#31

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Tenía flojera, demasiada diría yo. Pero mi despertador parecía querer lastimar mis oídos.

Con mi mano apagué ese objeto del demonio y me acomodé un poco, cinco minutos más a nadie le hace daño. Sentí tan delicioso volver a dormir.

Unos toques fuertes en la puerta me molestaron.

-¡Daniela, ya es muy tarde para la escuela!-

Mi madre me gritaba desde el otro lado de la puerta, con pereza mire el reloj.

De un salto salí de la cama. ¡Había dormido media hora más!  Apenas y tenia veinte minutos para ducharme, cambiarme y desayunar. Todo lo hice lo más rápido que pude, creo que rompí mi propio récord.

Salí de mi habitación abrochando mi blusa y con el suéter en mi cuello pero sin meter las manos a las mangas. Mi mochila colgando en mi brazo, terminando de ponerme los zapatos con cada pisada que daba.

Dios, no vuelvo a dormir esos cinco minutos.

Hoy iniciamos clases de nuevo, Jungkook no tardaría en llegar y yo aun no estaba lista. Odiaba que esto pasara, pues no era la primera vez, cada que salgo de vacaciones y después entro, mi horario biológico se acostumbra a una hora, así que me hago más perezosa.

-¿Vas a desayunar?-  mi madre se giró, estaba frente a la estufa. - Cariño, te vez hermosa siempre, pero ahora mismo, no creo que combinen esos zapatos- ella sonrió dulcemente.

Termine de acomodarme el suéter. Baje la mirada hacia mis zapatos.

-Rayos- deje la mochila en la silla y subí corriendo las escaleras.

Me había puesto un tenis color rojo y otro negro.  Rapidamente me quité el rojo y me puse el otro par que era del tenis. Baje con mis tenis negros, agitada me senté en la silla, devoré todo lo que me había puesto mi madre, aunque sólo era fruta con huevo revueltos. Bebí todo el jugo de naranja.

El timbre sonó.

-Ya me voy mamá, nos vemos más tarde- hable mientras limpiaba mi boca y tomaba mi mochila.

-Cuídate mucho, ten un lindo día - ella me dio un beso en la frente.

Salí apresurada, al abrir la puerta casi choqué con Jungkook.

-Oye, tranquila hermosa- sonrió. - ¿Que pasa?-

-Uf, que no pasa, se me hizo tarde, me bañé en tiempo record, comí rápido y no me ahogue, y me puse diferentes zapatos, eso me agotó - suspire ya más tranquila.

-Wow, si que tuviste un despertar algo movido, tranquila, vamos con tiempo-

Asentí, miré por donde caminábamos. Sonreí como tonta cuando sentí como tomaba mi mano, entrelazando nuestros dedos.

¿Que podía decir? Estaba enamorada. Cuándo sentimos el amor, se puede explicar sólo de una manera, te hace perder los sentidos y la noción del tiempo. Te hace sentir cómoda sea cualquier lugar en donde estés. Te hace sentir segura y amada. Te hace ver a tu pareja como el más hermoso del planeta, esa persona brilla con tanta fuerza que los demás no existen para ti.

Pronto llegamos a la escuela, donde los chicos nos esperaban con una sonrisa en sus rostros. Claro, Hoseok y Taehyung estaban en lo suyo. Tan tiernos.

-Hola, buenos días chicos- saludé.

-Buenos días - contestaron ellos.

-¿De que hablaban cuando llegamos?- pregunto con curiosidad Jungkook.

Cierto, yo también tenía curiosidad por lo que habían estado hablando cuando aparecimos, parecía interesante.

-Que hoy llega un alumno de intercambio- sonrió Jimin.

-¿Va a primero?- lo miré.

-No, es de segundo, creo que puede ir con ustedes o con Tae, aunque también puede que se quede en el salón de en medio-  se encogió de hombros.

-¿Cómo supieron eso?- Jungkook miro a los más mayores.

-Fácil, es la comidilla de hoy- sonrieron todos.

Entorné mis ojos, el timbre sonó haciendo que todos entraramos a clases. Una cosa que había pedido cuando terminó el año viejo, fue que Lau se olvidará de mí, que me dejara en paz. Pues aun recordaba lo que había pasado el año pasado, antes de que las vacaciones empezarán.

Jungkook y yo nos separamos de los chicos, no sin antes quedar de vernos en el almuerzo, nosotros nos dirigimos a nuestro salón.

Caminamos hasta llegar a nuestra mesa, después de todo, compartíamos asientos. Platicamos un poco de algunas cosas sin sentido hasta que llegó el profesor, quien carraspeo para llamar la atención.

-Clase, pongan atención, hoy se integra un nuevo alumno a nuestra escuela, por favor sean amables con él- el profesor hizo un gesto con la mano hacia la puerta, donde entró un chico. - Por favor, preséntate para que te conozcan -

El chico asintió y después miró a toda la clase.

-Hola, yo soy Min Baek, originalmente soy de Corea pero me mude  a América cuando era pequeño, hoy estoy de regreso- sonrió.

Ese chico era alto, un poco más que Jungkook, cabello castaño y de ojos cafés oscuros, su sonrisa era ancha, tenia buen físico, pero nada que llamará mi atención.

Yo, como todos los demas, me le quede mirando. Solo que aparte rápidamente la mirada cuando nuestros ojos se toparon y me sonrió.

Que vergüenza. Miré como Jungkook no le quito la vista para nada.

Las clases empezaron, nuestro trabajo de hoy era simple, Jungkook era inteligente y ya lo había demostrado. Era por eso que pedía su ayuda para que me explicará un poco el tema. El profesor no dio mas clase, pues su prioridad era que terminaramos lo que nos había puesto.

El timbre del descanso sonó, me levanté acomodando un poco mi suéter. Toqué mis bolsillos para buscar algo de dinero, solo que  gracias a que se me había hecho tarde se me había olvidado mi monedero.

-Mierda, se me olvidó - presione un poco mis labios molesta.

-¿Que pasa?- Jungkook me hizo un gesto para que saliéramos del salón.

-Se me olvido mi cartera, no traigo dinero- murmuré enfurruñada.

-Eso no es problema, yo pago-

-Pero...-

-Pero nada, además, soy tu novio y como tal te invitaré la comida- sonreí ya más relajada.

-Está bien, me has salvado, príncipe Jungkook - me abrace a su brazo.

-Claro que si, siempre salvare a mi princesa de cualquier apuro -

Negué sonriendo.

Estaba sonriendo, se veía tan lindo con esa sonrisa. Pero esa hermosa sonrisa desapareció y cambio por un gesto algo tosco, estaba de mal humor. Mire hacia la dirección dónde estaba el objeto de su mal humor. Era el chico nuevo, quien nos miraba, más bien, me miraba.

Caminamos hasta la mesa donde los chicos ya nos esperaban, dejé mi bandeja de comida la cual me pagó Jungkook, y me senté.

-¿Dani, que le hiciste?- mire confundida a Jimin.

-¿A quien?-

-Jungkook, esta muy serio-

-Cierto, parece de mal humor- señaló Hoseok.

Suspiré, y con cuidado señale al chico que estaba un par de mesas más alejado de nosotros.

-Él es el motivo de su mal humor-

Los chicos miraron, para nada disimuladamente, hacia donde les había señalado. Miraron al chico nuevo.

-Vaya, ahora Jungkookie tiene competencia- sonrió Tae.

Negué hacia él.

-No existe competencia, yo solo tengo ojos para Jungkook - sonreí, y me giré hacia él. - No te preocupes, puedes estar tranquilo en eso -

Quería tranquilizarlo, no quería que estuviera de mal humor siempre. No quería que pensara cosas que no pasaban.

"Pero tonta de mí por pensar que todo estaría bien"

My boy [Jeon Jungkook] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora