Veintinueve

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|CAPITULO VEINTINUEVE|
Nunca doblegado, nunca roto.

- Tienen que irse

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- Tienen que irse... esta noche - Hablo el maestre. Ella mas que nada quería irse pero necesitaba respuestas, quería respuestas - Necesita ponerse a salvo. Vaya a la muralla, con Jon Snow, se que el los protegera.

Sus ojos aun estaban cristalizados y sus mejillas húmedas.
Su cabello ahora estaba arriba de sus hombros, el color castaño claro habia desaparecido ahora era de un negro intenso haciendo que se viera diferente consejo que le dio el maestre para no ser reconocida estando afuera.

- Necesito preguntarle a ese hombre... mi padre el porque - Le dolio tanto decir esas palabras. Su propio padre se había encargado de arruinar su vida.
El maestre tomó valentia para decir lo siguiente:

- Roose Bolton no es tu padre...

Sus ojos se abrieron con sorpresa y lo miro con confusión.
El maestre sabia que era el momento, este era el momento para decirle toda la verdad.
Por fin después de tanto tiempo ella sabria la verdad que tanto a estado ocultando.

- Su padre es Rhaegar Targaryen -

No, esto no es posible.
Su mente se nublo, no era posible...no.
Se negaba a que eso fuera real.

- No, mi madre... - Trato de continuar pero no podia.
No tenia palabras.
Estaba confundida, muy confundida.

- Su madre estaba embarazada cuando llego aquí, yo la acompañaba - Puso la cabeza en alto.

Toda mi vida e vivido engañada.

- ¿Por que, por que estas diciéndome esto ahora? - Pregunto molesta.

- Su madre me dijo que yo sabría cuando fuera el momento y este lo es. Mi lady, usted es la legitima heredera al trono de hierro -

Sus labios de unieron, su cabeza comenzo a dar vueltas.
Esto no es real.

Su mirada bajo hacia el suelo, nisiquiera sabia como reaccionar a eso, no podía creerlo.
Su padre fue el causante de la guerra, el culpable de que mataran a sus hermanos.
Si sentía coraje por ese hombre cuando conoció la historia ahora lo sentia mucho mas.

- El...

- El amaba a sus hijos, el la amaba a pesar de que no la conocía...

- Abandono a mi madre, el hizo que... -Sus palabras se cortaron. Cada vez que los recordaba, el sueño se le venia a la cabeza... su cruel muerte - los asesinaran. El fue el culpable de la guerra.

El maestre bajo la cabeza, todo eso era verdad.

- Se enamoro, el amor te hace cometer locuras. No lo defiendo mi lady, pero el era un buen hombre.

Su ceño se frunció.

- Su padre vio por su futuro al igual que su madre -

El hombre se alejo tomando una caja adentro de un cofre que puso frente a ella.
Lo habia ocultado después de que Lord Bolton lo descubriera, se habia generado una fuerte pelea por eso.

- ¿Que es esto? - Pregunto - ¿Mas secretos?.

Abrió la caja y no pudo evitar la sorpresa en su rostro, su mente se lleno de recuerdos.

- ¿Es de verdad? - Pregunto viendolo con admiración.

- Es fosilizado mi lady, pero es una muestra de la sangre que corre por sus venas, la sangre Targaryen, la sangre de un dragon -

Tomo el huevo de dragon sobre sus manos alzandolo un poco viéndolo fijamente, el color era plateado, parecía brillar.
Su madre le contaba historias de dragones, siempre quiso ver uno, preguntandose si serian como los dibujaban.

- ¿Porque se me hace tan conocido? - Pregunto extrañada.

El hombre sonrio ante eso.

- Era como su juguete favorito, siempre lo cuidaba - Dijo recordando haberla escuchado pedirle que saliera del cascarón para poder conocerla, siempre dijo que era su niña, su propia dragona.

- Entonces... no eran sueños, eran recuerdos -

Sin dejar de observarlo pensaba en lo que tenia que hacer, tenia que luchar, tenia que pelear por todo lo que le fue arrebatado.

- Ellos pagaran por lo hicieron, todos y cada uno de ellos se arrepentirán - Hablo decidida. Y nadie podría hacerla cambiar de opinion - Empezando por el hombre que hizo mi vida y la de mi madre un infierno.

- Mi lady - El maestre se sorprendio al escucharla hablar así.

***

- Se que lo sabes - Ella camino hacia donde el hombre estaba quien se puso de pie de inmediato.

- ¿Saber que? - Se hizo el desentendido mientras se servia una copa de vino, siempre dijo que no le gustaba beber. pero lo necesitaba.

- No me hagas tener que decirlo - Hablaba tan seria, como si nada le importara. No habia rastro de aquella niña dulce, parecía como si nunca hubiera existido.

- Vuelve a tu habitación, ahora - Trato de tomar su brazo pero ella se alejo.

- Tu no eres mi padre -

Roose Bolton solto una carcajada antes de estrellar la copa sobre la pared, enfurecido.

- Tu madre era una maldita puta, logro engañarme por un buen tiempo - Alyn apretó sus puños, lo miro con odio, mirada que el le regreso.

Ahora todo tenia sentido.

- Por eso me odias tanto, pero yo también lo hago, mucho antes de saber que no soy tu hija. Arruinaste mi vida, acabaste con todo lo bueno que tenia - Se acerco lentamente haciendolo sentir intimidado - ¿Que planeabas hacer enviandome al Sur?.

- Casarte con Joffrey Baratheon, después el moriría casualmente y tu serias la reina... pero estarias tan mal con la perdida que me dejarias al mando de los siete reinos - El sonríe con descaro.

- Lo tenias todo muy bien planeado, pero algo te fallo - La miro con confusión - El pensar que yo seria debil y no haria algo al respecto.

- ¿Que carajos... - Fue interrumpido cuando la sangre comenzo a salir de su nariz.

- Nunca doblegado, nunca roto - Recito el lema de la casa Martell - Nisiquiera mereces morir.

El hombre trato de decir algo pero fallo, su garganta ardia, su cuerpo cayó hacia el suelo sintiendo como el aire comenzaba a fallarle.

Le dio una ultima mirada antes de salir siendo vista por Ramsay Bolton, Roose habia decidido aceptarlo como su hijo.
El no tardo en entrar viendo a su padre revolcandose en el piso.
Sonrio acercandose.

- Nunca crei que tuviera tantas agallas - Dijo con diversion. Su progenitor lo miro en busca de ayuda asi que lo ayudo a levantarse.

- Lady Walda a dado a luz a un varon - Un guardia entró. La mente de Ramsey se nubló.

Un varon.

- Felicidades padre, estoy deseando conocer a mi nuevo hermano - Dijo.
El hombre logró recuperar la compostura. La sangre había parado, bebio una jarra de agua y suspiro.

- Siempre seras mi primogénito - Susurro con voz ronca - Ahora asesina a esa perra.

- Me alegra escuchar eso, y lo haré, no te preocupes por ello - Lo abrazo. Tomo la daga entre sus dedos para clavarla en el pecho del ho asesinandolo.

El invierno se acerca // Robb Stark//Donde viven las historias. Descúbrelo ahora