Treinta y cuatro

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| CAPITULO TREINTA Y CUATRO |
Te amo, Aly.

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. Robb.

La mujer se refugio en los brazos de su esposo al ver a un gran lobo gris salir de entre los arboles lanzadose hacia el chico que había estado cuidando

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La mujer se refugio en los brazos de su esposo al ver a un gran lobo gris salir de entre los arboles lanzadose hacia el chico que había estado cuidando.
Robb sonrie con emocion llevando sus manos a la cabeza de su lobo quien estaba aun mas emocionado por estar entre los brazos de su dueño, despues de muchos mimos se sento dandole una mirada al Stark, hizo un sonido de tristeza agachando su cabeza.

- Tranquilo, estamos juntos ahora - Animo comenzando a rascar sus orejas.
Pero el nudo en la garganta aparecio junto al recuerdo de las palabras que su madre le dijo antes de empezar la guerra, estas retumbaron en su cabeza.

Si pierdes tu padre morirá, tus hermanas morirán, tu esposa morirá, todos moriremos.

Esa frase solo lo hizo atormentarse mas de lo ya estaba, se sentía culpable, tan culpable que sabia que probablemente eso acabaria con el.
¿Como es posible que yo siga vivo?
Esa pregunta estaba en su mente, había visto a Roose Bolton frente a el, al igual que a Nathaniel clavarle un cuchillo por la espalda. Había visto a su esposa en un charco de sangre, sus ojos cerrados y el sentimiento de odio crecio en el ¿Como era posible que un padre asesinara a su propia hija? ¿Acaso el sabia la verdad y lo habia hecho por despecho o solo queria liberarse del heredero de la casa Stark?.
Lo ultimo que vio fue a su madre sosteniendo un cuchillo sobre el cuello de la esposa de Walder Frey, pero el no habia podido hacer nada.

- Un lobo - El anciando dijo con impresión - ¿Tu amigo es un lobo?.

El Stark apartó todo lo de su mente para mirar a la pareja que habia salvado su vida.

- Representaban mi casa, nuestro escudo - Respondió.

- ¿Vendras con nosotros? No tenemos mucho que ofrecer, pero podemos ayudarte a mantenerte a salvo - La mujer dijo con su característico tono dulce, pero aun seguia sorprendida de ver al gran animal.

- Lo agradezco mucho, pero no puedo quedarme de brazos cruzados - Respondió decidido.

- Aun estas muy débil, necesitas descansar -

Eso lo sabia, aun sentía que le era difícil estar de pie, sentía que en cualquier momento perderia el conocimiento.

- Si me voy, tardaria mas en llegar a mi destino. Debo ir ahora -

. Alyn.

El maestro Aemon cada vez estaba mas decaído, todos sabian lo que significaba, el también lo sabia

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El maestro Aemon cada vez estaba mas decaído, todos sabian lo que significaba, el también lo sabia.
Gilly, Sam y Alyn estaban a su lado, esta última tomaba su mano escuchandolo hablar sobre el bebé Sam.

- Debes llevarlo al Sur, antes de que sea tarde - Murmuro haciendo que la mirada de Gilly se llenara de preocupacion. El maestro miro a Alyn -  Espera a que sea el momento indicado, arma un ejército y pelea por lo que es tuyo. Pero por ahora debes concentrarte en tu hijo, cuidalo y llevalo lo mas lejos de aqui -

La joven solo pudo dar un asentimiento de cabeza, el nudo en la garganta le impedía hablar.
El hombre comenzó a hablar sobre su vida y sobre la mujer que amo antes de sus ojos se cerraran para siempre.

***

Mientras estaba a lado de Gilly viendo hacia Sam y los hombres de la guardia decir unas palabras para el maestro Aemon para despedirlo, ellas estaban un poco mas alejadas de ahi.

- Era un buen hombre - Gilly dijo dandole una rápida mirada. Ella asintio.

- Nunca podre agradecerle lo suficiente por todos sus consejos - Sonrie ligeramente al recordar las sabias palabras del hombre - Estoy muy feliz por haberlo conocido.

Siempre recordaría aquella sonrisilla y su buena manera de alegrar a las personas.

***

Cuando todo terminó volvio a la habitación, estaba agotada... fisica y mentalmente.
S

u mente nuevamente ponia recuerdos de Robb haciendo que esa opresión en su pecho aumentará y las lagrimas salieran de sus ojos sin poder contenerse.

- Te extraño todo el tiempo. No se si alguna vez pueda acostumbrarme a no tenerte a mi lado - Cerro sus ojos e hizo su cabeza hacia atras.
En sus manos el huevo de dragon hizo un pequeño movimiento trayendola de vuelta a la realidad. Sus ojos se abrieron con asombro.

Se acercó a la chimenea y con dificultad se sento en el suelo.

- ¿Fue mi imaginación? - Pregunto a si misma. De nuevo otro movimiento. Aturdida y emocionada lo acerco hacia las llamas - ¿Estas... viva? -

No sabía el porque siempre habia dado por hecho que era una niña, su mente solo se lo decia.
Nuevamente dio un pequeño golpecito y en ese momento la puerta se abrio haciendola levantar la mirada hacia Nathaniel.

- ¿Que haces ahí? Te lastimaras - Pregunto con molestia acercándose mas y ayudandola a levantarse del frio suelo.

- Estoy bien -  Le dio una mala mirada. Intento dejar el huevo de dragon en su lugar a lado de la chimenea pero su amigo se lo quito y lo hizo por ella - Aun puedo hacer las cosas por mi misma, pero gracias.

- Yo venia a pedir disculpas, se que no debi decirselo a Jon -

- De cualquier forma se iba a enterar, pero hubiera querido decirle yo misma y que no sintiera que no le tengo confianza - Le dio una mirada seria. El chico sonrio un poco.

- No pasará mas. De verdad lo siento - Llevo su mano a su mejilla y antes de que ella se pudiera alejar llevo la otra a su cadera. Miro fijamente esos ojos que tanto lo volvian loco, que tanto deseaba que brillaran por el. Recordo la vez que intentaban huir del chico que el habia derrotado con la espada y furioso comenzo correr hacia ellos. Había tomado la mano de Alyn y habian huido hacia una vieja cueva y justo en eso momento se habian dado su primer beso.

- Bien - Respondió comenzando a ponerse incomoda con su cercania.

- Te amo, Aly - El susurro agachando un poco su cabeza para poder besarla una vez mas despues de tanto tiempo esperando el momento justo.
Ella puso sus manos sobre su pecho para alejarlo, pero el nisiquiera se movia.

- No hagas esto, por favor -

- Es muy tarde -



El invierno se acerca // Robb Stark//Donde viven las historias. Descúbrelo ahora