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[1 semana  después]


Ahora todo estaba más tranquilo. Jungkook venía a casa seguido, claro, después de la escuela. Él no me dejaba sola en ningún momento, sólo cuando era necesario. Él si había regresado a clases, él era fuerte, sonreía para mí, y lo agradecía. Quería ser como él, ser una persona que saliera a delante, dejando sus problemas detrás, dejando esa carga que no te deja avanzar. Pero no era tan fuerte, intentaba dar un paso hacia adelante y cuando menos lo esperaba, ya estaba dando dos hacia atrás. Tenia miedo, miedo a salir y ver la realidad, miedo a enfrentar la vida de nuevo, miedo a olvidar.

Tenia a mi madre y a la abuela, quienes siempre estaban apoyándome para no dejarme hundir más de lo que ya estaba. Tenia a Jungkook, quien siempre me ofrecía su mano y su sonrisa cálida.

--Ya no quiero estar así, quiero superar ésto -- le comente esa tarde, después de que llego de la escuela.

Volteó a mirarme, sus ojos mostraban la confusión, pero sonrió con calidez.

--Puedo ayudarte en éso, podemos buscar un psicólogo que te ayude, podemos hacerlo ahora mismo--

Mordí mi labio inferior, él estaba decidido. Envidiaba esa fortaleza que tenía, esas ganas de salir adelante y no de solo quedarse estancado.

--Pero tengo miedo--

--No tienes porque tenerlo, yo estaré siempre a tu lado para sostenerte, jamás te dejaré sola-- besó mi coronilla y suspiró.

Una cosa que había notado hace algunos días, es que él se había puesto algo más serio, pensativo. A veces solía ver como él miraba a la nada, como si estuviera viendo algo lejano, algo que lo hacía suspirar con nostalgia, tal vez. Tal vez sólo eran ideas mías.

--Quiero... quiero salir adelante, quiero ver la vida de nuevo con sus colores y no sólo en blanco y negro, quiero volver a sonreír porque de verdad me nace y no sólo por obligación --

Quitó su brazo de mis hombros y se acomodó de tal forma que me miraba directamente a los ojos. Sujeto mis manos y sonrió con ternura.

--Verás que volverás a tener esa vida, tal vez no como antes, pero si una mejor--

Asentí.

Creía en sus palabras, pues él no mentía, nunca lo hacía. Si decía que todo mejoraría es porque así sería, claro, poniendo un poco de mi parte.

En el resto de la tarde, mi madre y la abuela se unieron a nosotros. Decidida les conté que buscaría ayuda, ellas estaban contentas y felices, me apoyaban y me animaban. Jungkook y yo buscamos algunos consultorios donde ofrecieran ayuda psicológica, encontramos una, donde ayudaban a las mujeres que habían sufrido daños a su vida, ya sea en violencia intrafamiliar, violencia psicológica, o una pérdida como yo. Tal vez era hora de dar vuelta a la hoja y empezar de nuevo.

[...]

Miré con un poco de duda el edificio que estaba frente a mí, me estaba empezando a acobardar.

--Vamos, estaré contigo, esperaré por ti-- Jungkook me sonreía.

Sus mejillas estaban un poco sonrojadas por el frío que se sentía. Su cabello rubio estaba algo despeinado por el viento que se sentía.

--Lo siento por hacerte faltar a clases--

--No te preocupes por éso, pedí un permiso al director, sólo él sabe lo que pasó, así que no te preocupes por nada--

Asentí. Apreté más su mano. Él dio la iniciativa para entrar al edificio, donde la calidez nos pego de lleno tan solo entrar. Sentí ese calor agradable, solo hoy se le ocurrió al clima hacer frío. Ambos caminamos hacia una recepción, donde había una señorita quien levantó su mirada para después sonreír.

--Buenos días, ¿en que puedo ayudarles?--

--Sí, buenos días, tenemos una cita con la doctora Lee, ayer llamé--

--Claro, ¿podría proporcionarme su nombre, por favor?--

--Jeon Jungkook --

La señorita tecleo rápidamente para buscar en el monitor de la computadora, me pegué un poco mas al cuerpo de Jungkook, quien con una sonrisa beso mi frente.

--Sí, aquí está, pueden tomar asiento en la sala de espera que esta todo derecho y después dobla a la izquierda, ahí le llamarán para que entre la persona--

--Muchas gracias, vamos cariño-- Jungkook sonríe un poco.

Pensé que no lo había visto, pero él se dio cuenta. Sí, me había puesto algo celosa por la manera en que la mujer miraba y sonreía a Jungkook, tal vez me estaba volviendo paranoica.

Los dos caminamos por donde nos había dicho aquella mujer, llegando a una pequeña sala de espera donde habían algunas sillas con asientos y respaldos acolchonados. Tomamos asiento, yo jugaba con mis manos algo nerviosa, Jungkook recargo su cabeza en mi hombro. Una televisión en la parte de arriba, en la pared, estaban pasando el clima con el volumen algo bajo. Solo dos personas habían ahí en la sala, una de ellas se estaba quedando dormida y la otra leía, tal vez esperaban a algún familiar.

--Señor Jeon Jungkook -- llamaron, mi corazón dio un vuelco al escuchar su nombre era claro que era mi turno.

--Ve, yo estaré esperándote aquí --

Me levanté de la silla, miré por última vez a Jungkook y después me encaminé donde se había asomado una mujer algo mayor, quien al verme me sonrió cálida mente.

--Sígueme cariño, por aquí -- Asentí.

Paladeé un par de veces mientras caminábamos por un pasillo, donde a los lados habían puertas de madera contrastando a la perfección con el calor blanco. Estaba nerviosa.

My boy [Jeon Jungkook] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora