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Escuche un par de toque en la puerta, la miré sin ninguna emoción. Aun sentada en la cama donde me había quedado después de hablar con Hoseok, tal vez era mi madre.

-Daniela, soy Hoseok, abre-

Y solo eso bastó para sacarme de mi trance. Corrí hasta la puerta quitando el seguro y abriendo, al solo verlo me abalanzó sobre él. Hoseok me devolvió el abrazo, arrastrando me dentro de la habitación, cerrando la puerta detrás de él. Mis lágrimas y sollozos se escuchaban en toda la habitación.

-Tranquila, ya estoy aquí, necesito... necesito que me cuentes que esta pasando -

Hoseok me alejo un poco de él para poder mirarme, sentí mi labio inferior  temblar.  Asentí. Ambos nos sentamos en la cama, donde le empecé a contar todo lo que había visto. Y lo que apenas acababa de descubrir.

-¿Piensas que Jungkook sólo jugó contigo?- Hoseok me miró directamente a los ojos.

-Tal vez sólo me usó, tal vez aún quería estar con ella-

-¿Te estás escuchando? En serio, Daniela, en ocasiones como estas quisiera darte una bofetada para que entres en razón, pero bueno- suspiró.- Jungkook jamás quiso a Lau, solo estaba con ella como pasatiempo, él te a demostrado demasiadas veces lo mucho que te ama, y ahora mismo él está destrozado así como tú, ustedes necesitan hablar y no sólo de eso, también bien de...- miró hacia mi estómago.

-Pero aún no estoy seguro de que yo...-

-Eso se va a solucionar ahora, ten, ve al baño y has lo que dicen las instrucciones - me entrego una pequeña bolsa con una caja dentro.

Saque el contenido, era una prueba de embarazo. Lo miré con horror. Pero su mirada me hacía ver que no había alternativa, así que sólo me dirigí al baño, donde leí con cuidado las instrucciones y las seguí al pie de la letra. Decía que tenia que esperar al menos unos cinco minutos para poder observar el resultado, deje la prueba en el lavamanos mientras me sentaba en el retrete esperando.

Muerdo mis uñas, totalmente ansiosa. Sentí que fue una eternidad, pero me levante del retrete y con los ojos cerrados tome el pequeño aparato, no quería verlo, pero quería saber que decía, estaba totalmente nerviosa, y esto solo acabaría si miraba la pantallita del aparato. Con un suspiro abrir mis ojos y mire el resultado.

Me quedé helada, mi aire se salió por completo. Salí del baño, donde me encontré a Hoseok aún sentado en la cama pero al verme se levantó, se dirigió a mí  esperando una respuesta que no llegó de mis labios. Me quitó la prueba de las manos y la observó.

-Positiva - murmuró y me miró.

-¿Que voy hacer?- lleve mis manos a mi cabello. -¿Que voy hacer?- repetí.

Mi cuerpo temblaba y estaba sudando en frío, sentía que todo daba vueltas, realmente esto me superaba. Me senté en la cama, donde Hoseok hizo lo mismo.

-Primero que nada, necesitas tranquilizarte - dejó a un lado la prueba de embarazó y me miró a los ojos.- Necesitas hablar de esto a Jungkook, después de todo él es el padre, nosotros siempre te apoyaremos, yo siempre estaré para ayudarte - sonrió de manera dulce, acarició mi mejilla.- No estás sola en ésto, afrontarlo con la cabeza en alto es como debes de hacerlo-

No podía alejar mis ojos de él, pero a pesar de que lo miraba, mis ojos estaba llenos de lágrimas, creo que pronto me quedaría seca de tanto llorar.

Estaba por decir algo, cuando el timbre de la casa empezó a sonar como loco, ambos miramos hacia la puerta de mi habitación, Hoseok se giro de nuevo para verme. Ambos sabíamos que  era quien tocaba como desquiciado.

Hoseok se levantó de la cama y se encaminó un poco hacia la puerta.

-Necesitas decirle, entre mas pronto mejor, necesitan arreglar ésto de una buena vez. No los llevará a nada todo ésto, le diré que suba-

-Pero no estoy  lista para decirle nada aún, yo no se si pueda...- mi voz sonó rota.

-Daniela, no es cuestión de si puedes o no, le tienes que decir para que el estúpido de Jungkook este enterado y te explique aquélla tontería, se que algo está detrás de éso, por favor, solo escucha-

Asentí, Hoseok me sonrió por última vez para después salir de mi habitación dejándome sola, me senté en la cama mirando a la nada, mordiendo mis uñas totalmente nerviosa.

[...]

Pov. Hoseok.

Salí de la habitación de Daniela dejándola sola, sabía que esto era difícil para ella. Pero tenia que afrontar las cosas, entre mas rápido mejor.

Baje las escaleras, solo para encontrarme a la madre de Daniela hablando con Jungkook, quien parecía un maníaco dispuesto a entrar a la fuerza. Me puse detrás de la señora y toque su hombro.

-Lo siento, es hora de irme, Dani necesita hablar con Jungkook, ¿podría dejarlo pasar?- ella hizo una suave mueca, estaba preocupada por su hija.

Asintió y se retiró, se fue hacia la cocina, una vez estando solos él y yo, Jungkook empezó a hablar.

-Quítate Hoseok, necesito hablar con Daniela, ella no contesta ningún maldito mensaje, tampoco las llamadas y hace un día vine pero ella no quiso hablar con migo, necesito...-

Lo callé con una bofetada que sonó por toda la casa, Jungkook llevó su mano a su mejilla, cambie mi expresión de un ceño fruncido a una sonrisa dulce. Sus ojos sin brillo, sus prominentes ojeras, la ropa de ayer, todo... era señal de que lo estaba pasando mal.

-Jungkook, tal y como le dije a ella, necesitas calmarte, hablen sobre lo que paso y... espero que todo salga bien, ten la mente bien abierta y guarda silencio antes de dar alguna respuesta, recuerda, está en juego tu felicidad -

Sin más  sali de ahí, dejándolo confundido y aun con su mejilla adolorida. Camine por la acera hasta llegar a la parada de autobús. Mi teléfono empezó a sonar. Mire la pantalla después de sacarlo.

"Llamada entrante de Tae-Tae"

Conteste con una sonrisa.

-Hola-

-Hobi, ¿donde estás? Estoy fuera de tu casa y nadie me abre- su voz era en forma de reproche e imaginaba que estaba haciendo un puchero.

-Ya voy, estaba en casa de Daniela, no tardo-

-¿Todo está bien? ¿ella esta bien?- sabía que se preocupaba por ella como una hermana así como con el resto.

Solté un suspiro largo antes de contestar.

-Tae, nada está bien, ella no está bien, pero nosotros siempre estaremos para ella- me pego a la ventana del autobús, el cual empieza a zumbar deslizándose por las calles.

-Siempre- ambos guardamos silencio. -Cuando llegues me explicas un poco, ¿quieres?-

-Está bien, no tardo, llego en diez minutos-

Ambos colgamos la llamada.

Mire fuera de la ventana, donde podía ver las casas, edificios y personas pasar rápidamente.

Como todo podía cambiar de un momento a otro, una pequeña cosa puede cambiar el rumbo de vidas. Tan difícil, tan aterrador. Ver como su adolescencia puede ser robada por una pequeña vida que apenas se va formando, pero no importa, una vida es una vida, tal vez pueda ser la esperanza para ellos, el cual les llenará de dicha y felicidad.

My boy [Jeon Jungkook] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora