".
Raúl comienza a reírse como si no hubiese un mañana.
- ¿De qué te ríes? - le sermoneo.
- Nada, pensaba que dirías la escena del beso.
Me ruborizo. En realidad hubiese dicho esa de no ser porque él estaba pegado a mi cintura, con su cara fundiéndose con la mía.
- Adoro esa película. La he visto como unas 100 veces. Sin exagerar - río - me parece una historia tan bonita. Es triste, lo sé, pero un amor así... ¿quién no sueña con enamorarse de esa forma?
Percibo como Raúl libera mi cintura y se pone al lado mío. Me mira fijamente.
- ¿Eres muy romántica, no? - cuestiona sin anestesia.
- Pues sí - reconozco con vergüenza - el amor es el motor del mundo. Algunos dicen que es el odio... Yo no lo creo. Lo bueno siempre gana la partida. Es cierto que la maldad a veces nubla el juicio y consigue que creamos que es victorioso, pero es la bondad y el amor que sentimos por los demás, los sentimientos más puros, los que crean grandes cosas en este universo.
- Eres una persona maravillosa, ojalá hubiesen más Lias. El mundo sería un lugar mejor.
- Tú también eres una gran persona, Raúl. No sé qué sería de mí si tu música no hubiese aparecido en mi vida. Me has salvado de muchas cosas. Intenté decírtelo el otro día en el meet and green, pero los nervios bloquearon toda neurona pensante...
- Espero que a partir de ahora no solo mi música forme parte de tu vida.