Capítulo 31:

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JESS:

Cuando regreso de Marie's a casa de los Collins estoy tan agotada que mi cuerpo suplica un descanso, así que, me dirijo hasta la puerta de mi habitación escaleras arriba con pesadez en cada uno de mis pasos y cuando alcanzo mi pequeño lugar en esta casa tan grande, me sorprendo al ver la puerta abierta y un montón de ropa desperdigada por el suelo haciendo un pasillo que llega hasta la mismísima cama. Frunzo el ceño extrañada y camino hacia el interior tratando de averiguar qué está pasado aquí y a qué se debe todo esto. Cuando entro por completo, puedo ver a Vero rebuscando en mi armario y sacando ropa para colocarla en la cama. Ella no se percata de mi presencia por lo que tengo que carraspear para que me entre todo ese escándalo de perchas.

—¡Hola, Jess! Estoy eligiendo conjuntos que pueden gustarte para esta noche, Hell va a temblar en cuento nos vea aparecer —canturreó contoneando sus caderas y volviendo a retomar su posición entre las puertas del armario.

—¿Se puede saber por qué estás tan feliz? —Sonreí antes de caminar un poco más cerca de la cama y tratando de no tropezar torpemente con la ropa que hay por el suelo. Cuando alcancé el colchón, hice un hueco entre la ropa y me senté esperando por su respuesta. Vero siempre está contenta pero hoy está extremadamente feliz y quiero saber qué es lo que está pasando ahora por esa cabecita alocada que tiene.

—¡Tengo una noticia maravillosa que darte!

—Genial, ¿y esa es...? —pregunté curiosa y feliz. Es cierto que la felicidad es contagiosa y que, personas por las que vale la pena seguir luchando y tratar de ser felices nos alegran el día solo con dejarnos ver su reluciente y magnífica sonrisa.

—¡Ah! Ya la descubrirás en otro momento, ahora mismo nuestra prioridad es saber qué te vas a poner para ir a bailar —dijo haciendo un gesto desinteresado con la mano.

—Yo no bailo, sabes que no me gustan las fiestas... —Bajé la cabeza para mirar mis manos entrelazadas entre sí, un tanto cohibida.

—De hecho no, solo sé que te dejé sola en una y nada más. Antes de eso ya las detestabas, ¿qué es lo que te pasó para que no te gusten? Sabes que puedes contármelo todo... —Suspiré pensativa. Llevaba razón, somos amigas y, si quiero que ella me cuente en algún momento qué es lo que le sucedió con Nick, yo debo demostrarle algo sobre mi pasado también. A veces hay que darle a la confianza un pequeño empujoncito forzado.

—Antes de mudarme aquí yo... Tenía novio. Sus padres eran socios de mi padre y eran muy amigos. Él venía todas las tardes a mi casa, tenía varios años más que yo, pero a pesar de eso nos entreteníamos jugando a cualquier cosa. Cuando crecí un poco más, me di cuenta de que me enamoré de él y las cosas empezaron a complicarse. Para cuando nos dimos cuenta de que estábamos el uno enamorado del otro él tenía novia y, la dejó por mí porque ella no le llenaba. —Hice una pausa antes de continuar. La verdad es que estaba resumiéndolo todo bastante y aunque me estuviese saltando pasos yo los recordaba con precisión y detalle como si fuera ayer cuando ocurrió todo—. Lo siento, esto es... difícil.

Vero, que había dejado de prestar atención a la ropa, me observaba con culpa en sus ojos y se sentó a mi lado para ponerme una mano sobre el regazo. Mi mirada estaba clavada en el techo porque los recuerdos aún dolían y trataba de evitar llorar con todas mis fuerzas. Ella guardaba silencio por primera vez desde que me veía así de seria, sabía que ella no me pediría que continuase después de verme así, pero yo decidí continuar por mi cuenta. Hasta que terminé de contarle la historia de la forma más resumida posible.

—Eso es horrible, ¡menudo cabronazo! —gritó indignada con los ojos como platos.

—Ya, ahora mismo lo odio por todo lo que pasó esa noche y por haberme dado tanto para después quitármelo. Es como si ahora... Tuviese un trauma con las fiestas. Cada vez que voy a una, veo... Bueno ya sabes lo que veo —dije resentida. Ella soltó una carcajada ante mi tabú y su risa contagiosa me hizo soltar una carcajada nostálgica. Entonces me limpió una lágrima que había caído por mi mejilla y me sonrió.

MARCO© ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora