#61

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Miré nerviosa la puerta.

La señora que me había conducido por el pasillo me dejó ahí, no sin antes decirme que tocará un par de veces antes de entrar. Así lo hice toqué un par de veces hasta que recibí un 'adelante'.

Abrí la puerta y asome mi cabeza.

--Buenos días --

--Buenos días, adelante--

Entre con timidez y cerré la puerta detrás de mí, caminé hasta donde había un par de sillas, me senté en una de ellas. Miré con atención todo el lugar, las paredes eran blancas al igual que el suelo, el cual tenía algunas pequeñas machas de color café claro. Frente a mí estaba el escritorio, y detrás de éste, estaba la doctora.

--Buenos días, soy la doctora Lee, ¿Cual es tu nombre?-- me sonrió con calidez.

--Daniela--

--Bien, Daniela, ¿bebes alcohol o fumas?--

--No, nada de eso --

--¿Algún medicamento que estés tomando ahora mismo?--

--Sólo para dolor, nada más -- ella asiente. Había estado escribiendo en la computadora en este tiempo, cuando me preguntaba las cosas me miraba directamente.

--Muy bien-- terminó de escribir. Se recargo en su silla y puso toda su atención en mí. --Puedes relajarte, iremos a tu tiempo, no forzare nada que no quieras decir, yo estoy aquí para ayudarte, escucharte y aconsejarte, te ayudaré, podemos empezar platicando que es lo que sientes en este momento--

Ella aguardó con paciencia, yo sólo mordí mi labio nerviosa. ¿Que sentía? Eran demasiados sentimientos que ni yo misma entendía bien. Suspire y solo dije lo que en verdad sentía a lo que en verdad sabía que sentía.

--Yo... siento... muchos sentimientos ahora mismo, pero si los pusiera en orden por intensidad creo que sería, enojo, tristeza, culpa, desesperación y envidia--

--¿Y dejas salir esos sentimientos? ¿Lo hablas con alguien?-- yo niego.

--No quiero preocupar a nadie más, yo...-- mordí mi labio indecisa. --Yo estoy pasando por algo que... siento que me esta matando, yo... perdí a mi bebé, tuve un accidente y...-- las lágrimas empezaron a salir de inmediato.

--Está bien llorar, no es bueno guardar nada dentro, Daniela, nuestro cuerpo puede ser más frágil de lo que nosotros pensamos, si acumulamos esos sentimientos dentro sólo lograremos sentirnos peor, si tienes ganas de llorar, lloran, si tienes ganas de gritar, grita, pero nunca te quedes nada-- la doctora hablaba y yo solo lloraba.

Lo hacía con un gran sentimiento, sentía como mi garganta dolía, ese nudo subía poco a poco por mi garganta, como si quisiera salir. Con mis manos apretando la orilla de mi suéter, lloré.

--Yo... yo lo queria... lo anhelaba...-- sollozaba. --¿Por qué a mí? ¿Por qué a mi bebé? -- seguía llorando, pero entre sollozos hablaba.-- ¿Por qué?--

--No existe una respuesta a esos por qué, tal vez lo que diré suene cliché y hasta chocante, pero, todo pasa siempre por algo-- la doctora me tendió una cajita de clinex.-- Tal vez sólo no era tiempo de que un bebé llegará a tu vida, sí, lo amabas, pero aveces eso pasa, no creerás la gran cantidad de mujeres que pasan por tu situación, son demasiadas, nueve de cada diez tiene una pérdida. Estamos en una sociedad donde ésto se está volviendo más una costumbre de ver pero aún lo toman como un tabú, no temas, no debes de darle importancia al que dirán, si quieres hablarlo, solo hablalo, jamás te guardes nada--

--¿Por qué duele tanto? Quiero seguir adelante, no me quiero quedar estancada--

--No lo haras, trabajaremos juntas en ésto, lo que estás pasando se llama duelo, ahora mismo estas en la primera etapa, la cual es la mas dolorosa, después sigue la etapa donde culpas a medio mundo, tus sentimientos son encontrados, pues trataras de salir adelante pero tendrás algunas recaídas, la tercera es la aceptación, donde podrás hablar del tema sin que eso perjudique, donde podrás seguir tu vida, claro, con ese recuerdo en ti--

--¿Cuanto tiempo pasará hasta que pueda vivir de nuevo? ¿Hasta que ya no sienta ganas de llorar todos los días? --

--No existe un tiempo límite, cada caso es diferente, eres una chica fuerte, verás que saldrás adelante muy pronto, no dejaremos que caigas--

La mire, ella me devolvía la mirada con una sonrisa reconfortante.

Tal vez ella tenga razon, tal vez pronto esté mejor, tal vez muy pronto. Y yo podría de mi parte.

Pasaron minutos más, tal vez media hora más, hablando de lo que sentía, de algunas cosas de mi vida ella me escuchaba con atención, aconsejandome. Platiqué sobre mi padre, la falta que me hacía, sobre la maravillosa madre que tenía y la vida que ambas llevamos con aquél hombre. También de los grandes amigos que tenia y sobre la persona que más amaba, de Jungkook.

La doctora me dio fecha para otra sesión, yo salí del consultorio y caminé por el pasillo, saliendo así a la sala donde Jungkook estaba mirando su teléfono con gran interés. Al escuchar pasos levantó su mirada y sonrió al verme. Se levantó y se encaminó hacia mí.

--¿Que tal te fue?--

Duré un par de segundos antes de contestarle, sonreí.

--Bien, me siento un poco mejor, tengo fecha para... -- mire la pequeña nota con la fecha.-- Dentro de un mes--

--Ya veo, te ves más relajada--

Sonreí de nuevo, no se equivicaba.

--Lo estoy, hablar con la doctora me hizo sentirme mejor, me siento más tranquila, siento como si pudiera respirar de nuevo--

--Eres alguien fuerte, Daniela, jamás lo dudes--

--Saldré adelante, ya lo verás, seré una nueva Daniela--

--Esa es mi chica, siempre tan fuerte--

Depositó un suave beso en mis labios, el cual sentí tan cálido. Un cosquilleo en mi estómago fue lo que sentí, ese mismo cosquilleo que sentí con nuestro primer beso.

Tan lindo, tan suave y reconfortante. Mi Jungkook, mi vida completa.

My boy [Jeon Jungkook] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora