#21

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Los días habían pasado, entre que yo trataba de que las cartas de amenazas jamás llegarán a manos de los chicos y tratando de que Hoseok no se diera cuenta, pero en esta segunda, me era imposible hacer algo. Él era demasiado perspicaz.

— ¿Entonces? —

Temble con el hecho de que me miraba directamente, esperando una respuesta y decidido a no dejarme ir.

—¿Entonces, qué? —  me hice la desentendida.

Tomé la botella de limonada y jugué con la ficha, sin abrirla y sin tomar su contenido. Estábamos en la hora del almuerzo, pero los chicos habían sido llamados, sólo que Hoseok había dicho que después los alcanzaba.

— No te hagas, llevas casi una semana tensa, siempre que vamos a los casilleros te pones casi, casi histérica, como si escondieras algo — me miró de una manera acusatoria.

Tragué en seco, sabía que no podía esconder las cosas por más tiempo pero no quería preocupar a nadie por cosas como estas, y mucho menos a la persona que también estaba siendo involucrada.

Cerré los ojos, sopesando todas mis opciones, tal vez encuentre una manera de salir de ésto, tal vez si... miento, después de todo, ¿que es una mentira blanca?  Ser una persona falaz, podría ser perdonada.

Abrí mis ojos y los dirigí a los de Hoseok, grave error  pues sus ojos brillaban con amabilidad y comprensión, con esa preocupación tan pura hacia un amigo.

Me rendí.

— Veras, el día que ustedes no vinieron, pasaron algunas cosas — miré hacia otro lado mordiendo mi labio inferior.

— ¿Que tipo de cosas? — él frunció el ceño.

Suspiré, fui a mi mochila para abrirla y poder sacar uno de los papeles, los cuales había quitado en el acto antes de que más personas los vieran, sí, seguían apareciendo más hojas con las fotos de Hoseok y mía,  de una u otra manera, aun no lo descubrían.

— Por favor, no se lo digas a los demás, en serio, estoy buscando a la persona detrás de ésto  y... —

Me quitó la hoja de mis manos y la miró, primero sin entender nada, hasta después de mirarla por más de un minuto fue que entendió todo, miro la hoja y después a mí, de nuevo la hoja y después a mí.

— Ésto... — señalo la hoja, incrédulo por lo que veía. — ¿Es en serio? —

Asentí, agaché la mirada preocupada y apenada, pues estaba siendo juntado conmigo, estaban mal interpretando todo.

Unas carcajadas me hicieron levantar la cabeza de inmediato, lo mire estupefacta. Hoseok se estaba riendo como desquiciado.

— ¿Que te causa tanta gracia? — pregunté, pues no entendía donde él veía la gracia.

— Perdona. — se tocó el estómago y limpio unas lágrimas que salían por haber reído demasiado. — Es solo que me causa gracia que todo este tiempo te has preocupado por lo que pensare, ¿cierto?, déjame decirte que esto me da gracia, mira que poner ésto, en verdad no me molesta, si eres tú, no me molesta, ¿lo repartieron por toda la escuela? — asentí, aun sin entenderlo. — ¿Cómo es que no habíamos visto nada? —

— Porqué yo me dediqué a quitar todo, no quería que se preocuparán por cosas sin importancia — Hoseok me miro mal y me dio un latigazo con su dedo en mi frente. — Auch —

— Eso es tu castigo, mira que pensar en tonterías, nosotros ya estábamos preocupados por ti, pues empezabas a actuar de manera algo loca, pero no queríamos decir nada, los chicos optaron por dejarme a mí ésto —

My boy [Jeon Jungkook] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora