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El sonido hacia que el suelo temblara un poco, ponía los pelos de punta cada vez que ese bajo intenso sonaba en la pista de baile de ese pequeño pero famoso club. Los labios del pobre Jin se mantenían secos, hasta que su lengua los acarició humedeciendolos de forma lenta y presisa. Era uno de esos momentos en donde la barra te llamaba y tu tenías que responderle en seguida. Donde tus animos se van al suelo y tu corazón roto se llenaba con el alcohol, la anestesia de los dolores temporales.

Su mano tomó el vaso de cristal que tenía en frente y dejó que su boca bebiera el contenido de este, con algo de pereza pidió otro trago que de inmediato le fue servido.

-Este será el último, ya has bebido suficiente esta noche-el aviso le había puesto de mal humor, su sistema necesitaba más alcohol para poder olvidar sus más dolorosos recuerdos.

-Si me vas a dejar aquí sin nada, mejor pasame la botella y luego me iré-en los ojos de Jin habia determinación, en esos momentos haría lo que fuera por tener más de ese líquido mágico que le haría sentir mejor.

-Escuche señor, no es mi problema que tenga problema con el alcohol y cuatro vasos no sean suficientes...vaya a casa y hagale el amor a su esposa. Tal vez eso le haga sentir mejor-tanto descaro le hizo golpear la mesa de forma agresiva, alarmando a las personas que bebian alrededor de esa barra. El mesero no tuvo más opción de llamar a la seguridad del club y sacar a el pobre Jin de su asiento.

-¡Sueltenme! ¡No me toquen!-forcejeaba de todas las formas posibles para poder soltarse del agarre de esos dos hombres que le alejaban de lo que buscaba. Necesitaba matar ese sentimiento de traición en su alma, ese que le daba náuseas al pensarlo. Ese que le quemaba más que algunas gotas de alcohol en su garganta.

Los dos hombres fuertes lo tiraron a la calle, le anezaron de que si regresaba de nuevo a ese negocio le patearían el trasero y se arrepentiría. Jin no pudo quedarse callado ante esas palabras, se levantó del suelo y con sus debiles rodillas trato de golpear a uno de ellos, siendo este un golpe que falló en su intento. Lo ignoraron y le dejaron solo en las calles ruidosas y oscuras de Corea del Sur.

-¡Malditos! ¡S-Son unos hijos de puta! ¡Si pagó mis bebidas tengo derecho a tomarlas!-gritaba por todo ese lugar, las personas que pasaban por su lado le estaban viendo como un bagabundo loco o alguien que salió del hospital psiquiatrico.

En la vista borrosa de Jin el mundo estaba patas arriba, con objetos de muchos colores que daban vueltas a su alrededor. Sin duda alguna estaba tan borracho que no sabia ni donde habia dejado su auto.

-Parece que no soy el único del grupo que tiene gustos buenos al escoger un bar-el cuerpo de Jin se volteó a ver a una sombra negra se que movia lentamente hacia él. Trató de mirar a su rostro pero no vió claramente quien era ese ser que le hablaba.

-¿Q-quien eres? ¿Me conoces?-balbuceó entre cerrando sus para poder ver a ese hombre que de la nada le tomó de su mentón.

-¿Ya me olvidaste bebé? Si sólo me fui un par de meses, creí que serías más amable al verme-el hombre parecía decepcionado de la reacción de Jin, pero al ver las pupilas de este se dió cuenta de que estaba hablando con un borracho de primera- Uhg, cuanto odio a las personas ebrias. Deberías quedarte en casa si vas a jugar con el alcohol, en tu hogar nadie podría lastimarte-Las manos de Jin temblaron y de su boca salió un chillido cuando ese hombre acorraló su cuerpo en una pared fría. El sentir de esa figura masculina le gustaba a sus sentidos. Como ese aroma a masculinidad llenaban sus pulmones y hacia que entre sus piernas se calentara algo inapropiado.

-P-Por favor...hagame olvidar...-murmurró Jin entre dientes mientras disfrutaba y deseaba como esas manos grandes se adentraron en su camiseta y las yemas de sus dedos le hicieron ronronear levemente-¡Mgh!-los componentes químicos en su cuerpo que había bebido estaban teniendo efecto, sus sentidos eran más sencibles al igual que su errección que se frotaba contra el cuerpo del contrario.

-Tranquilo bebé...papi Chanyeol se encargará de ti. Como los viejos tiempos. -habló el contrario con una risa descarada que disfrutaba de como se aprovecharíasu ex novio borracho, Jin.


BOOM PERRAS. VINE CON SORPRESAS QUE DAN GUSTOS Y SUSTOS.
JAJAJAJA

yayayayaa. HAGANME FAMOSA ♡

Oreo «Yoonmin» Donde viven las historias. Descúbrelo ahora