#49

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-¿Quieres algo? Lo que sea, ¿tienes antojos?- sonreí y negué.

-No tengo ningún antojo por ahora, sólo...- hice un puchero.

-Dime, lo que sea que pidas lo traeré- sus ojos iban de mi rostro hacia mi estomago.

-No es nada exigente, solo quiero que te quedes aquí, que me dejes acurrucarme un poco, tengo sueño-

Me miró un poco confundido pero después sonrió. Se acomodo mejor en el sofá y paso su brazo por mi cuello atrallendome hacia su costado.

-Tus deseos son órdenes -

-Exagerado- le doy un suave golpe en su pecho.

-No lo soy, solo cuido a mi chica y futura madre de mi hijo- siento algo cálido en mi pecho crecer.

No dije nada, solo me acurruque un poco más a él. Hace dos días habíamos ido al ginecólogo, donde ambos pasamos una de las mejores experiencias jamás sufridas. La cual fue escuchar el latido del pequeño corazón de nuestro bebé. Ambos habíamos llorado, ambos felices. Jungkook estaba más por casa de lo normal, él había dicho que quería estar al pendiente de mi y mis antojos, los cuales quería cumplir.

-Dani, los chicos mandaron un mensaje- comentó Jungkook, el cual miraba su teléfono.

-¿Hum? ¿Y que pasa?- mi voz sonaba ya un poco adormilada.

-Dicen que se dirigen hacia acá, quieren venir a verte-

-Está bien, no pasa nada- mis ojos estaban cerrados y mi voz salía perezosa.

-Duerme un poco, te despertaré cuando lleguen-

-Está bien, gracias- y aunque no dijera eso, yo dormiría sí o sí.

Las hormonas en mi cuerpo me estaban produciendo demasiado sueño así como algo de cansancio, al menos más de lo normal. Todo seria un cambio en mi persona, el ginecólogo me lo había dicho. También algunos malestares en mi espalda baja por el crecimiento del pequeño.

Sentí como si hubiese dormida horas, pero apenas y habían pasado minutos. El timbre de la casa, las voces de los chicos saludando a mi madre quien, seguro, había abierto la puerta. Escuche sus pasos acercarse hasta dónde estábamos nosotros.

-Shh- silencio de inmediato Jungkook. -Si la despiertan, pobre de ustedes- susurró bajo.

-¿Tiene mucho dormida?- era la voz de Seokjin.

-Al menos unos veinte minutos, ha tenido una noche algo cansada- sentí como Jungkook se removía un poco y con mucho cuidado para acomodarme mejor en sus brazos.

-¿Cómo les fue?- esta vez hablo Yoongi.

-Bien, nos mostraron al bebé, está sano- pude sentir como en sus palabras sonreía. Parecía un padre orgulloso.

-Nosotros trajimos algunas cosas para ella, aunque todo es comestibles- hablo Namjoon.

-Gracias, chicos-

Aún con mis ojos cerrados podía sentir que ellos sonreían. Jungkook en verdad estaba agradecido.

Abrí los ojos de golpe y me levanté del sofá casi aventando las manos de Jungkook, algunas arcadas me habían dado. Corrí hacia la cocina, donde mi madre se apresuró a sobarme la espalda.

-Tranquila, cariño- era repugnante que los chicos escucharán, que mi madre viera como echaba el desayuno.-Respira, sí, así -

Sentí como las lágrimas salían por el esfuerzo. Mi estomago dolió un poco por contraerse por las arcadas. Me enderece ya una vez sentí que habían parado, Jungkook estaba a un lado de mí preocupado y tendiendome un vaso de agua. Le sonreí un poco, no quería que se preocupara. Mi madre me tendió una servilleta.

-Gracias, estoy bien- suspire cansada.

-¿Sientes más arcadas? ¿mareos? -mi madre tocó mi frente.

-No, tranquila, estoy bien- volteo con Jungkook. -¿Los chicos escucharon, verdad?- la vergüenza me inundó.

-No, no te preocupes por esas cosas - sabía que lo decía para que no me preocupara más. -Vamos, ellos te trajeron varias cosas- sonrió.

Asentí, mi madre me sonrió también. Ella preparaba la cena. Me apenaba causar problemas de este tipo, pero era algo que mi cuerpo haría aun que no quisiera, las hormonas crecientes causaban éso.

Jungkook tomaba mi mano, ambos entramos en la sala donde los chicos estaban sentados. Voltearon a vernos, sonreí apenado.

-Tranquila, no escuchamos nada- comentó Taehyung.

Y eso me hizo entender que si lo habían escuchado todo, bajé la mirada avergonzada y susurre un "lo siento" muy bajo.

-Genial, Taehyung, ¿no puedes ser más discreto? - ironizó Yoongi rodando los ojos.

-Tae, cariño, guarda silencio mejor- Hoseok acarició su brazo.

-No... está bien, él no tiene la culpa- hable yo tratando de defenderlo. -Perdón por éso, mis cambios son... algo constantes- mis mejillas se llenaron de rubor.

-Ah~ está bien, nosotros ya pasamos por eso, las borracheras que se ponían ellos hacían que al día siguiente o en ese mismo rato mancharan mi auto, los odiaba por éso - habló Namjoon.

-Ése era Jungkook, a veces no se controlaba- señaló Jimin.

-Sí, gracias por ese dato- Jungkook negó y volteó a ver a otro lado.

-¿En serio?- pregunté yo mirando con interés hacia Jungkook.

-Claro, no hace mucho... ¡Ah! En la fiesta de Taeyang, cuando llevé a Taehyung y a Hoseok a sus casa, Tae no pudo evitarlo y...-

-¡No necesita saber éso! - la cara de Taehyung se puso roja.

-Estamos a mano- se burló Jungkook.

Todos los ahí presentes rieron. Ahora el ambiente ya no era tan pesado para mí, agradecía que ellos hicieran eso por mí. Eran los mejores.

-Mira, Dani, aquí tienes una bolsa llena de cosas- Seokjin me enseñó una gran bolsa de color negro.- Tiene algunas botellas de suero, dulces y algunas gallegas, también tiene unos postres. Escuche que el Yogur es bueno cuando uno tiene arcadas, ayuda al esófago a no ser lastimado por los asidos que suben desde el estómago- miré con sorpresa, y no fui la única en mirar a Seokjin, había hablado como un experto.- Me lo contaron y algunas cosas yo las investigué, no se claven- rodó los ojos.

-Muchas gracias, ahora mismo tomaré uno- sujete una de las botellas de ese líquido lácteo. -Muchas gracias, chicos, por todo-

-No agradezcas, para eso estamos, somos tus amigos y los de Jungkook, siempre juntos - Hoseok sonrió.

-Siempre juntos- hablamos todos en la sala juntando nuestras manos.

"Siempre juntos" era como un sueño, uno muy bonito.

My boy [Jeon Jungkook] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora