#4

35.6K 2.7K 1.3K
                                    

En mi rostro había otro semblante, pues por primera vez en estos dos años, había dormido en paz, tan a gusto y sabiendo que no habría gritos y golpes cuando durmiera.

Me levanté y me dirigí al baño, dándome una ducha rapida, al salir me sequé y cambie, hacia un poco de frío, me puse un jeans color café y una blusa blanca con un suéter color rosado.

Ahora que vivíamos en casa de la anciana, quien ahora nos trataba como su familia, me iba más tranquila sabiendo que mi madre estaría segura.

-Me voy ya, llegare tarde- me despedí de las dos mujeres que ahora estaban tomando una taza de té caliente.

-Ve con cuidado- me sonrió, por primera vez en dos años ella sonreía.

-Nos vemos más tarde-

Salí de ahi, ahora mi escuela me quedaba más cerca, podía ir caminando y llegaría en diez minutos.

Cuando llegué, apenas entré y el infierno empezo.

- Mira quien se digno a venir, mira que si no llegabas yo estaría triste... no tendría a quien joderle la vida- musito ella jalando mi cuello del suéter.

Sus amigas se empezaron a reír.

Ella me empujó hacia la pared y me dio una bofetada, no sólo sufría maltrato en casa sino que también aqui, por parte de ella, Lau, y sus amigas.

- No te pierdas tanto, quien sabe cuando necesite que lamas mis zapatos-

Ella río sonoramente y se fue dejándome ahí. Me sentía tan impotente.

Sentía un nudo en la garganta. Aun sentía el golpe de ayer y ahora ella estrujaba mi cuerpo. No lloré, tragué mis lágrimas y ese nudo.

Camine hacia mi salón de clases, donde me tocaba sentarme con la persona que también haría mi vida nefasta. La profesora aun no llegaba, sólo entré y me encaminé a mi asiento donde sólo deje mi mochila a un lado y trate de sentarme lo más alejada posible de él.

-¿Por qué te alejas?, no te voy a hacer nada - sonrió de lado.

Solo me encogí de hombros, traté de que mi cabello cubriera parte de mi rostro con el fin de al menos así, no captar más la atención.

-Te dije una cosa, ¿Por qué no volteas a verme? Maldición- atrapó mi muñeca, me queje un poco por el dolor que me causo, era la misma zona donde mi padre me había jaloneado el día de ayer, aún estaba sensible.

Seguí sin mirarlo, no quería hacerlo, pero él, con un movimiento brusco y para nada cuidadoso, giro mi rostro con su mano, hizo que lo mirara.

-¿Estas sorda acaso? Cuando te hablo tienes que hacer caso, tal vez quieres que te enseñe como a los cachorros, ¿No es así? - sonrió de lado, haciendo que sus ojos desaparecieran en esa sonrisa.

Un escalofrió recorrió mi columna vertebral, sus palabras, a pesar de que sonaban lindas, siempre las decía con veneno.

-Por favor, Jungkook, déjame- murmuré como pude, pues aun tenía su mano apretando mi mandíbula.

Sabía que el salón entero nos prestaba atención, pero eso no le importaba a él, pues nadie se metería a ayudarme, solo se burlarían o tendrían ese maldito sentimiento de compasión.

-Te dejare cuando así lo quiera yo, por ahora solo quiero jugar... ¿Quedo claro? - la sonrisa desapareció para mirarme completamente serio, de esa manera daba más miedo.

Solo asentí.

-Buena chica, así me gusta, si te portas bien, yo tratare de comportarme... bien-

Era imposible que él se comportara bien, pues desde que había entrado a esta escuela, él, junto a Lau, se habían encargado de hacerme la vida imposible. Siempre metiéndose conmigo, desde libros destrozados hasta mi ropa un poco... rota, donde ellos hacían lo que querían.

La clase empezó con la profesora explicando sobre un trabajo, el cual sería en equipo, yo no prestaba atención, pues cuidaba de no hacer muchos movimientos que captaran la atención del chico pelirrojo que estaba a mi lado, sí, Jungkook siempre llegaba a clases con diferentes tintes en su cabello, nadie le decía nada, al igual que sus amigos, ahora era pelirrojo.

-Entonces los equipos quedaran así, Jeon Jungkook y Daniela Fon...-

Me levante de mi asiento asustada y sorprendida cuando escuche esos dos nombres juntos, no podía hacer eso, pues era una combinación peligrosa, para mí.

-Profesora, eso...-

-¿Tiene alguna queja señorita Fon? Recuerde que está demasiado baja en mi materia, éste trabajo le costara el pase de año-

-Ella solo está sorprendida, prosiga- hablo Jungkook.

-Bien, como decía, el trabajo costara su evaluación, tienen que hacer una investigación sobre...-

Las palabras de la profesora no me llegaban, sentía un zumbido en mis oídos, no había podido expresar mi negatividad, no debía estar con él, no podía hacerlo. Él me haría mi vida imposible, tenía que hablar con la maestra.

Y así lo hice cuando terminaron las clases, fui corriendo hacia ella.

-Profesora, necesito hablar con usted-

-¿Qué pasa? - me miro levantando una ceja.

-Sobre el trabajo, ¿No podría cambiarme de pareja? Tal vez pueda hacerlo sola, solo no me deje con Jungkook - suplique.

-Daniela, los equipos fueron decididos ya, nadie se cambiará, así que no, y tampoco puedes hacer ese trabajo sola, calificare también el desempeño del equipo-

-Pero profesora, él no trabaja, solo se entrometerá, tal vez yo haga un trabajo mejor sola-

-No lo sabrá hasta que lo demuestre, así que ya no diga más, no es no, y si sigue insistiendo le bajare puntos-

Ella siguió caminando y yo me quede ahí parada, mirando a la nada, no había podido convencerla. Me gire lentamente y con miedo hacia atrás, donde él estaba hablando alegremente con uno de sus amigos, uno alto.

Trague saliva sonoramente, mi corazón lo sentía casi salirse de mi pecho, al parecer sintió mi mirada ya que se giró y me miro, se despidió de su amigo para después acercarse a mí.

-¿Qué pasa? Se que estoy guapo, pero si me sigues mirando así tal vez te cobre- sonrió.

No conteste, frunció el ceño y paso su brazo por mi cuello, arrastrándome hacia la salida de la escuela, yendo al patio. Me empujó hacia la pared, puso su mano a un lado de mi cabeza, impidiendo que escapara.

-Haremos este trabajo, la verdad es que ni yo quiero estar contigo por más que quiera molestarte, pero no se puede evitar, iré a tu casa así que...-

-¡No, eso no! - levante la voz sin querer.

-¿Por qué no? - pregunto curioso, ladeo su cabeza.

-Es... No puedes- al parecer la manera en que me había alterado le sorprendió y activo ese lado curioso.

-Está decidido, iré a tu casa esta tarde, empezaremos a hacer ese trabajo, de ahora en adelante... cuida de mi-

My boy [Jeon Jungkook] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora