#22

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Jungkook no había soltado mi mano para nada desde que nos alejamos de ahí.

Ahora mismo me llevaba a casa, no decía nada, y eso en cierta forma me preocupaba.

Llegamos a casa, mi madre se sorprendió al verme con Jungkook en el umbral de la puerta, pero no dijo nada, solo sonrió. Yo tampoco dije nada sobre la persona que me había topado en la calle, no debería preocuparla con eso.

—Estaremos en mi cuarto — avisé a mi madre.

No me detuve a pensar mucho en esas palabras pues no había segundas intenciones, sólo quería que Jungkook procesará todo, y sabía que me preguntaría.

Y no me equivoqué, pues con solo cerrar la puerta él abrió la boca.

—¿Quién era él? —

— Era mi padrastro —

Solté sin pensar, me senté en la cama y Jungkook hizo lo mismo. Ambos mirábamos hacia la puerta.

—¿Por qué te seguía?  ¿Qué es lo que pasa? —

— Te contare todo, sólo si prometes que no hablaras hasta que termine, te conozco — casi sonó como un reproche.

— Ok —

Asentí, esta vez gire para mirarlo.

Su semblante estaba serio, no había ningún atisbo de burla o algún sentimiento de diversión. Ahora estaba siendo completamente serio en esto.

Empecé a hablar de ese hombre, como fue que llegó a nuestras vidas, como, con pocos años de pertenecer a nuestra pequeña familia, después de que papá muriera, nos arruinó toda nuestra existencia. Le platiqué como era ver que todos los dias, esa bestia, pues sólo así se le podía llamar a alguien, golpeaba a mi madre, como yo, sin poder hacer nada, lloraba cada día, hasta que también a mí me tocaron esas palizas.

Como cada día que pasaba era un infierno, pues, siempre teníamos miedo de siquiera asomar las narices a la puerta.

En el transcurso de la platica le mostré algunas cicatrices, las cuales me acompañarían hasta el fin de mi vida. Le conté sobre aquél día en que él pregunto por mis heridas y yo no había dicho nada, que el culpable había sido ese hombre.

A mitad de la platica, mis lágrimas empezaron a salir, pues era doloroso el solo recordar eso.

Pero ahora tenía una vida un poco más tranquila, dejando de lado el hecho de que alguien se había encargado de esparcir esos rumores sobre Hoseok y yo,  y ahora estaban dejando notas de odio en mi casillero.

Trate de limpiar mis lágrimas con el puño de mi sueter, pero estas parecían renuentes a detenerse.

De un momento a otro, mis manos fueron detenidas por las de Jungkook, quien me miraba de una manera indescifrable, parecía querer decirme muchas cosas, pero a la vez esas palabras no salían por sus labios.

Aún con lágrimas saliendo de mis ojos, viendo todo borroso, sintiendo un poco de dolor en mi pecho, pude sentir una calidez en mis labios. Una calidez diferente a cualquier otra cosa.

Lo veía, aunque un poco borroso, a Jungkook, pegado a mi rostro, sus labios posados sobre los míos. De ahí la calidez, suave y reconfortante calidez.

No supe como reaccionar, pues estaba en shock aún. No lo seguí hasta después de unos segundos, pero no fue uno de esos besos que veía en las novelas, más bien creo que fue uno lleno de pureza, inocencia, y para nada lujurioso.

Tal vez me había hecho una idea equivocada de Jungkook, él podía llegar a ser una persona que comprendía, aunque no pensaba mucho las cosas, él se dejaba llevar por sus instintos.

Ese beso corto, pero no por eso menos importante, termino segundos después, mis lágrimas habían dejado de salir.

—Parecía que nunca pararias de llorar — habló, con voz ronca.

Su frente pegada a la mía. Sintiendo como su aliento chocaba con mi rostro, no sentía enojo, no sentía remordimiento, solo... gratitud.

¿Por qué? 

Lo abracé, hundiendo mi cabeza en su cuello, él dejo que hiciera lo que quisiera. No reprochó nada, no dijo nada, solo dejo que todo saliera de mí.

Ahora lo entendía, entendía el sentimiento que tenían los chicos entre ellos, tal vez de diferente manera, pero casi lo mismo, lo entendia todo.

Era como si mis ojos fueran abiertos después de estar cegada por años, entendía el sentimiento de que alguien más se preocupara por ti genuinamente.

Por primera vez, veía el verdadero Jungkook, del cuál, todos y ahora yo, estaban prendados.

Jungkook, una persona con dos caras, pero la mejor la dejaba para las personas que él amaba.

Me alegro haberte conocido.

No se lo digo, sólo lo demuestro con un beso rápido en sus labios y otra ronda de abrazos, pues esa era la mejor forma de demostrar afecto a al guíen más.

My boy [Jeon Jungkook] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora