Capítulo 5

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Horas después, estuvieron de vuelta en el apartamento de Arthit.

Recostado en la cama, Kongpob revisaba notificaciones en su celular, pues su familia había subido un montón de fotos a redes sociales donde salía él en su ceremonia de graduación y otras más de cuando ésta había terminado. Había también unas donde junto a él salía su P'Arthit.

A él le encantaban cada una de esas fotos, aunque no tenía idea de cuándo fueron tomadas. Respondió también algunos comentarios de amigos y familiares que lo felicitaban por su graduación y después dejó su celular a un lado.

Él y Arthit habían pasado todo el día fuera juntos y ya se estaba haciendo la hora de cenar.

—P'Arthit —llamó a su novio, quien recién salía del baño luego de una ducha—. ¿Quieres que vaya a comprar algo de cenar o pedimos algo a domicilio? —propuso, después continuó en voz baja—: Aunque también podemos intentar cocinar algo...

—Creo que debimos ir al supermercado antes de venir aquí. No tengo suficiente para hacer la cena —respondió Arthit mientras buscaba en su armario algo de ropa cómoda para ponerse antes de ir a la cama—. Ya no tengo ganas de salir, así que puedes pedir lo que quieras.

El mayor se quitó la toalla que tenía anudada a la cintura y comenzó a vestirse. Traía ya ropa interior, por eso no se sentía tan cohibido.

Kongpob volvió a tomar su celular, no sin antes recorrer con la mirada el cuerpo de su pareja. Abrió la aplicación para pedir a domicilio y escogió un restaurante al azar.

—Si quieres puedo ir mañana mientras estás en el trabajo. De todos modos, tengo una entrevista de trabajo mañana por la tarde —decía mientras terminaba de ordenar la comida para ambos. Ahora sólo les quedaba esperar.

—Mejor vayamos juntos luego de mi trabajo —ya vestido, Arthit se subió con él a la cama con su teléfono en la mano—. ¿Qué pediste? —averiguó, recargándose en el pecho de su novio para empezar a revisar sus redes sociales.

—Uhhmm... —echó un vistazo a su celular—. Sushi —rio nerviosamente. Apenas había visto lo que había pedido pues estaba más concentrado en observar a Arthit mientras se vestía.

Revisando también sus redes sociales, Arthit notó que alguien había etiquetado a Kongpob en las fotos de su graduación. Las fue pasando una por una, dándose cuenta de que él mismo salía en varias de ellas.

—¿Cuándo nos tomaron las fotos? —levantó la mirada hacia su menor.

—No estoy seguro —respondió Kongpob, mirando también las fotos. —¿Quién las tomó? —Él sólo había visto las fotos que tomó su familia, pero esas otras no las había visto. —¿Tal vez P'Prem? 

Sin embargo, Kongpob notó que Prem también salía en varias fotos. Eso se le hizo algo extraño, pero ya no dijo más.

Arthit siguió revisando las publicaciones cuando notó que alguien felicitaba a su novio con muchas palabras cariñosas y stickers demasiado bonitos. No pudo contener su curiosidad, e intentando esconder la pantalla de su celular, entró al perfil de dicha persona, dándose cuenta de que era aquella chica que, según escuchó, se le había declarado a Kongpob cuando éste aún era hazer.

Y sus acciones no pasaron desapercibidas para Kongpob, quien vio cómo su novio entraba al perfil de su excompañera, aunque se quedó en silencio. Era verdad que Kaofang le había dejado muchos mensajes en sus fotos a tal punto de llegar al spam, y sólo por educación Kongpob había respondido unos cuantos, ya que no quería dejarlos allí sin contestar, pero tampoco le apetecía responder uno por uno, de otro modo pensaba que se podría mal interpretar. Y pudo haber eliminado algunos, dudaba que ella se diera cuenta, aunque al final no lo hizo. Además, quería pensar que Arthit confiaba en él lo suficiente; si no lo hiciera, ni siquiera tendría agregada a aquella chica a sus redes sociales.

I. SintoníaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora