¿Quien diría que una confesión de amor cambiaría la vida de siete chicos? ¿Que todas las fuerzas del mal irían tras ellos para romper su tan amistosa armonía?
¿Quien pensaría que todo esto comenzaría con un maldito paquete de galletas?
•Shipps•...
Taehyung y Jungkook se miraron entre si al llegar al cine. Caminaron hasta llegar delante del uno al otro. Jungkook sonrió satisfecho porque Taehyung pudo llegar unos minutos antes que los demás. ¿Que querría decirle Kookie para que llegara más temprano que la hora propuesta por el grupo?
-¿Quien lo diría? Si llegaste más temprano como te ordené- Jungkook puso su mano en su propio mentón y rió al ver que Taehyung sólo sonreía de lado. Lo que Kookie no sabía era que la tarde de Tae fue fuerte. Su madre se había enfadado con él por no avisarle que iba a salir al cine. Y digamos que aún tenía esa tención de enojo en su cuerpo y más recordando la bofetada que le dio su mamá por gritarle.
-Todo por mi mejor amigo...- al fin dejó que la sonrisa se extendiera por todo su rostro, se había escapado de casa sólo para ver a Jungkook felíz y satisfecho. Y ese era su problema, sacrificaba su vida por una persona que no la merecía demasiadas veces.
Después de todo lo había hecho por su amor platónico o tal vez imposible gracias Jimin, quien le había robado el corazón de su verdadero amor sin ni si quiera exforzarse como Taehyung lo hacía.
Taehyung odiaba eso de Jimin, no sabía la joya que tenía entre las manos, que en este caso era Jungkook. Aunque puede ser un poco agresivo y controlador. Habían veces que cuando Tae no hacía lo que Kookie decía, él le pegaba o lo dañaba de manera física. Pero también no se olvidaba de la mental...cuando estaban solos Jungkook le decía cosas raras a Taehyung que le parecían tentadoras, para luego decirle cosas algo sádicas y enfermas que haría con su cuerpo. Así es...Jungkook era algo bipolar. Pero una cosa si quería y no cambiaría de opinión...Park Jimin.
Jungkook odiaba a Yoongi y Taehyung a Jimin. Al menos tenían algo en común. O eso pensaba Tae, ya que así era su punto de vista de él desde el principio.
-¿Porque me dijiste que llegara más temprano?- preguntó el castaño mientras se lambía sus labios un poco resecos y miraba la extraña pero hermosa sonrisa de Jungkook.
-Sígueme- Kookie tomó bruscamente la muñeca de Taehyung para dirigirlo a un callejón no muy lejos del cine donde se habían encontrado y se iban a encontrar con los demás más tarde.
Kookie lo llevó a una pared y allí lo estampó empujandolo a esta. Nadie estaba presente y el lugar era algo oscuro, por eso no se sintió culpable en escuchar como la espalda del menor se golpeó con fuerza en la pared. Un sonrojo leve se presentó en las mejillas de Taehyung y algunos quejidos también salieron de su boca.
-¿Q-Que haces?- preguntó Tae confundido y algo nervioso, le encantaba cuando Kookie lo trataba así. Tal vez sonaba masoquista al pensar eso pero, era la verdad, no lo podía negar.
Tenía una maldita obsesión con esas manos fuertes que siempre buscaban hacerle daño o acariciarlo. Nunca se escapaba de ellas porque él nunca quería eso...no por ahora.
-Tae, el jefe nos extraña- soltó Jungkook para tomarlo de sus caderas y apegarlo más a su cuerpo, poniendo el cuerpo de Tae algo caliente por la presión entre la pared u la entre pierna de Jeon.
-¿N?- preguntó Taehyung susurrando y con sus ojos algo sorprendidos. Mordió su labio inferior con fuerza por el miedo que ese apodo le traía. N es el líder de VIXX. Un grupo de criminales que se pasan matando gente por dinero, traficando algo de drogas cuando era necesario y claro...lavando dinero.
Jungkook siempre quizo ser parte de ese grupo, ya que siempre le decía a Taehyung que podía ser mejor que todos lo miembros e incluso quitarle el puesto a N, algo que Taehyung no dudó. Pues era muy bueno con las armad y tenía algunos contactos algo inusuales. Él siempre estuvo seguro de que entraría a la primera para ser miembro.
Lamentablemente cuando N vió a Kookie explicar porque podría ser parte de su grupo, quedó algo confuso. ¿Cómo es que un chico de diesiocho años tenía más experiencia que sus aliados?...le pareció extraño y sospechoso, asi que sólo lo aceptó a Jungkook y Taehyung como el espía y la mascota. Y ya todos sabemos quien le tocó ser la mascota...Taehyung.
-Asi es, hacía tiempo que no los entretienes TaeTae. Es tu deber como mastoca estar ahí con nosotros- susurró Jungkook en su oído, un escalofrío recorió su espalda al instante y un par de pensamientos junto a recuerdos desagradables, se hicieron presentes en su mente.
-¡N-no! Kookie- Taehyung trató de moverse para soltar el agarré de Jungkook sobre sus caderas. Pero su esfuerzo fue envano, Kook no se despegó y lo agarró con aún más fuerza.
-¿Porque no? Hace unos meses te gustaba ser nuestra mascota y follar con todos los del grupo- Jungkook rió y relambió sus labios con descaro, recordando las macabras cosas que le hacían hacer a Tae. Sólo por diversión o puras bromas.
-Por-porque- el pequeño castaño sintió como Jungkook lo tomó del mentón con fuerza y sus labios invadieron los de él.. Los labios de Kookie empezaron a moverse haciendo chasquidos suaves y algo exitantes. Tanto que Taehyung olvidó lo que iba a decir y sólo se dejó llevar por la boca húmeda y cálida de Jeon, nunca había senido un beso de su amor platónico, pero esta noche finalmente lo pudo tener.
Jungkook después de cansarse de los labios del castaño, se despegó de él y sonrió al verlo todo sonronrojado, jadeando y algo sudado con sus cabellos mojados pegados en su frente.
Se veía tan hermoso, pero a la vez tan excitante y provocativo. Esa expresión de placer que tenía en su rostro le hizo recordar a Jimin. Kookie acarició su mejilla tiernamente con su pulgar y susurró con un par de centímetros entre ambas bocas.
-Mañana VIXX nos quiere ver, te espero en el mismo lugar...a las 12:00 de la noche- Tae se tensó al escucharle -No faltes o tendrás problemas conmigo y los demás- Jungkook separó del castaño por completo y lo dejó solo en el callejón para regresar al cine, donde ya todos los demás habían llegado.
Mientras tanto Taehyung se sentó en el suelo y levantó sus piernas para abrazarlas y soltó un sollozo. Tenía miedo, miedo de esos tipos y sus juegos. Él sabía que iba a pasar si mañana se presentaba pero, sino lo hacía le iba a ir peor. Y podría perder a JungKook y él no quería eso.
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