#50

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-¿Llevas todo?-

-Sí, llevo las tabletas de hierro y las vitaminas, no te preocupes mamá, todo estará bien- le sonreí acomodando las cosas de nuevo en mi mochila después de enseñárselo.

-Es solo que... ¿En serio no te quieres quedar en casa? Podría hablar con el director y...-

-No, mamá, esta bien, no haré nada, y aun que quisiera estoy segura que los chicos no me dejarán -

Asintió aún sin estar del todo convencida. Ella suspiró y se acercó a mi para depositar un beso en mi frente.

-Cuídate mucho, cualquier cosa me hablan y saldré del trabajo para ir por ti-

-Sí, mamá, pero no pasará nada- sonreí. Escuché el timbre sonar.- Jungkook ya llego, me voy ya, nos vemos más tarde-

Me despedí de mi madre y me encamine hacia la puerta, donde al abrir me encontré con Jungkook y unas cosas que me hicieron babear. Unas donas recién salidas de la panadería y un vaso de lecho con chocolate.

-Buenos días, mira, compre esto de venida- me sonrió entregandome una dona y pasándome el vaso.

-Muchas gracias, se me hace agua la boca- pase mi lengua por mis labios saboreando esa hermosa dona que me gritaba "cómeme, cómeme" .

Le di un bocado y después un sorbo a la bebida. Jungkook me quitó mi mochila, diciendo que no de vería cargar cosas pesadas. No me o puse, pues quería comer bien ese desayuno.

El sabor del chocolate y glaseado en la dona, hacia perfecta la combinación. Sentía como si fuese lo mas delicioso del mundo. Todo eso se derretía en mi boca, queriendo mas de cada bocado que daba a esa deliciosa dona.

[...]

Me estaba durmiendo, lo juro, jamás se me hizo tan aburrida una clase en mis años de escuela como ahora me estaba pasando.

-No te duermas- me toco un poco el hombro.

-Lo siento, es solo que su voz se me hace tan aburrida, me da mucho sueño- le susurre.

-Aguanta un poco más, no tarda en acabar la clase, iremos a la cafetería y así podrás despertar un poco-

Golpeo un poco mis mejillas con la palma de mis manos para poder despertar algo, haber si eso si funciona, al menos un poco.

La campana sonó después de una eternidad, si, creo que hoy y los demás días serian difíciles. Vi como todos salían casi corriendo del salón para al fin despejarse de una larga platica sobre la historia de Francia. Mire a Jungkook quien me sonreía divertido.

-Cambia esa cara, parece que quieres matar a alguien- me tendió la mano para levantarme.

-Casi, te lo juro que la idea paso por mi mente cuando sentía que ya no podía más, si eso hacía que las clases terminaran, claro-

-Estas mal, vamos, tengo hambre- sonrió mientras jalaba de mi mano para dirigirnos hacia la cafetería.

En el camino, primero hicimos una parada al baño, donde tarde por lo menos unos cinco minutos. Últimamente eso pasaba seguido, tenia mas visitas al baño con mas frecuencia. Los chicos ya estaban sentados en nuestra mesa habitual de siempre, los salude con la mano y fuimos a pedir nuestra comida. Pedí pasta de queso con una ensalada y postre de flan de vainilla, un jugo de naranja y unas galletas.

Jungkook sonrió, pues anteriormente, eso sería demasiado para mí. Bueno, yo no tenia la culpa, ahora comía por dos, creo que eso era lo bueno de estar embarazada.

Cuando llegamos hasta la mesa, Jungkook me abrió la silla para ayudarme a sentarme. Estaba siendo demasiado atento hacia mí, y no voy a mentir, eso me agradaba.

-¿Cómo te fue?- Hoseok sonreía.

-Ah~ me estaba durmiendo- resople mientras con el tenedor enrollaba la pasta.

-Casi estuvo a punto de cometer asesinato para que las clases terminaran- se burlo Jungkook. Le pegue suavemente en su brazo.

-La comprendo, creo que es una buena idea, lo tomare en cuenta- me guiño el ojo Jimin.

-No la animes, creo que con sus cambios hormonales, es capas de eso y más, no la reten-

-Dios, me ven como si fuera una loca maniaca a punto de explotar- los mire mal.

-Las embarazadas pueden llegar a dar mucho miedo-

Me crucé de brazos y le avente una bolita que hice con la servilleta a Jungkook. Negué y seguí comiendo, después de eso ellos siguieron hablando un poco, yo estaba comiendo tranquilamente. Tan concentrada en mi pasta que sabia tan rico, que no me había dado cuenta de que Jimin me miraba.

- ¿Qué pasa? - pregunto sonriendo divertida.

-Nada, es solo que nunca te había visto comer asi- él estaba a un lado de mí, así que los chicos no nos prestaban atención.

- ¿Tan mal me veo? No me digas, ¿Me veo como un animal devorando esto? - señale mi plato.

-No, nada de eso, te vez bien, de hecho, creo que... es interesante- un leve rubor en sus mejillas lo hicieron ver adorable.

Alce mis cejas divertida, claro, seguro se estaba burlando de mí. Negué mientras le empujaba un poco. Puse de nuevo mi vista en mi plato y seguí comiendo, de reojo pude ver como Jimin se mordía su labio inferior y aun tenia su rubor. Se veía tan bonito, como un niño que le acababa de regalar una manzana a su maestra, claro que, mi comparación era extraña.

My boy [Jeon Jungkook] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora