Capítulo 52:

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JESS:

A eso de las siete Nick y Vero entraron al apartamento cargados con varias bolsas en las que había comida —tal como dos tarrinas de helado, palomitas, etc. Comida basura que no servía nada más que para coger unos buenos kilos mientras no haces nada—, un par de libros y en otra un paquete que habían dejado para mi amiga en la puerta por parte de su padre, Vero dijo que eran seguramente documentos de la separación y parte del dinero que su padre tenía que darle a su madre, desde el divorcio no se podían ni ver y mi amiga era la intermediaria aparte de algunos notarios y abogados. Les dije que no tenían que molestarse, que nada de esto era necesario. En estos días había pasado por muchas etapas: confusión, ira, tristeza y muchas otras más. Al final solo sirvió para hacerme volver al punto de partida, a no volver a entender nada. Quizás haber estado estudiando y manteniéndome centrada en los estudios pudo ser una gran distracción pero ni aún así Marco pudo salir de mi mente. Cuando terminé con Jake lo nuestro me dolió por todo lo malo que me hizo y porque yo una vez llegué a quererle, pero con forme pasaban los días mi amor por él decrecía en cantidades extraordinariamente grandes. Con Marco no me está pasando lo mismo, es difícil dejar a alguien a quien quieres y encima si ningún motivo aparente. Marco me ha hecho daño y me lo sigue haciendo con todo lo que nos está sucediendo pero yo sigo buscándole justificaciones porque en el fondo quiero convencerme de que nadie me querría dañar así sabiendo todo lo que he estado aguantando estos últimos meses, sé que Marco no lo quiere. También se me está haciendo difícil mantener todas esas justificaciones delante de Vero y Nick, que creen que solo le justifico porque aún no me creo nada de lo que está pasando y no quiero creer que Marco es un capullo integral. En el fondo es verdad, aún sigo sin entender nada pero Marco no es una mala persona, eso me dije cuando le conocí un poco mejor y, después de conocerle más a fondo lo sigo manteniendo. Sé que todo por lo que hemos pasado ha sido real y también que nada ha sido fingido.

Sin embargo la gran pregunta es, ¿Qué está pasando entonces?

Ni siquiera su hermano es capaz de respondérmelo.

—Os dije que no era necesario, no necesito condenar a mi cuerpo para sentirme mejor, el café me gusta más. —Les regalé una sonrisa triste y breve, la primera en estos dos días. Ellos sabían que lo estaba pasando mal y no me pidieron nada, simplemente me escucharon y estuvieron conmigo todo el tiempo que he estado necesitando y eso, no tiene precio.

—De café ni hablar, Jess. —Me respondió mi amiga mientras depositaba en la mesa del salón su bolso—. Llevas tres días bebiendo café para no dormir por las noches y encerrarte a estudiar, ¡ni si quiera tienes exámenes! No puedes maltratarte así, el helado es mejor maltrato que eso. —Me reprochó echándome la mirada del tigre.

—Está bien, lleváis razón, no os lo estoy poniendo nada fácil y lo siento, sigo sin entender nada y a veces se me olvida que vosotros estáis igual de confusos que yo. —Apreté los ojos mientras me incorporaba para coger una tarrina de helado de vainilla sobre la mesa.

—Marco lleva desapareciendo y reapareciendo por casa toda la semana, tan solo lo veo en la cocina o cuando está cogiendo sus cosas para irse, ni siquiera puedo... ya sabes, preguntarle. —Nick habló frustrado pero como si quisiera disculparse conmigo por algo de lo que ni siquiera tiene culpa.

—Preguntarle no servirá de nada, es tan terco que no te respondería. —Vero y yo casi hablamos al unísono.

La rubia sonrió mientras se acercaba a otro tarro de halado.

—¿Sabes lo que molaría que te cagas? —Preguntó el rubio. Cuando Vero y yo le pedimos que continuase con la mirada soltó—: Que te presentes sin avisar. —Nos guiñó un ojo acercándose al bote de helado de chocolate que quedaba sobre la mesa y se echó al sofá con entusiasmo.

MARCO© ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora