Narra Yoongi:
La brisa libiana del norte nos cubrió en nuestro oscuro luto. Nuestros trajes cubiertos de pura noche se ajustaban en nuestros cuerpos llenos de respeto y reverencia. Pues ni en nuestras caras había ni una pizca de gracia en este cementerio tan callado.
Taehyung, Hoseok, Jimin y yo eramos los anfitriones de esta fiesta llena de muerte y desvanecimiento. Con mucha timidez Jimin agarró mi mano y lo apretó aferandose a ella, pues ambos vimos como el ataúl era elevado y enterrado en ese espacio de terreno especial. Suspiré levemente y bajé la mirada, no soporté ver esa escena con el pensamiento de que el cuerpo de Jin descansaba en paz en ese lugar.
-Mierda...- escuché a Hoseok maldecir desde su silla de ruedas.
-Nuestro Jin lo encontraron muerto en una cama de hotel junto a otro cuerpo recién heridos...ambos con una bala dentro de sus cabezas- La voz grave de Taehyung rompió nuestro temible silencio. Sus manos agarraban la silla de Hoseok con fuerza, hacia una leve presión que mecía un poco al inválido.
-Debió morir defendiendose...¿No creen?- casi todos asentimos lentamente a las palabras de Jimin, mientras nuestros ojos no se separabab de la tumba de nuestro buen amigo.
-Ahora es nuestro ángel guardían- susuró Taehyung.
-Todos lo amabanos mucho...- comentó Hoseok.
-Es-Esto es...-Jimin soltó mi mano y caminó lentamente hacia el ataúl ya enterrado por unos hombres de trabajo pesado vestidos de negro. -¿¡Esto es mi culpa!?- se volteó a mirarnos con sus ojitos bien abiertos.
Todos nos enmudecimos con nuestros rostros pálidos, no sabíanos que decir. Era una situación muy sublime como para ponermos a señalar a las personas culpable.
-No es tu culpa pequeño- gritó Hoseok con esa sonrisa tan enorme en sus labios, esa expresión facial que siempre solía arreglarlo todo. -¡No tienes porque culparte!- vi a Taehyung asentie varias veces, fingiendo sonreir de forma tierna y animada.
-¿¡Como podrías tu culparte de todo esto!?- habló el moreno con algo de sarcasmo en su acento tan simpático en un momento tan triste. -¡Si eres la cosita más hermosa del mundo Jimin!-
-¡N-No!- Mi novio aparto su mirada y luego corrió hacia el terreno donde estaba el ataúl ya enterrado. -¡Jin! ¡Jin!- su voz sonaba aterrada y fuerte. -¡Levantate! ¡Sal de ahí y abrazame!- se lanzó al suelo donde yacía la tierra húmeda de este lugar tan muerto. Sus dedos se enteraron en la tierra y con sus uñas comenzó a escabar como un salvaje.
-¡Mierda Yoongi!- Gritó Taehyung dejando a Hoseok a un lado para correr detrás de Jimin y asi tomarlo por su cintura.
-¡No me toques! ¡Jin está encerrado! ¡Devemos sacarlo!- gritaba mientras se sacudía entre los brazos de Taehyung y clavaba sus uñas en la piel del moreno. -¡Él no ha muerto!-
Con mucho esfuerzo Tae logró alejarlo de nosotros hacia otro lugar, dejandome a solas con Hoseok.
-Lamento eso Yoongi ¿Crees que necesite algo de terapia?- me arrodillé a su altura, justo a su lado y luego agarré su mano con una sonrisa. No creí que cuando vería a Hoseok le encontraría de esta forma, las cosas si que han cambiado en tan sólo meses.
-Creo que sería lo mejor para él- contesto plasmando mi mirada en ese atardecer tan encantador que se escondía entre las ramas y montañas alrededor.
-Jin fue como un padre para mi ¿Sabes?- comenzó a hablar de forma suave y amable. Oh Hoseok, él fue un padre para todos. -Siempre nos cuidó, aconsejó y apoyó y-y...- se tomó una pausa para sollozar levemente. -Él no se merecía esto...-
-Nadie se lo merece-
-Él sólo quería que estuvieramos juntos...hagamos que al menos su deseo sea realidad- asentí rápidamente a sus tiernas y consideradas palabras que retumvaban no tan sólo en mis oídos, sino qie en mi pobre corazón.
Al rato pude ver a Taehyung y Jimin acercarse de entre todas las tumbas que nos separaban. Hoseok y yo les recibimos con unas sonrisas y ojos humedecidos por la extrañable conversación que nos lleno de lamentaciones.
Cuandos nos encontramos Jimin cayó en rendido en mis brazos. Era como un niño pequeño ahora, debía cuidarle como un padre, amigo y ser humano. Juro por mi vida que siempre estaré a su lado, nunca lo dejaré atrás ni le haré sentir de menos, porque él se merecía todo lo que existe en este mundo.
-¿Recuerdas cuando me prometiste que nos casaríanos amor?-
-O-Oh mierda...-
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Oreo «Yoonmin»
Fanfiction¿Quien diría que una confesión de amor cambiaría la vida de siete chicos? ¿Que todas las fuerzas del mal irían tras ellos para romper su tan amistosa armonía? ¿Quien pensaría que todo esto comenzaría con un maldito paquete de galletas? •Shipps•...