MARCO:
¿Dónde cojones estaba esa otra parte de Jess?
Aquella parte con los ojos oscuros, sin brillo en su mirada, sin ningún amago de una sonrisa, sin ningún carisma. Solo era ella, enfadada por algo de lo que yo había sido el principal culpable. La he jodido pero bien.
Sabía que no debía de haberme ido, que dejarla sola iba a traer consecuencias, pero no pensaba que fuera a ponerse así. Tiene todo el derecho del mundo, pero jamás la había visto enfadada con alguien, pensé que lo dejaría pasar, pero me equivoqué, Jessica no está hecha de ninguna materia inerte y siente tanta ira como dolor a veces. Creo que ver enfadada a una persona que no suele estarlo extrañaría a todo el mundo a su alrededor y estoy seguro de que si Nick o Vee estuvieran aquí me habrían dicho que la he jodido como siempre. Jessica es una persona con mucha capacidad de aguante y, ahora llego yo, que le digo que la quieren matar, que tiene que quedarse con Nick y conmigo, que tengo un plan para matar a alguien, y la dejo sola en mitad de una lucha que está por comenzar en cuanto aprete ese gatillo dentro de unos días o arrastre a Robinson hasta el Evil.
¿Qué esperabas, Marco? Sabías que esto pasaría.
Pasé las manos por mi pelo frustrado, intentando evitar golpear algo a pesar de que eso fuese inevitable. Regresé al salón y tras unos minutos de pie mirando al techo pensando qué cojones debería hacer, me dispuse a entrar en ese pequeño espacio al que Jessica le llamaba "pequeña oficina".
Antes de volver al retrato de mi madre, pensé en esta mañana, volví atrás en el tiempo y descubrí que realmente mi vida es una mierda. Un auténtico pozo de problemas del que por más que trepes no puedes salir, con la única diferencia de que yo me cansé de trepar. Sabía que mi modo de vida no era bueno, que estaba rodeado de cosas malas, de personas atroces, pero acabé por acostumbrarme, y a pesar de todas las veces que Nick me sacaba de ahí sin siquiera darse cuenta de ello, tuve que cruzarme con Jessica y descubrir que la vida de alguien más dependía de mí para quitarme la venda que me había estado ocultando parte de la realidad hasta ahora. Porque sí, su vida dependía de mí, así como la de mi hermano. La única diferencia es a Nick lo dejaban al margen por unos motivos pactados y con Jessica las cosas eran muy diferentes. No ha habido pactos, no saben que está conmigo, que yo estoy con ella. Que mi favor es lo que la está ayudando a escapar de ellos todo lo posible.
Entonces volví al escritorio y sonreí frente a la pantalla del ordenador al recordarlo: tenía un plan. Y si funcionaba tendría margen para pensar en un siguiente paso, tendría margen para buscar con más detenimiento al asesino de mi madre y Jessica podría alejarse de mí todo lo necesario. Yo no soy bueno para ella, en ningún sentido. Aunque siendo sincero conmigo mismo no creo que pueda dejarla ir, no después de lo que le conté estos días atrás y de lo que ella me confesó anoche...
—¿Cuál es la peor cosa que alguna vez has hecho?
—Matar y bueno, traficar por Robinson, aunque lo primero supera a lo segundo con creces —respondí encogiéndome de hombros y fijando mi vista en sus ojos. Si hay algo que he aprendido estos años es, que hay que aparentar no temer a nada cuando en realidad algo te aterra hasta tal punto en el que no puedes respirar.
—O sea que admites que es cierto, ¿por qué lo haces si sabes que pueden detenerte por eso?
—Eh, la pregunta ahora va para ti. —Ella puso los ojos en blanco y cuando no me veía, sonreí—. ¿Cuál ha sido la peor sensación de tu vida?
—Estar sola.
—Estar solo es una mierda —susurré antes de que pudiera darme cuenta de que lo había hecho en voz alta y no en mi cabeza.
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MARCO© ✔
RomanceÉl era feliz y débil. Ahora no siente el dolor. Su pasado está marcado por un arma que amenaza con quitarle la vida en cualquier momento. Fue ahogado en las llamas que le hicieron resurgir como el infierno personificado y vive consumido por la ira...